¿Cómo surge la idea de presentarse a la presidencia de la Federación de Bizkaia de pelota?

—Llevábamos dos o tres años polemiquillos, en los que cada vez se hacían menos cosas. El equipo que nos hemos presentado somos amigos antes que nada. En las últimas quedadas siempre hablábamos de la situación federativa, así que un día pensamos en que si lo veíamos así, podíamos presentarnos. Le dimos forma y seriedad y hasta hoy.

¿Cuáles son los objetivos en la presente legislatura?

—El más importante, el básico, es que tanto los pelotaris como los clubes se sientan identificados con la Federación. También que la Vizcaina sirva de cachava para los clubes que tienen más dificultades. Además, todos los componentes de la Junta somos pelotaris en activo y deseamos que el pelotari juegue cuantos más campeonatos, mejor.

Una de las cuestiones que tenían en su programa era el regreso de un circuito veraniego.

—Antes había un Open que el pelotari estaba deseando disputar, porque el frontón estaba lleno y había otro ambiente. Queremos recuperarlo y darle una vuelta, porque era costoso para algunos clubes. Nos interesaría hacer un proyecto global para el verano, que para el de 2021 será difícil, en el que se haya conseguido una inversión anterior del 50% en patrocinios.

Otro de los aspectos a tratar es la tecnificación.

—Es otro pilar. Tenemos que plantear una tecnificación anual, que iría cambiando durante el curso según las necesidades. La idea es que haya un entrenamiento técnico semanal. Sería solo uno porque no queremos que se haga un superclub en la Federación de Bizkaia y así dejar a los clubes sin sus mejores pelotaris. El plan es que no dé solo cobijo a los de Élite o de Primera. Tres meses antes del Grabni, entretanto, se haría una selección para entrenar a los que representarán a Bizkaia. Habrá tecnificación también de pelota femenina.

¿La intención es mejorar los resultados de Bizkaia en el Grabni?

—Es el único examen de la Federación en el ámbito deportivo. Este primer año será complicado que saquemos resultados, pero en un plazo medio debería de verse la mejora.

¿Qué aspiraciones tienen respecto a la pelota femenina?

—Queremos que todos los torneos que se disputan en categoría masculina se jueguen también en la femenina. La intención es que jueguen a mano, a paleta goma y a paleta.

En escolar hay movimiento.

—Hay clubes que tienen muchos niños y otros que no tantos. Hace años los pórticos de las iglesias estaban llenos de chavales jugando con una pelota goxua o una de tenis. Cada vez veo a menos. Creo que de la cantidad viene la calidad. Tenemos que invertir tiempo en el deporte escolar.

¿Cómo se atrae a los niños y las niñas a la pelota?

—Lo que tenemos que hacer, no solo la Federación, sino también las empresas profesionales, es hacer el deporte divertido, atractivo. Por ejemplo, si en un pueblo hay frontón descubierto, jugar allí en verano. En definitiva, que sea accesible.

Imanol Arrese -vicepresidente-, Mikel Beldarrain -responsable del área de deporte escolar-, Naia Ouro -responsable de pala-, Aitzol Galletebeitia-responsable de cesta-, Aitor Arabiourrutia -responsable de trinkete-, Ander Elezkano e Iñigo Aurtenetxe -responsables de mano-, junto con usted, forman una plancha muy joven. ¿La idea es modernizar la pelota?

—Es un tema delicado. Es un deporte tradicional de Euskal Herria y no vamos a hacer la revolución. Queremos volver a recuperar la pasión, que se llenen los frontones. ¿Dar una vuelta de tuerca después de eso? Quizás sí. No me cierro a nada.

Pueden aportar punto de vista diferentes...

—Sí, pero eso no es revolucionar. Por ejemplo, en las redes sociales vamos a estar activos, para que los eventos no lleguen solo a los clubes, sino también a los pelotaris. Revolución en la gestión, toda y más. Queremos aportar frescura.

Toda la Junta Directiva está federada. Podrían surgir suspicacias sobre si benefician a sus propios clubes.

—Si eso fuese así, la Junta estaría compuesta por varios componentes de mi club -Kurene de Sopela-; sin embargo, hemos intentado que en la plancha haya una representación general de Bizkaia para que no sucedan este tipo de cosas. La gente puede pensar eso, pero no me quita el sueño.

¿Saben qué se van a encontrar en el plano económico en la Vizcaina?

—Espero encontrar una Federación saneada, pero no lo sé a ciencia cierta. Una cosa es lo que se dice y otra, lo que hay en los libros de cuentas. Esta semana haremos el traspaso.

¿Qué relación esperan tener con las empresas profesionales?

—Todas las relaciones en torno a la pelota tienen que ser buenas. Deseo que sean lo mejor posible. Los futuros profesionales son los federados de hoy. Es una relación bilateral.

¿Qué opina de la reivindicación de los derechos de formación?

—Los que tienen que llevarse bien con la pelota federada son los profesionales, porque viven de ella. El campo aficionado es de voluntariado o con trabajos complementarios. Así, los profesionales son los que tienen que mimar a los clubes y a los pelotaris. ¿Derechos de fomación? No estaría mal, porque hay clubes que se toman su trabajo muy en serio. Hay entrenadores que toman a los pelotaris como a sus propios hijos. Tiene que haber un sistema para incentivar a esos clubes. Sería bueno también para la pelota profesional.

¿Cómo se fortalece la posición de los clubes?

—Más que nunca tenemos que hacer mucha labor de comunicación. Haremos reuniones zonales y encuestas, para que haya una reflexión conjunta con respecto a los anteproyectos. Será trabajar sobre seguro.

¿Cómo trabajarán con la cesta?

—La cesta es una modalidad olvidada, que se ha gestionado desde su zona. Nuestro responsable de cesta es muy activo y ya el mismo domingo hizo una reunión con los responsables para establecer cómo trabajar.

¿Y en el trinkete?

—Queremos que la gente se apunte y juegue. También habrá tecnificación.

La intención es que el pelotari no deje la actividad.

—No vamos a gestionar la Federación solo para los mejores. Tiene que haber un sistema de competición para todos los niveles y regularlo para que no haya parejas de Primera en Tercera y lo arruinen.

¿La Federación de Gipuzkoa, con una gran representación en profesionales, y la de Nafarroa son un ejemplo a seguir?

—Hay que copiar a los mejores. Ambas los están haciendo muy bien. Vamos a intentar llevarnos bien para tener sinergias y echarnos una mano en todo lo que podamos.