Bilbao - Ante Iker Irribarria, Víctor Esteban (Ezcaray, 1993) cuajó un partido perfecto, sin fallos. Ya en cuartos de final del Cuatro y Medio, el riojano comparte liguilla con Erik Jaka, Jokin Altuna y Peio Etxeberria.

El pasado viernes realizó su debut en la presente edición del Cuatro y Medio con una gran actuación. Dejó en siete a Iker Irribarria.

-Sí. Fue un partido bueno, sobre todo, por cómo salieron las cosas: le di velocidad a la pelota, no cometí errores, desde el principio saqué bien y resté bien. Eso es importante. Me salió un partido redondo.

En los días previos a la eliminatoria, hizo hincapié en no cometer fallos. Lo bordó. No hizo ninguno.

-Era un partido muy importante para los dos, ya que significaba meterme en la liguilla de cuartos de final y dar un paso adelante. También estaba la incógnita de hacer más tantos -el perdedor con mejor tanteo también entraba-, por lo que quería hacer un buen partido. En caso de cometer pocos errores, tenía claro que iba a sumar. Los dos salimos con las mismas ideas. Le di velocidad a la pelota, vi que Iker estaba incómodo y me centré en eso.

Se le vio serio y no se fue en ningún momento del partido, cuestión que para su juego es fundamental, ¿no?

-Sí. Además, durante la semana hice entrenamientos buenos y eso da confianza. Así vas más seguro al frontón. Supe ejecutar lo que tenía pensado. Quizás al principio me costó más, porque estaba algo nervioso, pero a partir del 5-5 me empezaron a salir las cosas. Doy importancia a cómo me ejercité durante la semana. Iker no hizo un mal partido, pero no acertó.

¿Dispuso del tiempo suficiente para preparar con mimo el inicio del Cuatro y Medio?

-No he tenido el mismo tiempo que otros años, pero hice cuatro buenos entrenamientos antes de la primera eliminatoria. Antes de San Mateo me ejercité con Artola y Bakaikoa y la pasada semana estuve en Zalla con Peña II y con Alberdi. No ha sido el año que más entrenamientos he hecho, pero han sido de calidad. Si vas con la moral positiva, siempre es bueno. Hay veces que es mejor entrenar menos, pero bien.

¿Cómo le llegó el Cuatro y Medio?

-En San Mateo no me salieron las cosas del modo que esperaba al jugar con un zaguero de la talla de Zabaleta. Fue un varapalo, pero al día siguiente de la primera derrota llegó la presentación, así que me centré en lo que tenía por delante y fijé nuevos objetivos. Me vino bien para volver a ilusionarme, puesto que me encanta competir.

¿Usted mismo se notó tan bien desde el calentamiento de Zalla?

-Sí. La competición me gusta. Realmente se trataba de un partido en el que me jugaba mucho, porque he firmado un año de contrato y se te pasa por la cabeza que puede ser tu último Cuatro y Medio. Quería entrar en la liguilla. Durante el calentamiento veía que las cosas me salían. Me sentí muy a gusto. Eso es importante. Quizás mi segunda parte del partido fue lo mejor.

Los octavos son a cara o cruz, con mucha presión. Ahora, en cuartos de final, sin embargo, dispone de tres compromisos.

-Eso es. En la liguilla sigue habiendo presión, porque hay tres rivales complicados -Jaka, Altuna III y Peio Etxeberria-. El hecho de estar aquí te asegura tres partidos de nivel y eso te hace estar motivado. Algunos años he llegado al Parejas a la espera de alguna suplencia y eso te hace tener altibajos. Tener tres partidos ayuda a centrarse.

Será su cuarta liguilla de cuartos de final y en dos ocasiones rozó las semifinales.

-Estoy contento, porque ya sumo cuatro liguillas seguidas. En 2016 no gané ningún partido y el que más cerca tuve fue contra Altuna III en Donostia, que me adelanté 19-12 y perdí 19-22. Al año siguiente, me quedé fuera de las semifinales por un tanto: gané a Elezkano II y a Olaizola II, pero tenía que hacer 19 a Bengoetxea VI y me quedé en 18. El año pasado me la jugué en el último partido contra Jokin y caí contra los dos finalistas. El objetivo ahora es entrar en las semifinales, aunque sé que es complicado.

Abre mañana los cuartos contra Erik Jaka en Azpeitia...

-Es un gran rival. Erik llega al Cuatro y Medio en un momento dulce, le están saliendo las cosas. Tiene muchas condiciones. El año pasado tuvo la mala fortuna de lesionarse, pero sé que ahora está pletórico. Es muy complicado de ganar.

En 2017 usted le dejó en cuatro en Logroño. ¿Sirve de algo?

-Aquel día me salió todo. No podemos hacer caso a eso. En la pelota cada día es distinto.