Jon Rahm vivió otra jornada de locura en su estreno en el Workday Charity Open. El de Barrika sigue tratando de encajar todas las piezas de su juego, separadas durante el parón del coronavirus, y tampoco lo logró ayer en el campo de Muirfield Village. Dicen que en la guarida del Oso Dorado, en el recorrido diseñado por Jack Nicklaus, marca la diferencia el segundo golpe para llevar la bola al green en las mejores condiciones, pero Rahm se desvió del objetivo desde el primer impacto. Y es que el vizcaino no recordará un día tan malo desde el tee, en lo que suele ser un jugador muy preciso. Con apenas la mitad de calles cogidas y también un 50% de greenes en regulación, acabar al par del campo con 72 golpes fue casi una proeza porque Rahm anduvo mucha parte de la jornada por el rough y la bola escondida entre la hierba que en zonas cómodas.

Perder la calle es sinónimo de problemas. Por ejemplo, en el primer par 5 del 11 había perdido la oportunidad de birdie tras visitar el arroyo que bordeaba el green cuando buscaba descaradamente la bandera. Todo iba dentro de lo esperado y tres birdies seguidos entre el 14 y el 16, inaugurados con un chip extraordinario desde fuera de green, invitaban a pensar en un resultado brillante. De hecho, en ese momento era segundo a un golpe del líder en ese momento, Hideki Matsuyama. Pero las cosas empezaron a torcerse, nunca mejor dicho porque su bola dejó de ir recta, y la vuelta se complicó hasta el punto de que hoy tendrá trabajo para pasar el corte. En el 17, su segundo golpe acabó en el rough que bordeaba el green, pero al contrario que en el 14, un mal impacto apenas le movió metro y medio y el de Barrika necesitó dos putts para su primer bogey.

Con todo, acabó la primer mitad del recorrido con dos bajo par, aunque las sensaciones empezaban a ser malas. En el 1, su secuencia fue hierba alta y arena y no pudo precisar con su tercer golpe, lo que condujo a otro bogey. En el 5, se rehizo con cuatro golpes y un birdie, pero en el 6 su bola de salida salió directamente a la derecha y se perdió tras lo que el propio jugador barrikoztarra consideró “el peor golpe de la semana” y tuvo que cargar con un golpe de penalidad que le hizo firmar un doble bogey que devolvía su tarjeta al par.

La frustración empezaba a apoderarse de Jon Rahm, al que en ese tramo del campo no le salía nada. En el hoyo 7, el último par 5, de nuevo fue de la hierba alta al bunker y desde la arena no pudo precisar y se pasó el green. Otro bogey le llevó al +1, una consecuencia de un día lleno de desajustes. Al menos, el birdie del 18 le hizo marcharse a la casa club empatado con Muirfeld Village, donde la única vez que ha jugado, en 2017, solo pudo jugar dos rondas. El liderato del canadiense Adam Hadwin quedaba a seis golpes al cierre de esta edición, pero el puesto 62º obligaba a afinar hoy para seguir con opciones en un torneo exigente.

tiger woods anuncia su vuelta

La próxima semana se volverá a jugar en Muirfield, con el campo preparado de manera diferente para The Memorial, y para esa cita se confirmó ayer el regreso de Tiger Woods después de cuatro meses fuera de la competición. El de California ha elegido para su vuelta un torneo que ha ganado cinco veces. Del mismo modo, ayer se reanudó en Austria el Circuito Europeo con un torneo en el que el holandés Joost Luiten es el primer líder.