Por primera vez en sus 33 años de historia, la Bilboko Herri Krosa no llenará de camisetas blancas la capital vizcaina el tercer domingo de noviembre. La crisis sanitaria ha provocado la cancelación de la prueba patrocinada por DEIA, cuya salida se hacía incompatible con la pandemia por su carácter popular. Pero lejos de desalentarse, Iñaki Oria, organizador de la carrera junto a su compañero Javier Iturbe, se toma esta suspensión como un impulso. Como la oportunidad de preparar, con más mimo si cabe, la edición del 2021.

La primera cancelación en más de tres décadas. ¿Cómo fue tomar la decisión?

—Fue una decisión sometida a un cúmulo de grandes esperanzas. Nosotros, como todo el mundo, veíamos que esto venía y venía mal. Pero, a pesar de ello, nos planteamos seguir trabajando como si fuéramos a realizar la Herri Krosa el 15 de noviembre. De cara a patrocinadores, colaboradores, infraestructura... seguimos trabajando como siempre pero sabiendo que había algunos aspectos a tener en cuenta.

¿Cuándo fue el día en que se dieron cuenta de que había que cancelar la carrera públicamente?

—Nos dimos de plazo hasta la primera decena de septiembre para tomar la decisión. No podíamos tomarla más tarde porque había que confeccionar las camisetas y no se hacen a tropel. Porque, aunque son iguales en cuanto a que no llevan nombre, sí que tienen un número, un dorsal. Entonces la fecha que determinó la decisión fue el día en el que tuvimos que escoger si seguir adelante o no con las camisetas y trofeos.

Hay algunas pruebas que han cambiado sus características, salida escalonada, por grupos reducidos... para poder seguir adelante. ¿Barajaron esas alternativas para la Herri Krosa?

—Jamás. Nunca. Nos llegaban noticias por todos los lados que otras pruebas sí estaban teniendo en cuenta esas posibilidades, pero nosotros no. Herri Krosa tiene unas características, una filosofía y una trayectoria particulares. O se hace como se tiene que hacer o se espera hasta que se pueda hacer definitivamente.

Y en vez de la cancelación, ¿se plantearon cambiar de fecha, atrasarla hasta que fuera posible realizarla?

—No porque eso suponía confundirnos a nosotros, a los patrocinadores y a los participantes. Decir que la aplazamos y cuando llegue esa fecha, si seguía sin poderse, volver a aplazarlo... era marear. Y eso no va con nuestro estilo ni con nuestro carácter. Si este año no se puede realizar, pues no se realiza. Tampoco tenemos que flagelarnos ni hacer un drama. Que no haya Herri Krosa no es un drama porque los dramas son otros mucho más importantes. Este año no se puede, pues vamos a hacerla mejor el año que viene, si es que esto mejora, lo cual es una incógnita.

¿Qué supone para la Herri Krosa esta cancelación?

—Tenemos una gran ventaja, que es que sobrevivimos con mínimos. No tenemos grandes problemas económicos porque tampoco tenemos muchos gastos.