uharte - José Javier Zabaleta (Etxarren, 1991) es el más veterano del cuarteto de finalistas del Parejas que se citarán el domingo en el frontón Bizkaia de Bilbao. Su conexión con Irribarria, pura potencia, asusta.

El domingo en el Bizkaia de Bilbao disputará la tercera final del Campeonato de Parejas de su carrera. ¿Cómo se encuentra?

-Me siento a gusto e Iker Irribarria también está bien. Por otro lado, sé que Elezkano II-Rezusta llegarán fenomenal al partido.

¿Vio el último encuentro de Elezkano II y Rezusta, quizás el más completo de su campeonato?

-No lo vi en directo, pero lo pude ver después por la noche. Hizo un día estupendo y me pasé toda la tarde fuera de casa, disfrutando. Apagué el móvil para no enterarme de nada. Me pareció que los finalistas realizaron un gran partido y dominaron a Altuna III-Martija.

En la liguilla de semifinales ganaron en el mismo escenario a sus contendientes por un holgado 12-22. ¿Sirve de algo ese precedente?

-No. Se trata de un partido diferente y con circunstancias diferentes. Aquí puede pasar de todo. Entran en juego factores como la tensión y los nervios.

¿Qué ha cambiado de Zabaleta desde que regresó de la lesión de la mano y el tobillo, que le tuvo once meses fuera de las canchas en 2015?

-Desde entonces llevo tres Parejas en los que me he sentido muy bien. Comencé con el preparador Iñaki Barbajero y me siento muy a gusto. También acudo a los entrenamientos de Tolosa con Justo Lillo. He cambiado un poco las rutinas y soy más constante. Las lesiones me están respetando y eso es vital para la carrera de un pelotari.

En concreto, ¿qué cambia Barbajero en usted?

-No podría decir algo en especial, pero sí que no dejamos ni un día sin entrenar. Trabajamos con temporadas largas. Llevo realizando el mismo entrenamiento desde que salí de la lesión. La constancia te hace crecer.

¿Está disfrutando más este Parejas que en los anteriores?

-Soy más maduro y estoy a gusto. Con Ezkurdia el año pasado nos sucedió algo parecido a lo que estoy viviendo con Irribarria. La diferencia es que el tramo malo inicial duró algo más de tiempo. Con Iker a partir de la cuarta jornada hemos ido para arriba.

Ha llegado con tres delanteros a la final del Parejas: Irujo (2013), Ezkurdia (2018) e Irribarria (2019). ¿Cambia su forma de jugar con cada compañero?

-No. Los tres son de características muy parecidas. Tienen poder y ayudan mucho al zaguero.

¿Qué recuerda del resto de Campeonatos de Parejas, en los que no pudo alcanzar el objetivo de la final?

-En algunos tuvimos auténtica mala suerte. Por ejemplo, mi lesión en el tobillo llegó en el peor momento del Parejas de 2015, cuando nos jugábamos entrar en la final en el último partido. Después, tuve que estar casi un año sin jugar. En 2017, Danel y yo completamos una buena actuación. Estaba con mucha ilusión, porque era mi primer campeonato tras el parón, y conseguimos llegar a las semifinales. Danel tuvo una lesión en la mano y no pudo rendir a su mejor nivel al final. Eso también me afectó.

¿La final del domingo les llega tanto a usted como a Iker en su mejor momento a nivel físico y de juego?

-Sí. Personalmente, creo que he ido hacia arriba. Irribarria, por su parte, ha dado un salto en las últimas tres o cuatro jornadas. Está a un gran nivel y estoy disfrutando desde los cuadros largos de ver cómo le pega.

Es usted el veterano de la combinación (28 años por 22 de Irribarria). ¿Tenía claro el patrón de juego que había que seguir?

-No. En estos últimos partidos no había que pensar en estrategias. Lo importante era sumar como pareja y estar centrados en cada tanto. Hemos recibido tacadas de tres o cuatro tantos durante algunos tramos y ni nos enterábamos. Ahora mismo estamos concentrados en cada instante, metidos en los partidos.

Si están enfocados, son muy peligrosos, pero hace referencia algunos lapsus durante la liguilla...

-Los despistes nos pasaban factura. Se nos escapaban los partidos por muy poco. Espero que el domingo sea un buen día.

¿Dónde está su margen de mejora?

-Pase lo que pase, en la final voy a seguir trabajando igual. Quiero mejorar como pelotari y considero que soy capaz.

Da la sensación de que es un hombre bastante frío.

-Soy un pelotari tranquilo. En los partidos importantes no me suelo poner nervioso. Me ha ido bien hasta ahora.