El incremento de los delitos contra la libertad sexual en Bizkaia preocupa a las instituciones. En los cinco primeros meses de 2025, la Ertzaintza ha tenido conocimiento de 162 casos de este tipo, un 19,12 % más que en el mismo periodo del año anterior. Esta cifra confirma una tendencia sostenida de aumento y sitúa la violencia sexual como una de las formas de violencia machista con mayor visibilidad y persistencia.

El dato se dio a conocer en el día de este miércoles durante la comparecencia de la diputada foral de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, Teresa Laespada, quien presentó la campaña Vigilantes de la Jaia en la playa de La Arena. Aunque el motivo principal de la convocatoria no era presentar cifras, la diputada abordó de manera clara la necesidad de afrontar esta realidad. “Las mujeres somos dueñas de nuestros cuerpos y de nuestras decisiones”, recordó. También hizo un llamamiento a los hombres para ser aliados activos en la erradicación de la violencia sexual y en el respeto de los derechos y libertades de las mujeres.

“Las mujeres somos dueñas de nuestros cuerpos y de nuestras decisiones”

Teresa Laespada - Diputada Foral de empleo, cohesión social e igualdad

Más allá del repunte de este año, el balance de 2024 ya reflejaba un incremento preocupante. Según los datos del Observatorio de la Violencia Machista de Bizkaia, elaborados a partir de los registros del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, el pasado año se contabilizaron 3.611 victimizaciones de mujeres por violencia machista en el territorio, la cifra más alta desde que existen registros (2003). De esas más de tres mil agresiones, 357 fueron delitos contra la libertad sexual, lo que supuso también un aumento respecto al año anterior (32 casos más que en 2023).

El agresor, casi siempre conocido

Los datos no solo apuntan a un crecimiento numérico. También confirman patrones estructurales que se repiten año tras año. Uno de los más significativos es el vínculo entre la víctima y el agresor. Tres de cada cuatro mujeres agredidas sexualmente conocían a su agresor. “Lo habitual no es la agresión en un callejón oscuro por parte de un desconocido, sino una agresión en contextos de confianza: un amigo, un compañero de trabajo, un jefe, un conocido, incluso un familiar”, explicó Laespada.

Este perfil de agresiones –en espacios cotidianos y perpetradas por hombres del entorno– complica la detección y denuncia. Por ello, la Diputación Foral de Bizkaia puso en marcha a finales de 2023 un servicio específico de atención a víctimas de violencia sexual, ubicado en el número 10 bis de la calle Ledesma de Bilbao. En el primer año y medio de funcionamiento, este recurso ha atendido ya a 198 mujeres, la mayoría de ellas en procesos que no requerían intervención urgente, pero sí apoyo continuado. En lo que va de 2025, el centro ha registrado 96 atenciones en fase de crisis y 235 casos de acompañamiento prolongado, además de 14 intervenciones jurídicas.

La violencia, más visible

“No necesariamente hay más violencia ahora que hace veinte años, pero sí hay más conciencia y más mujeres dispuestas a ponerle nombre y buscar ayuda”, subrayó en el día de ayer la diputada. De hecho, parte del aumento de las cifras se explica por ese proceso de identificación y visibilización. 

“Lo habitual no es la agresión en un callejón oscuro por parte de un desconocido, sino una agresión en contextos de confianza: un amigo, un compañero de trabajo, un jefe..."

Teresa Laespada - Diputada Foral de empleo, cohesión social e igualdad

La ley estatal de medidas de protección integral contra la violencia de género, del año 2004, y el Convenio de Estambul han servido como marco para ampliar la definición legal de la violencia machista y abrir nuevas vías de atención. En este sentido, la diputada recordó que no se trata solo de proteger a las víctimas, sino también de “desarmar las conductas machistas” que la generan. “No quiero que las mujeres seamos cuidadas, quiero que los hombres no hagan que tengamos que ser cuidadas”, sentenció.

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La lucha contra la violencia machista requiere una transformación social profunda: desactivar el patriarcado, educar en igualdad desde la infancia... Mientras tanto, las vías de apoyo siguen activas, con el objetivo de ofrecer una respuesta inmediata y a largo plazo a quienes lo necesiten.

Desde la Diputación Foral de Bizkaia se mantiene un firme compromiso para fortalecer y ampliar los recursos destinados a la atención y acompañamiento de las víctimas. En palabras de Teresa Laespada: “Solo con la unión de toda la sociedad y la educación en igualdad podremos construir un futuro sin violencia machista y avanzar hacia una sociedad más justa y libre”.