NUESTROS productos son un medio para generar impacto social”. Así se explica Antonio Espinosa, CEO de Auara, una startup de agua embotellada en plástico 100% reciclado. Sin embargo, la característica de este negocio no es el líquido elemento sino que “todos los beneficios los invertimos en proyectos de acceso a ayuda potable en países en vías de desarrollo”.

El germen de proyecto de emprendizaje fue querer “generar impacto social a través del agua. Cuando estudiaba la carrera de Arquitectura, estuve de voluntario en varios proyectos en Perú, Camboya, Eiopía y Burkina Faso. Ahí es donde conocí la realidad de las personas que viven sin acceso al agua todos los días”, relata Espinosa. Posteriormente, se planteó “qué modelo de empresa ser: una empresa social”. Y curiosamente el nombre viene de uno de los lugares del planeta donde la escasez de agua es más notorio y que tiene un significado singular. “Es tormenta de arena en el desierto en etíope. Es muy representativa porque uno de los momentos en los que más necesitas agua es en mitad de una tormenta de arena en el desierto”, explica Espinosa. La idea la tenían clara pero faltaba la financiación. “Al principio, nos cerraron muchas puertas pero nos ayudó a mejorar el proyecto. Desde que empezamos con el proyecto y vendimos la primera botella de agua, pasaron dos años y medio. Ha sido un camino largo y complicado pero lo hemos conseguido”, destaca el CEO de Auara.

Esa trayectoria ha marcado tendencia por el trasfondo social y medioambiental que tiene. “En 2016 fuimos la primera marca en Europa en fabricar botellas con plástico totalmente reciclado. Lo que hicimos en su día por convicción se ha convertido en una ventaja competitiva porque la preocupación por el plástico ha crecido”, explica Espinosa sin olvidarse de que Auara tiene un fin social. Sus proyectos de “pozos, sistemas de recogida de agua de lluvia y canalizaciones en comunidades muy pobres de países en vías de desarrollo” permiten que hoy en día “estemos abasteciendo a más de 28.000 personas a través de 50 proyecto terminados ya en 15 países”. Y la expectativa para finales de año es superar las “40.000” cuando finalicen otros proyectos.

El hecho de que ayuden a que personas en países en vías de desarrollo tengan acceso al agua genera empleo en las comunidades porque “intentamos que los proyectos se abastezcan de mano de obra y suministros locales”. Pero además permite que “especialmente mujeres y niños no tengan que dedicar un montón de horas al día para buscar agua lejos de sus casas y puedan tener un empleo o ir a la escuela”.

En la conferencia que impartirá hoy en Biscay Bay Startup Campus, Espinosa quiere transmitir a los asistentes que “emprender está bien pero realmente tiene sentido cuando lo que estás haciendo mejora el mundo”. De hecho, señala que es “importante que nos demos cuenta de nuestro trabajo y el legado que dejamos, que el legado mejore el mundo, no que solo sea pegar un pelotazo”. Esa conciencia social de la que habla la imprime en su empresa y en los trabajadores. “De poco sirve trabajar con el agua si tienes a la gente amargada en Madrid”, destaca este joven que cree que “hay que intentar hacer las cosas bien”.

Nuevo Proyecto El próximo mes de noviembre, Auara lanzará al mercado un nuevo producto: los refrescos Planet Drinks. Y, otra vez, marcará una manera de producir. “Va a ser la primera marca de refrescos ecológicos, de comercio justo y funcionales”, detalla Espinosa, quien apunta que el jueves pasado lanzaron en goteo.org una campaña de crowdfunding. Al cierre de esta edición, ya habían conseguido 6.500 euros de financiación, lo que supone el 43% del presupuesto. Y con los beneficios continuarán acercando agua a algunas de los 700 millones de personas que todavía no tienen acceso a ella.