bilbao - La volatilidad de la Bolsa y sobre todo los bajos tipos de interés frenaron el año pasado la trayectoria de crecimiento del patrimonio de las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) vascas. Tras nueve ejercicios consecutivos al alza, el volumen de los fondos de pensiones vascos descendió un 3,3%. Se trata de la segunda caída desde la puesta en marcha de esta fórmula de ahorro hace tres décadas en Euskadi y los responsables de la federación de EPSV reconocieron que el año pasado fue “duro” para el conjunto del sector.

Su presidente, Ignacio Javier Etxebarria, presentó ayer en Bilbao el balance de actividad anual. Acompañado de los vicepresidentes de la federación, Pedro Unamuno y José Antonio Alustiza, el tesorero, Juan María Pérez, y el jurista Patxo Aiestaran, Etxebarria subrayó además la necesidad de modificar la fiscalidad de las EPSV para corregir algunos aspectos que “penalizan” las pensiones complementarias respecto a otros productos financieros.

A pesar del frenazo que supuso el año pasado, también hay notas positivas que extraer. El patrimonio se mantuvo por encima de los 24.000 millones de euros y continuaron creciendo, aunque tímidamente, tanto las prestaciones que reciben los titulares de los fondos como el número de socios adscritos. Por este motivo, la federación destacó que el paso atrás en la evolución del patrimonio no ha puesto en riesgo “en ningún momento” la “capacidad de respuesta de las entidades hacia los compromisos adquiridos”.

“madurez” del sistema Los gestores de las EPSV no han tenido “problema” alguno a la hora de pagar las rentas generadas por los ahorradores. Es más, el análisis a largo plazo de la evolución de los planes de pensiones privados pone de manifiesto que el sistema ha alcanzado la “madurez” y se consolida como una fórmula de ahorro clave en Euskadi, con un dinamismo muy superior a la media del Estado. El patrimonio de las EPSV vascas equivale a un 31% del PIB de Euskadi, un porcentaje que triplica la media del Estado y está en la misma banda que se registra en la eurozona (36,5%).

En concreto, las EPSV abonaron durante el pasado ejercicio 880 millones de euros en prestaciones, un 4,16% más que el año anterior, de manera que estas entidades han pagado a sus socios y beneficiarios más de 4.450 millones de euros en los últimos cinco ejercicios. En cambio, las aportaciones de los socios solo crecieron cerca de un 2% y sumaron 795 millones. El sistema tuvo así más gastos -las rentas que cobran los partícipes- que ingresos -las cuotas mensuales- sin que ello supusiera ningún contratiempo. En ese sentido, Ignacio Javier Etxebarria precisó que las prestaciones se abonan “porque previamente se ha capitalizado el dinero para pagarlas”. “No es un sistema como la Seguridad Social”, insistió.

En cuanto a la tipología, el patrimonio de las entidades de la modalidad de empleo -las colectivas de las administraciones y las empresas- alcanzó los 12.735 millones el pasado 31 de diciembre, mientras que el de las entidades individuales se situó en los 11.276 millones. El porcentaje de socios respecto a la población activa ocupada ronda el 50,75%.

fiscalidad Etxebarria valoró la iniciativa de la Diputación de Bizkaia y el Gobierno vasco para generalizar las EPSV en las empresas. Con todo, pidió a la administración que “escuche” al sector en sus demandas y, entre ellas, reclamó un cambio fiscal para que los ciudadanos que cobran cada mes una pensión privada que complementa la pública no tengan que tributar toda la prestación con las tarifas del IRPF.

Para otros instrumentos financieros el gravamen afecta solo a la rentabilidad lograda y con tipos menores. Por ello, el presidente de la Federación de EPSV afirmó que la prestación en forma de renta mensual “está maltratada” y que la mayoría de los socios opta por recibir su ahorro en un pago único. Una circunstancia que va en contra precisamente del fin último de esta fórmula de ahorro: contar con unos ingresos extraordinarios que complementen cada mes la pensión pública.

Repecto al debate sobre la sostenibilidad de las pensiones y al hecho de que la incertidumbre sobre el sistema público no genere un incremento significativo de la contratación de EPSV, Etxebarria, explicó que los crecimientos “importantes” de este instrumento de ahorro solo pueden llegar a través de una generalización de las EPSV de empresa en la negociación colectiva. En cualquier caso, consideró necesario “concienciar” a los jóvenes de la necesidad de apostar por esta fórmula de ahorro a largo plazo.

En relación a las expectativas de este curso, Etxebarria afirmó que el arranque del año ha sido muy positivo y, aunque es pronto para hablar de tendencia, la previsión es mejorar los datos de 2018, sobre todo porque fue “excepcionalmente malo”.

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