EL futuro de la pelota a mano femenina tocó a la puerta del Laboral Kutxa Emakume Master Cup en el pasado Cuatro y Medio. Fue la primera edición del torneo en la que se introdujo un cambio sustancial con el material. La pelota mixta, más veloz, dura y exigente que la goxua, se arracimó a una competición ya consolidad en el calendario anual del deporte. Miriam Arrillaga saboreó el laurel de la txapela en Barakaldo. Fue pionera. Montó en el Delorean. La llegada de nuevos aires se transformó en un ventarrón. El material se transformó en una cuestión capital para las deportistas, puesto que la mayoría de las pelotaris provenían de un estado de barbecho de años sin opción de probar la pelota a mano. Las más jóvenes, entretanto, mantenían el contacto de formación con la pelota mixta, por lo que su adaptación fue rodada. No así para las más mayores.

Olatz Arrizabalaga (Gernika, 1997) y Gentzane Aldai (Orozko, 1994) varean el Parejas con la virtud del camaleón. Las vizcainas disputarán mañana la semifinal del Master Cup en Beasain frente a la dimoztarra Amaia Aldai y Arrate Bergara, a partir de las 12.00 horas. La gernikarra y la orozkoarra provienen de la pelota goxua. Personifican la evolución. Con éxito. "Al principio de la temporada tomamos la decisión de dejar el mano a mano para jugar con la goxua y empezar a ensayar con la mixta", concreta Arrizabalaga. Fueron bien las cosas y "decidimos participar en el Parejas". Tránsfugas. "Nos hemos adaptado bien. Además, venimos desde atrás y hemos podido coger confianza", añade la delantera gernikarra. Desentrañaron el puzle.

Con todo, las dos pelotaris confirman que la sensación es que el cambio del material es el "futuro". "Es el paso que hay que dar antes o después. Era nuestra intención, pero hemos llegado antes de lo previsto. En los entrenamientos nos hemos ido encontrando a gusto, nos hemos preparado físicamente y las lesiones nos están respetando. El cambio es acertado", concreta Gentzane Aldai. Esas palabras las corrobora Arrizabalaga: "El Master Cup lleva unos tres años, un tiempo suficiente para adaptarse. Al principio, cuando empezamos, muchas veníamos de pala o de otros deportes. Estos años hemos aprendido jugar con la goxua y la gente exige ahora ese punto de dificultad. Nos pide más. El nivel va subiendo y la pelota a mano femenina tiene que ir mejorando".

El paso del tiempo, no obstante, es uno de los problemas para las más veteranas. "Las pequeñas vienen con la mixta y no van a dar el paso atrás. Tenemos que adaptarnos", recita la delantera, quien declara que "en mi caso, llevaba sin tocar este material desde los 14 años. Las que vienen por detrás no han parado, por lo que controlan la pelota y tienen la mano hecha. Eso significa un sobreesfuerzo para nosotras, pero también disfrutamos de mucha ayuda". Unai Arrizabalaga, hermano de Olatz, ejerce como técnico de la pareja y, tal y como relata Aldai, "nos ha enseñado desde cero". "Partíamos con un hándicap. En mi vida ha habido un parón de catorce años, por ejemplo. Solo al retomar el deporte vas un paso por detrás del resto", remata la de Orozko.

Respecto al tema de las manos, prosiguen que "hemos aprendido a poner los tacos, cuestión importante, porque es más fácil tener mal de manos". "Al final toca cambiar el chip. Es cuestión de meter horas", manifiesta Olatz. Su zaguera, además, añade que "no me está costando mucho el cambio de material. Eso sí, siempre que digo que las manos me están respetando, me llegan los problemas. Cuando aprendes a protegerte, vas cogiendo la dinámica adecuada".

Tocar fondo para crecer Olatz Arrizabalaga y Gentzane Aldai compitieron juntos en 2019. "Fue un año complicado", recuerdan. "Al perder el Torneo Bizkaia dijimos que hasta ahí habíamos llegado como pareja. Pero en 2020 comenzamos bien y hemos ganado todo", analiza la de Gernika, mientras que su compañera afirma que "tocamos fondo, pero fue un punto de inflexión". "Fue un mal año. Sobre todo, el final, pero estamos dispuestas a superarnos", agrega Aldai.

De este modo, aunque al inicio de un campeonato con un GPS a lo desconocido, al no saber cuál iba a ser su adaptación, firmaban "alcanzar las semifinales", las vizcainas son "ambiciosas". "El partido contra Amaia Aldai y Arrate Bergara puede ir por cualquier lado. Está al cincuenta por ciento. Tenemos un juego similar", desbrozan. Las dos delanteras tienen un juego poderoso, mientras que en la zaga acumulan trabajo de contención. "Al principio, pensábamos en hacer un buen papel, pero ahora ¿por qué no vamos a pensar en la final?", sostienen. Destilan ambición en un perpetuo crecimiento hacia el Olimpo. Es el camino. Ni un paso atrás.

"Llevaba sin tocar este tipo de material desde los 14 años, lo que significa un sobreesfuerzo"

Olatz Arrizabalaga

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"La pelota mixta es el futuro, era un paso que había que dar antes o después"

Ge ntzane Aldai

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