- El anuncio de la conclusión de la presente Liga Femenina no pilló por sorpresa al Lointek Gernika. El conjunto vizcaino, al igual que el resto de equipos de la liga, tenía a todas sus jugadoras en sus domicilios y reanudar la competición con garantías era algo prácticamente imposible. Los clubes decidieron finalizar la temporada el lunes y hacerlo sin descensos y con los dos ascensos previstos. Esta situación no afecta directamente al Lointek Gernika, pero sí que tendrá que estar preparado para afrontar el nuevo escenario que empieza a vislumbrarse en el futuro. La próxima Liga Femenina contará con 16 participantes, más espectáculo para el aficionado pero más gastos para sus directivas. Todo ello en un curso donde existe una alta probabilidad de que muchos encuentros sean con el aforo limitado o incluso a puerta cerrada. Quebraderos de cabeza a los que se deberá enfrentar la directiva gernikarra a partir de esta semana.

La suspensión de la competición y el anuncio del estado de alarma obligó a los clubes a tomar una decisión rápida. Permitir a las jugadoras volver con sus familias o no desmantelar el equipo pensando en una posible reanudación de la liga. El Lointek Gernika tuvo claro los pasos seguir y dio libertad absoluta a su plantilla. "Les dimos todas las facilidades posibles y al final el tiempo nos dio la razón. Lo primero era la salud de sus jugadoras y su situación anímica. El resto ya lo hubiéramos solucionado", cuenta Gerardo Candina, presidente del club de la villa foral. Esta marcha, repetida en el resto de equipos de la liga, dejó a los equipos desmantelados y hubieran tenido muchos problemas en el caso de que la Liga Femenina se hubiera reanudado. "En ningún caso hubiéramos podido reanudar la liga", apunta Candina.

Esta decisión deja al Lointek Gernika sin poder albergar en Maloste los partidos donde se esperaba la mayor afluencia de público: los encuentros ante Araski y Perfumerías Avenida y los correspondientes al play-off. La pérdida de ingresos por taquilla puede que se limite exclusivamente a estos choques y el curso que viene haya que limitar el aforo o incluso celebrar los partidos a puerta cerrada. "Ver Maloste sin espectadores sería muy triste pero también tenemos que ser conscientes de lo que ocurre y tener en cuenta esos posibles escenarios. Lo que no podemos hacer es estar esperando hasta que se nos caiga el baloncesto femenino", comenta Candina. Retrasar el inicio de la competición con la esperanza de que puedan llenarse los pabellones apretaría mucho un calendario muy saturado y que está marcado por los Juegos Olímpico y el Europeo.

La crisis surgida es un palo para la economía de todos los clubes y al Lointek Gernika también le afecta. "La próxima temporada la vemos con incertidumbre y estamos trabajando en ella. Pero hasta ahora hemos intentado acabar la campaña de la mejor manera posible y creo que lo vamos a lograr", afirma el presidente gernikarra. Los contratos de las jugadoras fueron uno de los temas a tratar en los días previos. El Lointek Gernika no quiso hacer un ERTE y negoció los contratos "uno a uno". "Lo importante es que el nombre del club y la buena imagen que tenemos de cara a las jugadoras y al deporte femenino se mantenga dónde está", declara Candina, que está realmente satisfecho con la respuesta encontrada por parte de las jugadoras en estas negociaciones: "Su disposición fue buenísima. Perfecta. En ningún caso hemos tenido problemas para llegar a esta finalización de la temporada. Ha sido una respuesta impresionante".

La incertidumbre marca la próxima Liga Femenina y los equipos deberán buscar nuevas fórmulas. Se avecinan problemas desconocidos hasta la fecha pero también oportunidades. "Somos un club pequeño que siempre hemos vivido de las pequeñas oportunidades y esta tiene que ser una. Debemos hacer un presupuesto sin volvernos locos pero buscando algo que nos diferencie de los demás", opina Candina. El futuro del deporte es incierto pero el Lointek Gernika tratará de reinventarse una vez más.