ESTOY bien, a gusto”, desgrana Aitor Elordi (Mallabia, 1996). El vizcaino espera refrendar sus buenas sensaciones en el Manomanista de Segunda, competición en la que mañana quiere sellar el billete a la final. La semifinal ante Javier Zabala en el Adarraga de Logroño (17.30 horas) se antoja una prueba muy dura, siendo el pelotari local uno de los mayores activos de Aspe en la especialidad. El puntillero mallabitarra llegará repleto de confianza, después de derrotar con holgura a Beñat Urretabizkaia en cuartos de final (22-11) y hacerse con el cetro del Campeonato de Parejas de Segunda junto a Oier Etxebarria. Ante el todoterreno de Ikaztegieta, el delantero realizó un encuentro serio. “Fui capaz de darle la vuelta después de empezar perdiendo 0-5. Con el saque le hice daño y esa ventaja me hizo ganar el partido”, evoca.

Elordi únicamente mira hacia adelante. Quiere más. En su tercer curso en el campo profesional, el vizcaino quiere seguir sumando. “El Parejas lo disfruté, pero ya está pasado. No te puedes quedar estancado. En el momento en el que estés tienes que dar lo mejor de ti”, asevera el mallabitarra. El camino se hace andando. “Llevo un tiempo dando un buen nivel y es mi mejor momento. Quizás a parejas esté más acostumbrado, puesto que ha sido en la distancia que más he jugado, pero me siento a gusto con el salto que he dado y me veo para jugar mano a mano”, desgrana Aitor.

Javier Zabala será el adversario del de Mallabia. Le considera un “hueso”. “Todos los rivales son complicados, pero Javier entró fuerte en profesionales y la empresa quiso darle la oportunidad de competir en Primera. Por algo será. En aficionados siempre ha estado arriba”, declara Elordi. La clave estará en “defender y terminar”. El puntillero se ata a la agresividad. “Es mi forma de entender el mano a mano, porque si juego a bote, tengo todas las de perder”, analiza el manista. Por ahí pasan sus opciones. “Tengo que meter ritmo, aprovechar la volea para hacer daño por la pared y terminar en el momento que pueda. La clave estará en incomodarle”, argumenta. En el horizonte crece la oportunidad de una txapela que vale más que la simple lana, porque supondría el billete a Primera, a estar entre los gallos. “El objetivo siempre es llegar lo más lejos posible. Estar aquí ya es un buen premio, pero tras un título siempre quieres más”, desbroza Elordi. El futuro es muy goloso, pero la escalada es dura. “Sería una forma bonita de empezar el verano”, finaliza.