El Bidasoa Irun y el Unicaja Banco Gijón, más conocido en el mundo del parqué y la pega como La Calzada, fueron los encargados de levantar el trofeo del I Torneo Juan de Zubileta. Una competición que reunió ayer en Lasesarre a cuatro de los mejores conjuntos del balonmano estatal -el Unicaja Banco Sinfín y el Zubileta Evolution Zuazo acompañaron a los antes mencionados-, y que sirvió para que todos ellos realizaran el último test de pretemporada antes del pistoletazo de salida de Asobal y la Liga Guerreras Iberdrola. Así pues, el Bidasoa fue el primer triunfador de la tarde después de endosarle un incontestable 32-25 al Sinfín, que nada pudo hacer ante la armonía y la efectividad del rival. De esta forma, el conjunto irundarra estrenó la categoría masculina de este torneo después de demostrar tener la mirilla más que ajustada. Los vascos calentaron el brazo nada más comenzar, en apenas dos parciales rompieron la igualdad inicial y se marcharon al descanso 15-10, por lo que durante toda la segunda mitad se dedicaron a mantener el ritmo de competición que exigirá una Asobal que comienza el fin de semana que viene. Y es que, tras este último amistoso, el Bidasoa, actual subcampeón liguero, afronta el próximo sábado en Artaleku (20:00 horas) el primer duelo de la temporada ante Helvetia Anaitasuna.Después fue el turno de la categoría femenina. El Zuazo ejercía de anfitrión en Lasesarre ante La Calzada, pero no supo aprovechar el factor cancha y tuvo que ver cómo las gijonesas levantan el I Torneo Juan de Zubileta con un luchado 27-30. Y eso que las rojinegras comenzaron mucho mejor la contienda, mandando en el marcador, marcando el compás e imprimiendo al juego un ritmo vertiginoso. Las de Joseba Rodríguez querían jugar al desgaste, tirar de piernas; pero enseguida el rival averiguó sus intenciones. Así, al minuto 20, La Calzada ya llevaba la iniciativa. Entonces, el Zuazo cortocircuitó. Dejó de funcionar de cara a la portería asturiana. Y eso, ante un rival de División de Honor, se paga caro; por lo que las barakaldarras se fueron al descanso cuatro tantos abajo (9-13). En la segunda mitad, el guion no cambió mucho. Las visitantes parecían tener la maquinaría mucho mejor engrasada y aprovecharon la poca efectividad del Zuazo para seguir abriendo brecha. Para hacer más grande la herida. Con todo, las fabriles, fieles a su estilo, lucharon hasta el final, plantaron cara y remaron contracorriente para intentar rascar algo positivo. No lo consiguieron, el trofeo se marchó para Asturias, pero al menos lograron maquillar el marcador final en un duelo de altísimo ritmo.

Y es que el objetivo del Zuazo en este torneo era coger el tono adecuado para el comienzo de la Liga Guerreras Iberdrola que tendrá lugar el próximo fin de semana. Las rojinegras quieren comenzar con buen pie una temporada muy exigente y, para ello, buscarán los dos puntos en Pontevedra. Allí se medirán al Conservas Orbe Rubensa Porriño, un viejo conocido para las de Rodríguez, que vende muy cara la derrota en su casa y ante su público.