BILBAO. La Bandera de Zarautz surge en el calendario como el antecedente perfecto de la Bandera de La Concha. Es una de las citas que más deseo surge entre los remeros y la prueba definitiva antes de la cita donostiarra. Depósito lleno de confianza para los ganadores y dudas entre los que rinden por debajo del nivel esperado. En este examen Hondarribia confirmó que el bote dubitativo de principios de temporada quedó en el pasado. Se desenvolvió a la perfección en la calma del sábado y ayer, con una ola mucho más marcada, también dominó. Los hondarribitarras ganaron más que una bandera. Fueron la mejor trainera en un fin de semana muy exigente y su tendencia es claramente al alza de cara al final de temporada. Los que no marcharon de Zarautz con una buena imagen fueron la mayoría de loas embarcaciones vizcainas. Santurtzi y Zierbena se despidieron pronto de la lucha por la bandera y Urdaibai quedó tocado por un final que le hizo perder su tanda.

Aunque no todo fue tristeza entre los botes vizcainos. Ondarroa terminó con una sonrisa en la segunda tanda. A pesar de no tener aspiraciones de hacerse con la bandera, los ondarrutarras acabaron con muy buenas sensaciones la jornada de ayer y pusieron la guinda a su actuación con la victoria en la segunda tanda gracias a un último largo soberbio. La Antiguako Ama aguantó bien la poderosa salida de Donostiarra, pero cuando Urdaibai dio un paso adelante, la manga dio un vuelco. Los bermeotarras remontaron en el segundo largo, cogieron la proa de la regata poco antes de la ciaboga y disfrutaron de brancas. La ventaja de la Bou Bizkaia creció hasta los ocho segundos y enfiló las últimas paladas con un colchón de garantía. Sin embargo, el buen hacer en popare de la trainera ondarrutarra dejó en nada el esfuerzo de Urdaibai. Ondarroa encadenó olas para recortar la distancia y en los últimos metros se puso en cabeza. En una txanpa final llena de emoción, las dos traineras entraron a la par y tras consultar con la foto finish la Antiguako Ama consiguió el mejor tiempo por dos centésimas.

Las tostas de la Antiguako Ama reflejaron la alegría por el buen trabajo realizado. La otra cara de la moneda fue Urdaibai. Silencio absoluto tras cruzar la meta y alguna que otra lágrima. Ese querer y no poder que ya se repite con demasiada frecuencia. La Bandera de Zarautz fue un objetivo marcado por los bermeotarras, Joseba Fernández ya declaró que era una regata que les hacia especial ilusión. Esa motivación no tuvo el efecto esperado. La Bou Bizkaia no solo se quedó sin la victoria, las sensaciones tampoco le acompañaron. Sin poder pelear claramente por la victoria en ningún momento y con un último largo que les dejó tocados. Urdaibai no acertó a la hora de remar en popare y desperdiciaron una gran ventaja. Más dudas en un momento en el que los equipos deberían acercarse a su punto más álgido, tanto física como mentalmente.

La emoción de la segunda manga no se repitió en la tanda de honor por culpa de Hondarribia. Los tiempos anteriores fueron superados desde la txanpa inicial y quedaron disipadas las pocas dudas que quedaban de que la bandera sería cosa de los cuatro mejores de la Eusko Label Liga. La Ama Guadalupekoa marcó el mejor tiempo en la primera ciaboga y Orio mantuvo las esperanzas de dar la vuelta a la situación a pesar de las desventaja acumulada el día anterior. No fue el caso de Santurtzi y Zierbena. La Sotera no pudo tener continuidad en su remada y Zierbena sufrió mucho en popare. La cuadrilla preparada por Juan Zunzunegui no tuvo su día. Poco después de realizar la maniobra, perdieron muchísimo tiempo. Los primeros metros de vuelta fueron duros para los galipos. Incapaces de navegar con comodidad y cada vez más lejos de la cabeza. La buena noticia para Zierbena fue que a pesar de tener un día tan aciago, acabaron cuartos.

Por delante, Hondarribia siempre fue a más y la resistencia de Orio murió definitivamente en el tercer largo. La Ama Guadalupeko disfrutó en aguas de Zarautz. Esa remada que tantos triunfos dio a los hondarribitarras en el pasado apareció de nuevo. Larga y sin prisa. Haciendo que el agitado campo pareciera una piscina. La trainera de Hondarribia bogó pegada a la superficie marina, atravesando las olas que chocaron contra su proa. Y a la vuelta llegó la celebración. Sin perder el ritmo realizaron otro gran largo para asegurarse luna de las banderas más prestigiosas del calendario.