El pulso de los quince manistas de Baiko Pilota -más los cuatro no renovados: Eskiroz, Víctor, Laso y Mariezkurrena II- a su empresa pasó el viernes a un nuevo estadio con la suspensión cautelar de la final del Campeonato de Parejas que se iba a celebrar hoy en Bilbao por parte del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. El grupo, no obstante, sigue demandando transparencia y comunicación.

El colectivo de pelotaris de Baiko está inmerso en la segunda semana de movilizaciones de las tres previstas en un inicio. ¿Cómo se encuentra el grupo?

—Estamos todos muy unidos y muy convencidos de que esta lucha es muy justa. Estamos con muchos ánimos y evidentemente con ganas de resolver el conflicto con la empresa. Veo al grupo muy fuerte.

El viernes se anunció que se paraliza la disputa de la final del Parejas de forma cautelar por parte de los jueces del TSJPV. ¿Cómo lo valoran?

—Muy positivamente. Que se nos hayan estimado las medidas cautelares quiere decir que hay motivos suficientes para pensar que el día de la semifinal entre Ezkurdia-Martija y Agirre-Albisu se vulneraron nuestros derechos a la huelga. Eso aún está pendiente de un veredicto. Esta noticia ha sido importante para todo el colectivo.

Se trata de un acicate más para el grupo de cara a seguir defendiendo su posición en el conflicto, ¿no?

—Sin duda. Sin embargo, sí que tenemos claro que este conflicto no lo vamos a solucionar en los tribunales. Esto se tiene que arreglar sentándonos en una mesa y negociando de buena fe. Es lo que hemos solicitado desde el primer momento.

Supongo que los manistas también valorarán muy positivamente el sacrificio personal y profesional de Agirre y Albisu al decidir no presentarse en una semifinal del Parejas, con lo que ello implica, para pelear por el conjunto de la plantilla.

—Sí. En cuanto al Parejas está claro que han hecho un sacrificio por el grupo. Al final, esto es una lucha colectiva y tiene que primar el beneficio grupal a los intereses personales. Después, hay que tener en cuenta que llevamos meses con el asunto y estamos buscando llevar a cabo un convenio colectivo y mejoras para todos. Eso requiere que a veces uno tenga que sacrificar lo suyo para mejorar lo de todos. En este caso, el mayor sacrificio ha sido de Jon Ander Albisu, que disputó todo el campeonato -jugó con Unai Laso hasta las semifinales, cuando la empresa no renovó al delantero navarro, el mejor en su demarcación en toda la campaña-, lleva diez años en Primera y estaba ante una buena oportunidad de sacar una txapela que se le ha resistido hasta hoy. Tras estar tanto tiempo en la élite y tener la opción de buscar el título, apostar por las movilizaciones por los derechos, condiciones mínimas y dignidad es un gesto de absoluto campeón. Se lo agradecemos también a Asier Agirre, pero Albisu es el que ha estado desde el inicio. Se ve qué tipo de persona es. Es todo un referente.

Esta lucha transciende todo lo deportivo.

—Claro. Los objetivos colectivos están por encima de lo particular. En caso contrario, el grupo no avanzaría. En este sentido, Jon Ander y Asier se arriesgaron bastante, pero por lo menos conseguimos las medidas cautelares y esperamos que el veredicto sobre si se vulneró el derecho a la huelga o no salga a favor nuestro y puedan disputar la semifinal que se merecen.

El miércoles 7 de octubre tuvieron la primera y única reunión con José Ramón Garai, patrón de Baiko, y se han vuelto a citar para el martes.

—Por una parte, hemos estado nueve días sin saber ni una sola noticia de la empresa. La cita llegó el viernes, casualmente, una hora después de que salieran a la luz las medidas cautelares de la final. Por otra, el miércoles Baiko programó un festival para el viernes en Bilbao con tres partidos en los que participaban ocho pelotaris movilizados. Es inusual una cartelera en el Bizkaia un viernes por la tarde y rellenada con ocho huelguistas. No creemos que la actitud que están teniendo sea la que pide este conflicto. La reunión será el martes y esperamos que sea diferente a la anterior.

¿Siguen manteniendo sus peticiones; entre ellas, la transparencia económica y la negociación con los cuatro pelotaris no renovados -Eskiroz, Víctor, Laso y Mariezkurrena II-?

