"Esta temporada habrá que priorizar objetivos. Estamos trabajando para el Tour de Francia y debemos aprovechar las carreras anteriores. Únicamente tengo el Tour en la cabeza", recita Mikel Landa. El corredor de Murgia, en las filas del Bahrain-McLaren, es claro y conciso. Su cerebro transita por las carreteras de la ronda gala. De cara a la Grande Boucle, que se desarrollará entre el 29 de agosto y el 20 de septiembre, el alavés apunta a la Dauphiné como preparación y, quizás, a la Vuelta a Burgos. Aún no tiene "claro" el resto del calendario. "Actualmente, los esfuerzos están dirigidos hacia el Tour", revela. "Los favoritos siguen estando ahí: Geraint Thomas, Egan Bernal, Primoz Roglic... ¿Estar en el podio? ¿Por qué no? Pelearemos por ello", apostilla. Entre sus escuderos se podrían encontrar Pello Bilbao, Caruso, Iván García Cortina, Teuns o Poels.

Respecto a la posibilidad de doblar Tour y Vuelta -que comienza en Irun el 20 de octubre y termina el 8 de noviembre con un recorrido "atractivo", a juicio del vasco-, el líder del Bahrain-McLaren duda sobre si será posible. "Podría hacerse, porque hay un mes de diferencia, pero corremos el peligro de que se haga larga la campaña. Al final, llevamos desde diciembre encima de la bici, sumando kilómetros. A agosto llegaremos con ganas", recita Landa, quien verbaliza que "no estoy convencido de que se pueda hacer".

Así las cosas, habituado por desgracia a situaciones anómalas producto de lesiones o accidentes, a pretemporadas a destiempo, a viajar a contrapelo, Landa es positivo con su estado actual: "Otros años he empezado a contrapié y me he incorporado bien. He vivido muchas situaciones así". En cualquier caso, Landa está viviendo un diciembre en mayo. "He pasado un periodo de rodillo, descansé y volví a arrancar", asegura Mikel.

En ese sentido, después de casi dos meses de confinamiento por la pandemia del coronavirus covid-19, que ha agitado todo el panorama, afectando en gran medida a las carreras, Landa se está sintiendo "bien" de nuevo en la asfalto. "Estoy teniendo muy buenas sensaciones. Volver a salir fue una alivio para todos", define el murgiarra, quien agrega no es la etapa en la que más tiempo ha pasado en casa, pero durante la cuarentena ha pasado "poco tiempo" sin la bici. "He trabajado la crono. No lo he dejado de lado. Con el atropello -el 1 de febrero- estuve un tiempo sin coger la bici de contrarreloj, pero la he vuelto a retomar para no perder el tiempo", concreta el corredor.

La situación global, no obstante, tenderá a cambiar dada la emergencia sanitaria, cuestión que no "preocupa" demasiado al alavés: "Vivo en un pueblo pequeño y aquí no se es tan consciente de todo lo que hay en las ciudades grandes, en las que hay más restricciones. La situación no me preocupa, porque volveremos bajo las garantías sanitarias". Eso sí, la opción de la correr a puerta cerrada "está ahí". "Sería algo muy raro, pero es lo que hay. Espero que compitamos con público".

El alavés también se muestra apenado por la suspensión de las "carreras de casa", Itzulia y Clásica San Sebastián, y por la no invitación de Euskaltel a la Vuelta. "Trabajaremos para conseguirla el año que viene", remacha Landa.

Por otro lado, Rod Ellingworth, gerente del Bahrein-McLaren, reiteró ayer su confianza en Landa ante los rumores de la salida de Chris Froome de Ineos. "Su fichaje no lo considero una opción, tenemos otras cosas en las que pensar ahora que tratar de ficharlo", manifestó el mánager.

"Doblar Tour y Vuelta podría hacerse, porque hay un mes de diferencia, pero corremos peligro que se haga largo el año"

"Los favoritos siguen estando ahí: Geraint Thomas, Egan Bernal, Primoz Roglic... ¿Estar en el podio? ¿Por qué no?"

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