BILBAO - La compañía eléctrica vasca Iberdrola batió en 2018 su récord histórico de ganancias al superar por primera vez la cota de los 3.000 millones de euros de beneficio neto. La apuesta del presidente Ignacio Galán por la internacionalización de la empresa y por las energías renovables, “la lucha contra el cambio climático es una oportunidad”, reiteró ayer, se está materializando en una clara mejoría de la cuenta de resultados de la firma bilbaina.

En concreto, Iberdrola cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto de 3.014 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 7,5% con respecto a 2017. La eléctrica presidida por Ignacio Galán supera así por primera vez el listón de los 3.000 millones de ganancias. Para poner en perspectiva la apuesta de la compañía bajo el mandato de Galán hay que tener en cuenta que fue nombrado consejero delegado de Iberdrola en 2001. Al año siguiente, la eléctrica vasca obtuvo un beneficio neto de 962 millones de euros, una cifra que en estos años se ha multiplicado por tres.

Más espectacular ha sido la mejora del beneficio bruto de explotación (Ebitda) del grupo eléctrico que sumó el pasado año 9.349 millones de euros, un 27,7% más que en el ejercicio anterior, gracias al buen comportamiento de todos los negocios, cuyos resultados crecieron por encima de los dos dígitos. El 78% de los resultados procede de los negocios en áreas reguladas o con contratos a largo plazo, en línea con el enfoque estratégico del grupo de apostar por actividades con retornos predecibles. En 2002, el primer año completo de Galán al frente de la gestión de Iberdrola el citado Ebitda fue de 2.410 millones de euros lo que implica que entre 2002 y 2018 el beneficio bruto casi se ha multiplicado por cuatro.

Una de las claves de los buenos resultados del ejercicio pasado ha sido la contención de gastos en la empresa y las mejoras de eficiencia. El gasto operativo neto se redujo un 0,4% frente a 2017, apoyado en el tipo de cambio de las divisas, las provisiones para planes de eficiencia contabilizadas en 2017 y la aplicación de las nuevas normas contables, que compensa la consolidación de la brasileña Neoenergía, cuyo beneficio creció el 278%.

Un dato a destacar es que la eficiencia operativa ha continuado la tendencia positiva en el último trimestre y mejoró 11,5%, en comparación con la de final de año 2017.

La eléctrica sigue con su plan inversor hasta el punto que en el pasado año invirtió 5.320 millones. Hay que tener en cuenta que el beneficio neto creció un 7,5% pese a compararse con un 2017 beneficiado de algunos ingresos extraordinarios derivados de la fusión de Siemens-Gamesa y de la reforma fiscal de Donald Trump en EE.UU.

Fruto de esta mejora de resultados, los accionistas de Iberdrola, entre ellos los cerca de 90.000 ahorradores vascos de la compañía se beneficiarán, si se aprueba en la junta, de un dividendo 0,351 euros por acción, lo que supone un 7,7% más.

+7,7