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La biomasa marca el futuro de Ence

La firma que preside el industrial alavés Juan Luis Arregui construye en Huelva la planta más grande de España El 40% de la cuota estatal de producción de biomasa corresponde a Ence

La biomasa marca el futuro de EnceFoto: deia

Madrid. Es altamente probable que un proyecto que lleve la firma del industrial alavés Juan Luis Arregui acabe llegando finalmente a buen puerto. Y lo es, sencillamente, porque la experiencia es un grado y porque los hechos así lo demuestran. A sus 71 años, pasada ya de largo la hora de su jubilación, sigue empeñado en continuar desarrollando proyectos de éxito. El último que le quita el sueño le ha llevado hasta Huelva, donde construye en estos momentos la mayor planta energética del país -y una de las más notorias de Europa - para obtener megawatios a partir de la biomasa (madera + restos forestales). Si todo transcurre en plazo, la potencia instalada a finales de 2012 será de 50 MW, suficiente como para iluminar una ciudad del tamaño de Gasteiz durante un año.

Hasta entonces toca seguir trabajando y de manera constante, dos de las cualidades que sirven para moldear una hoja de servicios impecable. Mecanizados Numéricos, Gamesa, Viña Izadi, Iberdrola o Guascor, por citar algunas iniciativas, fueron y son ejemplos de emprendizaje llevado a cabo con éxito por Arregui, cuya gestión siempre partió de un liderazgo que manaba del capital humano de cada compañía. Bajo esta filosofía es como este industrial ha ido construyendo su basto conglomerado empresarial. Siempre a partir de las personas, siempre de la mano de los mejores. Y todo, además, bajo el manto de la discreción, un tesoro impagable para este empresario que probablemente le haya impedido fraguarse una reputación pública a la altura de los más grandes.

Así y todo, semejante disgusto no le quita el sueño; más bien al contrario. Ni la vanidad ni el ego casan con este padre de familia cuyos vástagos han adquirido de manera clónica los mismos hábitos que su padre, hombre de palabra y extraordinariamente dotado para detectar provechosos nichos de mercado. Especialmente en el campo de las energías renovables, cuyo potencial comenzó a descubrir en la antigua Gamesa, compañía aeronáutica que fundó en 1976 en Gasteiz junto a otro alavés de altos vuelos, Joseba Grajales.

Juntos, precisamente, reflotarían años después otra firma histórica como el fabricante de motores Guascor, empeñándose entonces en ofrecer soluciones cada vez más limpias y eficaces. En esta apuesta y tal vez sin quererlo, el virus verde continuó creciendo en el interior de Arregui, gran aficionado a la caza y amigo personal de Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola. Justamente en este gigante vasco fue donde se convenció definitivamente del enorme potencial de las renovables como negocio y como garantía de suministro energético para las sociedades del futuro.

De este larguísimo noviazgo con las renovables surgiría años después el que es hoy, sin lugar a dudas, su proyecto empresarial más ambicioso: la biomasa, una alternativa energética "potente, beneficiosa y accesible" que surge a partir de la madera y los restos forestales. Por sus características especiales, entre ellas la reducción de emisiones de CO2, la generación de empleo en entornos rurales o la prevención de incendios en hasta un 70%, se considera a este nuevo maná energético como "una llave para el futuro". Actualmente, el Estado español solo ha ejecutado un 13% de la potencia de generación con biomasa prevista para el año 2010. Y por ahí es por donde Arregui quiere crecer cuanto antes.

Para conocer este proyecto y analizar sus posibilidades de futuro, DEIA se desplaza hasta Madrid, donde se encuentra el cuartel general de la compañía Ence (Energía y Celulosa). Una firma histórica creada en 1957 por el Instituto Nacional de Industria, privatizada en 2001 y presidida desde el 12 de abril de 2006 por el propio Arregui.

Desde hace meses, Ence se encuentra inmersa en un ambicioso plan estratégico hasta 2015 donde los objetivos son tan ambiciososo como los sueños del industrial vasco. A grandes rasgos, la compañía pretende ser más energética y menos industrial a partir de la biomasa. Los planes pasan por crecer en el área de la energía un 65% en detrimento de la producción de celulosa, cada vez más sometida a la inestabilidad del mercado y que actualmente copa el 70% de su actividad en sus plantas de Pontevedra, Navia (Asturias) y Huelva. De los 1,3 millones de toneladas que cada año produce de celulosa (elemental para confeccionar, entre otros, el papel de este diario) Ence exporta en estos momentos el 80%, fundamentalmente a Alemania.

LÍDER EN BIOMASA Para llevar a cabo este cambio de ADN, la sociedad invertirá en este mismo periodo 675 millones de euros que, entre otros, avalarán la construcción de nueve plantas. En definitiva, el mayor productor español de energía renovable con biomasa en estos momentos quiere marcar distancia respecto a su competencia y alcanzar los 390 MW en 2015, un logro que supondrá, intuyen en la compañía, la generación de 2.000 puestos de trabajo.

La fábrica, que costará 120 millones de euros, marca un punto de inflexión en el desarrollo de Ence. Según reconoce el propio Lobo, se trata de la primera planta financiada en el país a través de la fórmula proyect finance, un sistema de cobro que garantiza el repago de la deuda con los recursos generados por la propia planta. En este caso, se espera que la factoría de Huelva esté en funcionamiento en el último trimestre de 2012. Contará entonces, se congratulan sus impulsores, con una potencia total instalada de 50 MW, suficiente para atender las necesidades de electricidad de 360.000 personas.