“Los mejores bogadores del Cantábrico están en Bermeo”

Felicidades por la auténtica exhibición realizada por Urdaibai en la bandera de Zarautz.

—Eskerrik asko. En las dos regatas disputadas en Meira y Boiro no dimos nuestro mejor nivel y en Zarautz hemos vuelto a ser nosotros mismos y a recuperar las buenas sensaciones. Hemos sido superiores a nuestros rivales en las dos jornadas y además creo que hemos remado muy bien. Nos hemos rearmado para afrontar las cuatro últimas regatas de la Eusko Label Liga y la bandera de La Concha.

Después de dos regatas más que discretas en Galicia, ¿le ha sorprendido la superioridad mostrada en Zarautz?

—Nunca esperas ganar con tanta ventaja respecto a los rivales, pero creo que en varias regatas esta temporada hemos logrado la victoria sin vernos obligados a apretar en el último tramo. Tenemos perfilada una tripulación que cuando sale a competir muestra un rendimiento muy alto. En cualquier caso, y a pesar de las ventajas obtenidas en las dos jornadas de la bandera de Zarautz, tenemos los pies en el suelo y respetamos mucho a nuestros rivales.

¿A su juicio, la distancia entre Urdaibai y sus más directos rivales es tan grande como demuestran los 32 segundos de ventaja al segundo clasificado en Zarautz?

—Yo creo que cuando Urdaibai ofrece su mejor nivel está un peldaño por encima del resto. No sabría decir si la distancia es la que revelan las dos jornadas de Zarautz. Siempre hemos dicho que tenemos una plantilla con remeros de gran nivel. Me atrevería a decir que los mejores bogadores del Cantábrico están en Bermeo y cuando ese motor carbura bien hace estragos como ha demostrado esta temporada en varias ocasiones. Además, cuando vienen mal dadas este equipo saca a relucir su cohesión y su fuerza. Después de lo ocurrido en Galicia hemos dado un puñetazo en la mesa para poner las cosas en su sitio.

“Espero que la trainera navegue más rápido todavía”

¿Han analizado lo sucedido en las dos regatas de Galicia?

—No hay una única razón que explique lo sucedido en Meira y Boiro. Decidí probar unas cosas y realicé una serie de cambios en la tripulación y en las medidas de la trainera y está claro que no acerté ni el sábado ni el domingo. El sexto puesto en Boiro me rompió todos los esquemas. No esperaba quedar tan atrás y que nos sacaran tantos segundos de ventaja. No obstante, en el deporte suelen pasar estas cosas, más si cabe cuando se trata de una competición en equipo en la que participan catorce deportistas. Lo importante es que supimos encajar el golpe, mantener el liderato y recuperar nuestra mejor versión.

¿Esos malos resultados provocaron dudas en el seno del equipo?

—Para nada. Ya en la primera jornada de la liga comenzaron los rumores que cuestionaban el rendimiento de Urdaibai. Siempre llegan desde fuera. Que la trainera favorita no cumpla las expectativas siempre provoca mucho morbo. En el seno del equipo hemos mantenido la tranquilidad porque vemos que la trainera navega muy rápido. Confiamos en nuestras posibilidades.

Con nueve puntos de ventaja sobre Zierbena y Hondarribia a falta de cuatro jornadas, ¿se podría decir que la Eusko Label liga está vista para sentencia?

—Pienso que la tenemos bien encarrilada pero siempre puede acontecer algún accidente como le sucedió a Hondarribia el año pasado en Getaria. En cualquier caso, somos un equipo ganador y saldremos a por la victoria en Ondarroa, Getaria, Bermeo y Portugalete. Veo muy fuerte a mi equipo.

Teniendo en cuenta que sólo restan unos días para la bandera de La Concha y con la liga bien encarrilada, como dice, ¿cómo afrontará Urdaibai las dos próximas regatas de la liga?

—La mejor manera de preparar la bandera de la Concha es mantener el excelente nivel mostrado en Zarautz. Yo como entrenador tengo que gestionar un equipo de 21 personas con el objetivo de ganar todas las regatas que quedan. No obstante, hay que mantener la cabeza fría y gestionar los esfuerzos de cada remero. Quedan pocos días para las regatas de la Concha y no podemos fallar.

Si Bermeo partía como favorito para la presente temporada, las últimas exhibiciones refuerzan esa condición. ¿Ese “todos contra Urdaibai” puede volverse contra ustedes?

—Tengo una plantilla de remeros con mucha experiencia que saben gestionar ese tipo de situaciones. Estamos tranquilos porque sabemos que estamos trabajando bien y los resultados avalan esa labor. Mantenemos los pies en el suelo. No hay más secreto que el trabajo diario. Nuestros remeros son muy buenos, los mejores, pero aquí se trabaja mucho y bien.

Uno de los objetivos en su segunda temporada al frente de la ‘Bou Bizkaia’ era que la trainera navegara más rápido que el año pasado. ¿Lo ha conseguido?

—Yo creo que sí. Hemos logrado más banderas que el año pasado, las diferencias respecto a nuestros rivales han crecido y la ventaja de puntos en la clasificación es mayor que la temporada pasada. Me tildaron de loco cuando a principio de temporada dije que quería mejorar los resultados del 2022, en el que ganamos Liga y Concha. A día de hoy podemos asegurar que estamos cumpliendo nuestro objetivo pero nos falta poner la guinda al pastel y lucharemos por conseguirlo.

¿Urdaibai ha tocado techo?

—La trainera está ofreciendo un rendimiento muy bueno pero creo y espero dar una vuelta de tuerca más y navegar aún más rápido, si cabe, en las regatas que restan por disputar. No será fácil, pero yo como entrenador tengo que intentar obtener el máximo rendimiento de mi equipo y no cejaré en el empeño.

¿Tiene decidido el equipo para La Concha?

—Prácticamente sí. He tenido mucho tiempo para hacer todas las probaturas posibles y tengo perfilada la tripulación para las regatas de Donostia. En cualquier caso, hay que mantener la tensión en la plantilla hasta el último día porque siempre pueden acontecer imprevistos o lesiones de última hora.

Urdaibai no ha ganado la bandera de Bermeo desde 2016 con usted remando en la banda de estribor.

—Desconocía ese dato pero no cabe duda de que ganar la bandera de nuestro pueblo es uno de nuestros grandes objetivos en este tramo final de la temporada. No es fácil ser profeta en tu tierra pero intentaremos que la bandera se quede en casa.