En el día en que Seve Ballesteros habría cumplido 64 años, la emoción alcanzó el Augusta National ya que Txema Olazabal firmó una tarjeta de uno bajo par que le permitió superar el corte. Siete años después se dará el gusto de jugar el fin de semana del Masters, el torneo que ganó dos veces, las mismas que la leyenda cántabra, mentor y amigo del golfista de Hondarribia. Olazabal, de 55 años, será el jugador más veterano en completar esta edición del emblemático torneo y, entre lágrimas, dedicó su hazaña a Ballesteros “y a todos los que nos han dejado este año”, entre ellos su exmánager y consejero Sergio Gómez. “Es como una victoria, me llena de orgullo, porque era el objetivo de los últimos años y parecía que ya era imposible. He disfrutado y poder jugar el fin de semana es una maravilla. Lo que echo de menos es que Seve no esté aquí para poder abrazarnos”, reconoció el ganador de la chaqueta verde en 1994 y 1999, que aprovechó que ayer el campo estaba más amable para sacar su mejor juego “que es producto de mucho trabajo en los últimos tiempos”.Como no podía ser menos, también Jon Rahm pasó el corte, aunque sin brillantez. El golfista de Barrika estuvo poco atinado con los hierros y los golpes de aproximación, claves en Augusta, y no tuvo muchas oportunidades claras de sumar birdies. En distancias medias o largas tampoco le acompañó el putt y muchos toques se le quedaron cortos, quizás porque los greenes estaban más lentos que el día anterior. Su vuelta no alcanzó el vuelo esperado e, incluso, sufrió un infortunio en el hoyo 10 cuando un putt de poco más de dos metros le hizo corbata para un doloroso bogey.

Aprovechó los pares 5 del 8 y el 13, pero en el 15 perdió una buena ocasión ya que visitó el agua de segundo golpe y firmó su tercer bogey de un día en el que no pudo progresar en la clasificación, aunque no se separó demasiado del liderato ya que Justin Rose se mantuvo primero con siete bajo par. Por ello, Rahm, que al cierre de esta edición aún trataba de rascar algún golpe para mejorar su posición, necesita un gran día del movimiento para tener opciones el domingo. El inglés es un mal enemigo, pero también Jordan Spieth o Justin Thomas, que ya merodean por los primeros puestos. La sorpresa es el debutante Will Zalatoris, segundo a un golpe de Rose.

En cambio, la jornada fue aciaga para Sergio García, que arruinó su remontada con dos bogeys en el tramo final y no jugará el fin de semana por solo un golpe. Tampoco el defensor de la chaqueta verde Dustin Johnson, ni Rory McIlroy, a quien el Masters se le sigue resistiendo, ni Lee Westwood, que había llegado en gran momento al torneo.