os jugadores y el cuerpo técnico del Gernika Rugby Taldea coinciden al decir que esta temporada ha sido de diez. Sin embargo, para ponerle la guinda al sobresaliente y optar a la matrícula, el conjunto basurde todavía tiene que conseguir algo tan importante como complicado: el ascenso a División de Honor. Para ello, los entrenados por Eduardo Maidagan deberán ganar mañana sábado (19.00 horas) al Mazabi Santander Independiente, quien mandó al Getxo al descenso directo, terminó la temporada regular en el puesto de promoción de Primera y ahora tendrá que jugarse la permanencia ante los vizcainos. Así, será una eliminatoria a partido único y en campo neutral: el estadio Pepe Rojo de Valladolid. Un encuentro a cara perro. A todo o nada. Quien gane se codeará la próxima temporada con la élite del rugby estatal. Quien pierda, regresará al barro de la B.

Será la última oportunidad del Gernika para ascender. Y es que, tras una liga perfecta, donde contó todos sus encuentros como victorias, el conjunto foral se clasificó para un play-off en el que las cosas se le torcieron justo en el último partido. Ese que el pasado día 16 La Vila se llevó en el último suspiro. De hecho, los basurdes se plantaron en la final con optimismo y ambición e incluso durante el encuentro lograron una renta de hasta 12 puntos; pero el rival alicantino consiguió remontar la contienda en los últimos minutos (26-22) para dejar al Gernika con la miel en los labios. A las puertas de la gloria. Con todo, los forales han tenido dos semanas para lamerse las heridas y recuperar las buenas sensaciones antes de la segunda final de mañana sábado. "No hay vuelta atrás, tenemos que mirar hacia adelante. Somos muy fuertes y tenemos la moral muy alta, así que el equipo está bien. Ante el Santander es otra final y así lo preparamos todo", afirma Maidagan.

Con todo, el técnico del Gernika admite que el duelo de mañana sábado será muy complicado puesto que, recordó, el rival viene de una categoría superior y eso se notará en el ritmo de juego. "Son grandes jugadores, muy frontales, y será un partido duro, muy físico", advierte. Sin embargo, Maidagan apela a la esencia de su equipo, del que se mostró muy orgulloso y dijo que el Gernika se plantará en Valladolid con la intención de mantener su esencia, esa que le llevó hasta la disputa del ascenso: "Tenemos nuestras armas y creemos que podemos ganar. Esa es nuestra esperanza". Asimismo, aunque el encuentro no se dispute en Urbieta, Maidagan no ve con malos ojos el escenario escogido para su última oportunidad de subir a Honor puesto que, como recuerda, el Pepe Rojo es "un campo natural y amplio, parecido a Urbieta. Es muy bueno jugar".

con público

A pesar de jugar lejos de casa, el Gernika no estará solo en Valladolid puesto que el partido se disputará a puerta abierta y el club basurde estima que le acompañarán unos 350 aficionados. De hecho, los forales anunciaron que ya hay vendidas más de 300 localidades y que las restantes todavía pueden adquirirse hoy en Basurde Rugby Taberna o el día del encuentro en el Pepe Rojo hasta el límite de los 500 aficionados por equipo que ha puesto la Federación Española. "El calor de la grada nos faltó en el partido contra La Vila porque ellos jugaban en casa y por eso tuvo mucha más afición. Ahora nosotros tendremos también fuerza en la grada y eso también se notará en el terreno de juego", concluye Maidagan.

"Ahora tendremos fuerza en la grada y eso se notará en el terreno de juego"

Entrenador del Gernika Rugby Taldea