- "Sabemos que vamos a estar quince o veinte días en una burbuja, separados del mundo, para poder jugar esta competición y que no haya ningún contagio". El Bilbao Basket pone hoy rumbo a Valencia para disputar desde el miércoles de la semana que viene la fase final de la Liga Endesa y como ayer reconoció Álex Mumbrú todo lo que allí se encontrarán los hombres de negro será "tan atípico y excepcional" como lo que a la sociedad le está tocando vivir desde la aparición de la pandemia del covid-19. Dos meses de confinamiento, entrenamientos excepcionales, un periodo de preparación más corto de lo habitual, ausencia de duelos de preparación y un formato de competición, con cinco partidos en nueve días, tan exigente como poco habitual en el baloncesto de clubes. Además, nada más llegar a Valencia, tocará seguir a rajatabla un protocolo de seguridad muy restrictivo, pues tal y como relató el técnico catalán todos los miembros de la expedición serán sometidos hoy a pruebas en la ciudad del Turia y hasta repetir los test tres o cuatro días después estarán totalmente aislados incluso del resto de equipos. Cada escuadra ocupará una planta distinta dentro del hotel de concentración, cada miembro de la expedición tendrá su habitación y habrá salas diferentes para las comidas o sesiones de vídeo de cada conjunto.

En esas peculiares circunstancias, el objetivo de los de Mumbrú no es otro que mostrar una imagen competitiva, "volver a la normalidad". "Nos encantaría poder decir que vamos a competir por ganar la liga, pero no es verdad. Hay que ser realistas y nosotros vamos a hacer el mejor torneo que seamos capaces, sabiendo que lo que a otros equipos se les antoja ambicioso a nosotros nos queda lejos. A ver si somos capaces de jugar partido a partido e intentar hacer un buen campeonato, sin lesiones e intentando mejorar en nuestras cosas. El equipo que sea capaz de sobrellevar todo lo que vamos a encontrar allí tendrá un plus más", reconoció el inquilino del banquillo de Miribilla, que comparecerá además en Valencia con su fondo de armario mermado. Mientras equipos como Real Madrid, Barcelona, Valencia Basket o Tenerife cuentan con plantillas de catorce o quince jugadores y podrán realizar convocatorias, otros van reforzándose en las últimas horas, como el Andorra, que se ha hecho con el pívot Babatunde Olumuyiwa para paliar la lesión de Moussa Diagne, o el Burgos, a punto de fichar al ala-pívot Pablo Aguilar. Por su parte, los hombres de negro cuentan con las bajas de Tyler Haws, que regresó a Estados Unidos durante el confinamiento, y Jaylon Brown y la seria duda de Arnoldas Kulboka. En el Baskonia, primer rival de los bilbainos, también es dudosa la participación del pívot Youssoupha Fall por una distensión en la fascia plantar de su pie derecho.

"Jaylon está en la fase final de su recuperación. Quizá si forzáramos un poco podría llegar, pero creo que no es bueno hacerlo porque van a ser demasiados partidos en poco tiempo para una persona que está saliendo de una lesión. Si fuera solo un partido, probablemente arriesgaríamos, pero, en dinámica de jugar día sí y día no, no sería bueno ni para él ni para el equipo. Va a viajar, pero no va a entrar en la rotación", reconoció Mumbrú. Sobre el ala-pívot lituano, lamentó que "entrenó los dos primeros días y tuvo dolor en la rodilla en la que tuvo problemas hace años y de la que fue operado. Hemos llevado un tratamiento conservador y no ha vuelto a entrenar. Si lo hace hoy (por ayer), podría jugar algún minuto. Aunque podamos contar con él, no estará para muchos minutos". En ese contexto, reconoció que "llegamos algo justos para una competición tan exigente".

Para afrontar una competición tan novedosa en unas circunstancias tan particulares, Mumbrú afirmó que él y su equipo técnico han pensado más en "llegar bien físicamente y no tanto en cómo vamos a estar baloncestísticamente hablando. Va a haber errores y posiblemente no vamos a jugar nuestro mejor baloncesto, pero hemos preferido prepararnos para afrontar cinco partidos en diez días". En su opinión, y visto lo visto en los cinco entrenamientos en grupo que han podido hacer hasta el momento, sus jugadores no han perdido demasiado desde el punto de vista táctico, pero "la velocidad de ejecución y el fondo físico se notan". Sobre el posible miedo de los jugadores, mostró confianza en las medidas de seguridad: "Es algo que debemos asumir como deportistas. Hay que hacer un acto de fuerza, ser conscientes de que todo el mundo lo ha pasado mal e intentar volver a la normalidad".