cADA inicio del Manomanista es un cóctel lleno de ilusión. Es la txapela más deseada, el sueño colorado de todos los pelotaris profesionales. La gloria en el campeonato lleva al Olimpo, pero la mera presencia en él hace que la alegría desborde en más de un protagonista. Peio Etxeberria (Zenotza, 1998) vive el presente mano a mano con la sensación única que produce el soñado debut. El navarro se estrena con los primeros espadas del cuadro y el domingo en el frontón Adarraga de Logroño iniciará este nuevo capítulo de su carrera ante Asier Agirre. Etxeberria se ganó en la previa el derecho de entrar en el Manomanista. Cumplió el principal objetivo y ahora todo es disfrutar. Sin nada que perder, sabe que sus opciones de hacer saltar la banca son escasas, pero eso no le borra de la cabeza el sueño de llegar a 22 y alargar su primera experiencia en Primera.

Aspe dio la oportunidad a Etxeberria de ganarse un sitio en el Manomanista. Aunque la pista de despegue preparada no fue sencilla. El escenario dibujado estuvo lleno de dificultades. El zenotzarra se enfrentó en el Adarraga a Javier Zabala, pelotari con muy poco bagaje en el campo profesional, pero un potencial tremendo para el mano a mano. Pero ni el público hostil con que se encontró, ni la pujanza del neófito impidieron que Etxeberria desplegara su juego y venciera por 22-11. “Me encontré bien en el partido y físicamente también me sentí bien. Aunque el resultado pueda hacer parecer lo contrario, fue un partido muy duro”, reconoce el delantero, que cree que una de las claves estuvo en la experiencia: “Era su segundo partido y eso se nota al final. También pudieron influir esos nervios de jugar en casa, a mí también me pasa que cuando juego ante los míos tengo esa cosilla en la tripa”.

El 22 abrió un nuevo capítulo en su andadura profesional. Las luces de Primera le enfocaron de lleno y un nuevo mundo apareció ante Etxeberria. Otro capítulo y otro nivel mucho más exigente. “Es algo bonito, no todos tenemos esta oportunidad y la verdad es que tengo muchas ganas de disfrutarla”, afirma. El navarro comprobó ya en el propio sorteo que este campeonato es algo diferente. “Sentí una ilusión increíble al estar ahí con los cabezas de serie. El primer sorteo es una experiencia especial. Cuando sacan las bolas, el ambiente que se crea? es muy bonito”, declara. El capricho de las bolas quiso que le tocara el primer choque contra Agirre. El vencedor se enfrentará a Beñat Rezusta y en lo más alto aparece Danel Elezkano como cabeza de serie.

con casi todo en contra Etxeberria sabe que las apuestas no saldrán a su favor en su estreno en el Manomanista. La experiencia de Agirre tiene mucho peso y el bagaje profesional del zenotzarra es muy escaso en el mano a mano. “Tiene más experiencia porque, además de jugar muchos partidos, ha jugado finales de Segunda. Si quiero ganar, tengo que hacer muy bien las cosas y creo que lo tendré difícil”, opina el delantero de Aspe, que cree que la clave estará en el saque y en el segundo pelotazo.

El delantero navarro vive la mejor cara del Manomanista. Sin embargo, su estreno profesional en todo el frontón no fue el esperado. Con muy pocas horas de cancha se enfrentó a Beñat Urretabizkaia y cayó con un contundente 22-4. “El año pasado llegué con confianza y me llevé un palo. Al final, te das cuenta de que todo el mundo juega mucho. Era mi primer partido solo en profesionales y para mí fue muy duro”, recuerda el de Zenotza.

Choque de realidad en la modalidad más exigente. Aunque no tiró la toalla. La pelota no para y da segundas oportunidades al que se las trabaja: “Esto sigue y entrenar día a día es lo que vale. Este año me han dado esta oportunidad y estoy muy agradecido”. Ahora, con los deberes hechos el único objetivo de Etxeberria es disfrutar y seguir mejorando para algún día cumplir el gran sueño: “Todos soñamos con la txapela del mano a mano aunque la veamos muy lejos. Todos tenemos ese deseo. Para mí estar aquí es un premio y cada ronda que pase va a ser un regalo. Es algo muy bonito”, finaliza el debutante.