donostia. Injusto o no, a los remeros se les mide por el número de Conchas con el que cuentan en su palmarés. No hay remero que no esconda su decepción o temor por retirarse sin haber podido celebrar un triunfo en la bahía donostiarra. Si en un extremo están los que no han tenido la fortuna de estar sentados en la bancada adecuada en la temporada adecuada, en el otro está José Luis Korta.
Mesías o diablo. Amado y odiado. El de Ortzaika pasa a la historia como el hombre que más Conchas ha ganado. La de ayer supone la décimo sexta ocasión en la que el entrenador oriotarra se lleva el tesoro más preciado del año para su club. Su argumento de "soy el que más ha ganado, pero también el que más ha perdido" se queda un tanto tibio cuando uno mira a los números de la regata donostiarra. No hay club en el Cantábrico que no sea consciente de que sus opciones de salir vencedor por la rampa de Donostia suben como la espuma una vez que se cuenta con los servicios de José Luis Korta. Kaiku, por ejemplo, ha sumado las seis Conchas de sus vitrinas en cuatro décadas diferentes, pero en todas ellas ha tenido implicado de alguna manera a José Luis Korta.
El primer triunfo del hoy técnico kaikutarra fue en 1970 como remero de Orio, el club en el que se forjó como remero. Enfundado en el amarillo ganaría tres de las ocho Conchas que cosecharía en su carrera como remero, las de 1970, 1971 y 1972. Un año después, enrolado en las bancadas de Lasarte Michelin, volvería a triunfar a orillas de la isla de Santa Clara.
Como remero también ganaría las Conchas de 1978, 80 y 81 en Kaiku, las primeras del club sestaoarra, y en 2001 con Castro. Se da la circunstancia de que ese año, en la segunda jornada, el propio Korta ejercería como patrón. Fue la penúltima vez que ganaría el trofeo dentro del bote. Antes, también con el remo largo, ganaría las Conchas de 1992 y 1997 para Orio.
Ejerciendo solo de entrenador, José Luis Korta cuenta las Banderas de 1982, 2009 y 2012 para Kaiku, la de 1996 para Orio y las de 2002 y 2006 para Castro. En esta última, además, estableció el récord de La Concha, la única vez que una tripulación ha conseguido bajar de los 19 minutos en las aguas donostiarras. Ayer consiguió el cuarto mejor tiempo de la historia de la regata.