LA clasificatoria de la Bandera de La Concha es conocida como la regata del miedo. No concede segundas oportunidades y un grave error puede propiciar que uno de los objetivos del año simplemente no pueda ser ni peleado. Es una cita llena de tensión, pero normalmente en la bahía donostiarra siempre acaban estando los mejores botes de la temporada. La regata arrancará hoy, a partir de las 18.00 horas, y además de la plaza segura de Donostiarra, en su condición de anfitrión, las cinco mejores traineras parece que lograrán clasificarse. A continuación, Ondarroa y Kaiku esperan hacerse con una de las otras dos plazas que quedarían en juego. Dos clubes que el año pasado no estuvieron en La Concha. Equipos históricos obligados a reinventarse. Los sestaoarras quieren que lo del curso anterior solo sea un pequeño lunar, mientras que los ondarrutarras, que llevan más de dos décadas sin competir en los dos primeros domingos de septiembre, esperan acabar con la racha.

La temporada de los ondarrutarras es una clara progresión. Comenzaron lejos de los primeros clasificados, sin apuros a la hora de mirar hacia abajo, pero sin muchas opciones en la segunda tanda. Pero, a partir del parón de julio, todo cambió. Ondarroa despegó y llega a la Bandera de La Concha en su mejor momento. “El equipo ha mejorado y está con mucha ilusión. Creo que tenemos opciones para entrar y, sabiendo que la cosa siempre está complicada, el truco es que no se puede fallar”, comenta Iñaki Errasti. La temporada pasada la Antiguako Ama se quedó a solo dos segundos de clasificarse y el entrenador de Usurbil cree que “este año tenemos más opciones de meternos”.

Ondarroa es séptimo en la clasificación de la Eusko Label Liga y en las últimas regatas su rendimiento ha crecido considerablemente, hasta llegar a ganar en alguna ocasión la segunda tanda. Las bases son buenas para afrontar la contrarreloj de hoy y acabar con una maldición en la bahía donostiarra de más de veinte años. Una situación que no agarrota a los ondarrutarras. “No tenemos ninguna presión, lo que sentimos es ilusión. El equipo sabe lo que cuesta estar ahí arriba y hace no muchos años estaban en la ARC-2. El año pasado nos quedamos fuera a catorce segundos del primero. Hicimos una buena regata, pero siete botes fueron más rápidos que nosotros”, recuerda Errasti.

“Tenemos opciones” Mucho menos tiempo sin competir en la bahía donostiarra lleva Kaiku. Es únicamente un año de ausencia, pero en este periodo mucho han cambiado las cosas en el club sestaoarra. La tripulación de la Bizkaitarra que compitió en 2017 es muy diferente a la de ahora. Las expectativas eran luchar por acabar en lo más alto, solo valía pelear por la victoria, y en esta nueva era las metas son mucho más humildes. “Las circunstancias del club han cambiado y el presupuesto no es el que había años atrás. La filosofía es que remen los chavales del club, pero siempre existe esa presión de que es Kaiku y tenemos que aspirar a lo máximo”, afirma Carlos Rodríguez.

Kaiku domina la primera tanda de la Eusko Label Liga, pero le falta dar un pasito más para entrar entre los ocho primeros clasificados, puesto que le otorgaría una plaza en la cita donostiarra. “Aunque estamos llegando un poco justo al final de la temporada, creo que tenemos opciones para entrar”, declara el entrenador de la Bizkaitarra. Los sestaoarras han cumplido los objetivos ligueros con creces y han superado las expectativas que les colocaban en la lucha por la permanencia. Ahora, quieren finalizar el curso de la mejor manera. “Queríamos no pasar apuros y quizás lo conseguimos demasiado pronto. Por eso las expectativas se han venido un poco arriba. Ahora, si queremos decir que hemos hecho una temporada buena, tenemos que entrar en La Concha”, afirma Rodríguez. Estar en la regata más prestigiosa de la temporada es un reto complicado para Kaiku si se mira la clasificación, pero los sestaoarras quieren romper la estadística y dejar fuera a uno de los favoritos.