BILBAO. Alemania es un país clave para la economía de Euskadi. El país germano es el segundo destino de las exportaciones vascas tras Francia y el primer origen de las importaciones que recibe el País Vasco. En concreto, Alemania es el segundo destino de las exportaciones vascas con un 15,4% del total, según los últimos datos del Instituto Vasco de Estadística-Eustat. En el primer semestre del presente año las empresas vascas han exportado productos y servicios a la República Federal de Alemania (RFA) por importe de más de 2.010 millones de euros. El problema es que las ventas de productos vascos en el país germano han caído un 2% en el primer semestre acusando ya la desaceleración económica germana que tras crecer un 0,4% en el primer trimestre ha entrada en una fase de recesión.

En el último ejercicio completo, el de 2018, las ventas en tierras alemanas de bienes de origen made in Euskadi sumaron 3.835 millones de euros , un 3% más, mientras que las importaciones procedentes de tierras germanas, primer origen de las mercancías que llegan al País Vasco, sumaron 2.919 millones.

Estas cifras dan idea de la importancia que para Euskadi tiene la evolución de la economía alemana, en especial la del sector del automóvil pues no hay que olvidar que buena parte de los vehículos Mercedes fabricados en Gasteiz o Volkswagen producidos en Iruñea tienen como destino las orillas del Rhin, por no hablar de los componentes fabricados en el País Vasco que terminan ensamblados en coches y máquinas que la RFA vende a medio mundo.

Esta semana y coincidiendo con la principal feria de máquina herramienta del mundo, la EMO de Hannover, una delegación del Gobierno vasco visitará Alemania para “conocer al detalle la situación económica” que vive el país, que es como se ve por las cifras uno de los mercados prioritarios para Euskadi, ya que en la actualidad existen unas 90 implantaciones empresariales vascas en territorio alemán, de la que 66 son de carácter comercial pero las otras 24 son fábricas de compañías vascas instaladas en el territorio germano.

Pensar que en el país del mundo con la industria más importante y desarrollada, sin contra China, hay importantes implantaciones de compañías fabriles vascas en los sectores de automoción, sector eléctrico, energía, máquina-herramienta, metal o automatización da una idea de la importancia que la evolución de la economía germana puede tener para el país Vasco. Territorio, por otra parte, en el hay cerca de 70 empresas alemanas implantadas, desde sectores como el químico a los más conocidos como los de máquina-herramienta y automoción.

Como se recordará, Alemania sigue siendo uno de los tres mercados de referencia en el exterior para los productos fabricados en Euskadi y eso, teniendo en cuenta, el fuerte peso del sector industrial en el país. En concreto, el PIB industrial de Alemania alcanza, según fuentes del Gobierno vasco, el 25,6% de la producción total claramente por encima de la media europea del 19,6% e incluso de un territorio tradicionalmente industrializado como la CAV donde la industria llega el 24,3%.

La preocupación de un estancamiento económico derivado de la caída de la industria es común en ambos países pero debido a la diferencia de tamaño entre las compañías alemanas y vascas, estas sufren más en los ciclos negativos. No hay que olvidar que tanto en Alemania como en el País Vasco el tejido industrial está dominado masivamente por las pymes, empresas de menos de 250 trabajadores. Sin embargo, en Alemania esas pymes son mayoritariamente firmas medianas, entendidas como tales aquellas con plantillas de entre 50 a 249 personas, mientras que en la CAV más del 90% de las pymes tienen menos de 50 trabajadoras.

Comercio exterior No hay que olvidar que Alemania es uno de los tres grandes exportadores mundiales. En 2018 las exportaciones en Alemania crecieron un 3,03% respecto al año anterior hasta el punto que las ventas al exterior representan el 39,49% de su PIB. Con una cifra de 1.320.837 millones de euros vendidos en el exterior en 2018, Alemania es el tercer país que más exporta.

Los principales mercados alemanes son Estados Unidos, Francia y China, que suponen el 8,71%, 8,01% y 7,13% del total de las exportaciones del país, respectivamente.

Como se ve la guerra comercial arancelaria entre los Estados Unidos de Donald Trump y China afecta de manera notable al país germano ya que los citados países son sus principales mercados en el mundo.

Alemania, además es un país muy competitivo pues exporta más que lo que importa hasta el punto que la tasa de cobertura en el último ejercicio fue del 124,11%.

En este contexto, la ralentización económica del país germano en el presente año marcada por una fuerte caída de las exportaciones como la registrada durante el segundo trimestre en un contexto marcado por la referida guerra comercial USA-China ha sido la causa principal de la contracción del 0,1% del Productos Interior Bruto alemán (PIB), frente al crecimiento del 0,4% de los tres primeros meses del presente año. Estas cifras son las que han dejado a la locomotora económica europea al borde de la recesión técnica, según la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

Y cuando Alemania se constipa, Euskadi estornuda. Los tres principales productos vascos exportados a Alemania son el material de transporte, los metales y el material eléctrico y las importaciones alemanas que llegan a Euskadi son también los mismos aunque con el material eléctrico en primer lugar. Ello significa que cualquier afección a la industria del automóvil o a la siderurgia, curiosamente segmentos en los que los EE.UU. de Trump ha querido imponer aranceles, incide en la economía vasca.

La oficina de estadística germana reconoció este verano que “el desarrollo del comercio exterior frenó el crecimiento económico alemán en el segundo trimestre de 2019”, puesto que las exportaciones registraron una caída trimestral del 1,3%, mucho mayor que el retroceso del 0,3% de las importaciones. De este modo, la balanza comercial alemana registró en el segundo trimestre una contribución negativa del 0,5% al PIB de la mayor economía continental.

A la espera de conocerse los datos del presente trimestre, la confianza de los empresarios alemanes cayó en agosto a su nivel más bajo desde noviembre de 2012, según el índice del Instituto de Investigación Económica de Munich (Ifo), que se situó en los 94,3 puntos, desde los 95,8 del mes anterior, acumulando así cinco meses de descensos consecutivos.

Estas cifras confirmarían el proceso de desaceleración de la economía porque, según el estudio del IFO, “las empresas alemanas volvieron a estar mucho menos satisfechas con su situación comercial actual. El pesimismo con respecto a los próximos meses también aumentó. Cada vez hay más indicios de recesión en Alemania”.

Peores previsiones De cara a 2020, el IFO ha empeorado su previsión hasta el 1,2%, desde el 1,7% que había estimado anteriormente. Para 2020, el pronóstico es que el PIB crezca un 1,4%. No obstante, los economistas del IFO recuerdan que sus estimaciones están ligadas a elevadas incertidumbres, ya que han asumido que no se producirá un Brexit sin acuerdo o que no habrá una nueva escalada en la guerra comercial de EE.UU.-China.

Aunque las expectativas de futuro de los empresarios alemanes son las más pesimistas desde la crisis de 2009 el Gobierno federal todavía confía en terminar el año con un ligero crecimiento, lo que sería una buena noticia para la industria vasca.