—Respecto a la transparencia económica, se la pedimos en la reunión con un plazo de siete días y no supimos nada hasta el viernes, que nos citaron para la reunión antes mencionada. Esperamos que traigan las cuentas. Además, solicitamos que se sienten a negociar con los cuatro no renovados, que el régimen interno sea anulado y se acuerde otro entre los trabajadores y la empresa, empezar a llevar a cabo un convenio colectivo... Aun así, si estamos en huelga es porque es la última opción que teníamos y porque luchamos al ver que nuestra dignidad como trabajadores estaba en peligro; así como por unos mínimos laborales que no tenemos y exigimos.

Se trata de apuntalar el futuro.

—Muchos de nosotros dentro de unos años ya no estaremos en la pelota profesional, pero después de tanto tiempo creemos que ya es hora de que los pelotaris sean considerados trabajadores y tengan su convenio colectivo y condiciones mínimas para que la empresa no pueda hacer siempre lo que le apetezca. Queremos proteger a los pelotaris; sobre todo, a los que llegarán en el futuro, que podrán disfrutar de lo que consigamos. Es el momento de abolir las reuniones individuales y que se hable con el colectivo. Es decir, otro tipo de relación laboral.

Si bien comentaba el festival programado para el viernes, la empresa montó otro para hoy con la intención de sustituir la final suspendida por los jueces en el que debutará Iker Larrazabal.

—No hay nada contra Iker, pero el colectivo no entiende que Baiko no haya querido renovar a unos pelotaris con gran presente y futuro por delante, achacándolo a la necesidad económica, y haya seguido con nuevas incorporaciones. No se entiende. Pedimos que se dialogue con los cuatro que no están en plantilla y la empresa sigue fichando. Por otro lado, lo ideal para el debut es hacerlo cerca de casa o de los tuyos, pero da la sensación de que lo están haciendo para rellenar festivales para tener ese día atado y programar el partido por televisión. Los festivales que estamos viendo últimamente son muy inusuales y el pelotazale se da cuenta. No es casualidad. Están intentando hacer los festivales que pueden y como pueden para darlos por televisión.

En la empresa hay una serie de compañeros que no quisieron formar parte del colectivo.

—Hemos escuchado a algunos en los medios de comunicación que decían que quizás se les achacaba insolidaridad por no haber estado con el grupo, pero defendían haber sido solidarios por bajarse el sueldo. Eso sí es solidaridad, pero con la empresa, no con los pelotaris. También se comentó que hubo separaciones del grupo porque no era el momento de pedir nada. Sí que es verdad que esas separaciones existieron desde el inicio, pero el colectivo no solicitaba ni mejoras económicas ni de condiciones, únicamente una reunión con la empresa. Y no nos la dieron. Nosotros no pedimos nada más que información. En cuanto a la postura, hay tres pelotaris que tomaron la decisión de salir del grupo y ellos sabrán por qué. Nos hubiera gustado que habrían estado con nosotros. De hecho, si lo hubieran hecho, seguramente no estaríamos en esta situación.

También se están añadiendo debutantes.

—Acaban de aterrizar y tendrán que pensar qué quieren hacer. En este conflicto es imposible no posicionarse. En el medio es imposible estar. Entendemos que para los nuevos es una situación difícil, pero tarde o temprano tendrán que decidir. Hay que tener en cuenta que lo estamos haciendo también por ellos: dietas, sueldos mínimos, mecanismos ante la empresa para luchar por sus intereses...

Prosiga.

—El debutante tiene mucha ilusión, pero tiene que darse cuenta a dónde ha llegado. La pelota profesional está idealizada. En realidad, somos trabajadores que, teniendo en cuenta todos los gastos, ganamos poco al debutar; que haciendo méritos deportivos cuesta que te los compensen económicamente; al no haber un convenio no tenemos condiciones mínimas... Ante esa idealización también hay un punto de precariedad. No es para nada tan bonito como parece desde fuera. Nosotros queremos mejorar sus condiciones.

La semana próxima serán sus últimos cuatro días de movilizaciones. ¿Contemplan alargarlas si no se logra un acuerdo?

—Sí. Si el conflicto sigue en pie y la empresa continúa con la misma actitud, seguiremos con las movilizaciones y haciendo más convocatorias de huelga si hace falta.