Disputados 27 de los 38 asaltos en Segunda B, el mejor de los 80 equipos de la categoría es la Unión Deportiva Logroñés. Lidera el grupo II con una renta casi definitiva de 13 puntos sobre el Bilbao Athletic, segundo. Buena parte de la culpa de la gran campaña del cuadro riojano, invicto desde que cayó en Lezama hace más de cuatro meses, la tienen un puñado de vizcainos. Son cuatro los futbolistas del territorio histórico en la plantilla: el guardameta Pablo Fid (Bilbao, 1997), el defensa Gorka Pérez (Gordexola, 1995), el centrocampista Lander Olaetxea (Abadiño, 1993) y el delantero Ander Vitoria (Igorre, 1990). Además, el entrenador de porteros es Isusko Etxebarria (Bilbao, 1977). La armada euskaldun la completan otros dos jugadores de contrastada calidad como César Caneda, veterano central gasteiztarra con pasado en el Athletic, y el pivote de Eibar Jon Errasti, artífice del ascenso armero a Primera, junto al analista Ibon Labaien y al director deportivo Carlos Lasheras, ambos guipuzcoanos.

Vitoria y Olaetxea afrontan su segundo curso en un Logroñés al que aportan mucha pólvora. De hecho, el de Igorre es el máximo artillero del equipo con nueve dianas. "Colectivamente hemos logrado una buena ventaja y personalmente estoy gozando de minutos y viendo puerta, hasta el momento no se puede pedir más", resume un jugador para el que "jugar cada quince días en un estadio como Las Gaunas es un chollo". Allí acudirá mañana uno de sus exequipos, el Amorebieta. "Al jugar contra vizcainos te encuentras con muchos amigos y es especial, pero lo importante es seguir sumando", matiza el ariete.

Su compañero Olaetxea, un box to box que suma seis goles este curso, firmó por el Logroñés tras un brillante año en Gernika, una vez acabada su etapa en el Bilbao Athletic. El abadiñarra destaca encontrarse "muy contento" en un equipo "trabajador y humilde, en el que el ambiente es muy bueno" y del que subraya "la constancia" y el tener "las ideas muy claras". Respecto a su enorme ventaja sobre el resto, indica que "el objetivo era estar arriba y la plantilla está diseñada para ello, pero la diferencia es mayor de la esperada".

Como Olaetxea, Gorka también pasó por Urbieta y Lezama antes de recalar el pasado verano en Las Gaunas. "Tener en el vestuario a gente que ya conocía siempre ayuda, somos como una familia y es una de nuestras fortalezas", expone quien comparte zaga con Caneda, que a sus 41 años no se ha perdido aún ningún minuto y es "un ejemplo para todos". "Recuerdo haberle visto jugar en el Athletic cuando yo era niño y ahora intento aprender todo lo que pueda de él", subraya el excachorro, que no descarta a sus antiguos compañeros de la lucha por el título. "Les sacamos una buena ventaja, pero si te descuidas se te vuelven a echar encima, así que vamos partido a partido", explica. Su equipo ha candado la portería en más del 50% de las jornadas, dato que considera "mérito de todos, más allá de que contar con gente muy buena en todos los puestos, lo importante es que somos un equipo".

Quien también afronta su primer curso en Logroño, tras salir del Arenas, es Fid. Solo ha disputado un duelo liguero, saldado con puerta a cero en El Helmántico, pero disfrutó de tres choques de Copa. Ante el Cádiz, líder de Segunda, se convirtió en héroe en los penaltis y después se midieron al Valencia, que venció con un gol de Máxi Gómez. "Estoy muy contento y me veo a buen nivel, mejor que nunca", destaca el portero, que comparte puesto con Rubén Miño, internacional sub-21 en su etapa en el Barça B. "Aprendo de él y es un gran compañero", apunta el bilbaino, que al ser cuestionado sobre los pocos goles que reciben alaba "la solidaridad del grupo, todo el mundo se deja el alma".

"un trabajo de todos" Con 61, el Logroñés es el equipo que más puntos lleva de los 122 que militan en las tres primeras categorías estatales, en las que es el segundo menos goleado, con 18 dianas en contra, solo superado por el Real Madrid, con 17 y un partido menos. El preparador de porteros, que llegó a Las Gaunas en verano desde el Leioa, considera que "no es casualidad, hay un trabajo exhaustivo de análisis del rival". En el caso de los guardametas, Etxebarria indica que "buscamos la mejora continua en cada entreno", pero reconoce que se trata de "un trabajo de todos". Preguntado sobre si el gen euskaldun influye en el buen rendimiento del equipo, el bilbaino responde que "el conocer los campos y estar preparados para otros estilos de juego da un plus, el Racing ya ascendió el año pasado con jugadores vascos y ojalá podamos hacerlo nosotros".

Devolver a la élite al fútbol riojano es el objetivo de un club surgido en 2009 tras la desaparición del CD Logroñés, que militó en Primera nueve campañas en los 80 y 90. Se estrenó directamente en Segunda B al ocupar la plaza del Varea y ha disputado la fase de ascenso tres veces, sin éxito. La última el pasado curso, cuando logró su mejor clasificación al quedar segundo, pero el Hércules le apartó del sueño en segunda ronda. Salvo sorpresa, esta vez afrontará el reto como campeón, lo que multiplica las opciones, pues permite subir venciendo la primera eliminatoria o reengancharse en caso de fracasar en el primer intento. "El objetivo es ir por el camino corto y queremos conseguirlo cuanto antes para preparar el play-off", reconoce Olaetxea, quien ya sabe lo que es jugar en Segunda como cachorro. Para su compañero Vitoria, con casi 300 partidos en la división de bronce, dar un salto de categoría significaría "cumplir un sueño".

El Logroñés es el equipo con más puntos y el segundo menos goleado de los 122 que militan desde Primera División a Segunda B

Creado en 2009 tras desaparecer el CD Logroñés, el objetivo del club es devolver a la élite estatal al fútbol riojano