AN Traba es capaz de ponerse a lomos de su moto acuática a 120 kilómetros por hora, prácticamente volando por el mar con tan solo 16 años de edad. La precocidad de este joven de Berango quedó patente el pasado fin de semana en Galicia, donde se convirtió en el piloto más joven en subirse al podio en la historia del Campeonato de España en la modalidad de resistencia. Quedó segundo y tercero en otras tantas pruebas disputadas en el trofeo del Concello de Baiona. Y lo hizo en su segunda carrera en la máxima categoría. Parece que tiene buena mano para abrir gas. "Empecé a montar en la moto después del primer confinamiento, fue por diversión. Mi objetivo no era competir, pero mi padre me ofreció ir a Málaga el mes pasado para probar y no me ha ido mal", destaca Ian, que compagina el deporte del motor con el fútbol.

Hace solo siete meses que tiene moto propia, pero la destreza del piloto vizcaino a lomos de esta máquina de cuatro metros de largo y 300 kilos de peso ha sorprendido en el mundillo. Pero Ian tiene al maestro en casa. Su padre Iñaki, que fue campeón estatal en 2010, le metió el gusanillo desde que era pequeño. Muchos fines de semana, según indica, miraba desde la arena cómo su padre pilotaba la moto y le pedía que le llevase con él. Ahora los dos compiten juntos y se toman este deporte como una "diversión". "Simplemente hago lo que más me gusta. Más que para entrenar, mi padre y yo solemos salir el sábado o el domingo por la mañana para pasarlo bien. Nuestro recorrido suele ser de Getxo a Armintza y vuelta", destaca Ian, que brilla en un deporte nada barato.

"Las tiendas que venden motos de agua muchas veces ayudan económicamente al piloto, pero en nuestro caso la mayor inversión la hemos hecho nosotros en casa, comprando la moto y manteniéndola", asegura Iñaki Traba, que se muestra encantado por el rendimiento de su hijo, que es capaz de recorrer más de 100 kilómetros de tú a tú con veteranos participantes. Para ello, al ser menor de edad, Ian necesitó un certificado especial de la Federación Española de Motonáutica para poder participar y puntuar en el campeonato. Tras consultarlo con todos los clubes, se le concedió el permiso.

Ian fue segundo en la modalidad de larga distancia Offshore al completar un recorrido de 66 millas (106 kilómetros) en aproximadamente hora y media, consiguiendo la plata, y se colocó segundo en la clasificación general. El vasco también compitió en la modalidad Rallyjet, en la que quedó en tercer lugar tras dos mangas en un circuito, visible desde la costa, durante 30 minutos. Ian recibió felicitaciones de la mayoría de sus rivales por su gran actuación.

La motonáutica no es un deporte muy expandido, la afición en España es pequeña. El campeonato de España solamente consta de diez carreras, por lo que no es fácil conseguir patrocinadores que apoyen el deporte y que inviertan en jóvenes promesas, según reconoce Iñaki Traba. Su hijo, que ya ha terminado el curso académico, tiene un camino prometedor por delante en la competición motonáutica. Su próxima cita será en Gijón el próximo mes de agosto, aunque no se entrenará para ello, seguirá saliendo a navegar con la moto por diversión.

"Empecé a montar en la moto después del primer confinamiento, fue por diversión", destaca Ian Traba, que compite junto a su padre

Al ser menor de edad, el berangotarra tuvo que obtener el visto bueno de la Federación Española para participar en el campeonato