UN velo helador, triste e inesperado, fatal, congeló el ciclismo cuando se conoció la muerte, prematura, con apenas 40 años de edad, de Nicolas Portal, director del Ineos y ex ciclista, entre otros del Ag2r, Caisse d'epargne, la estructura que ha mutado hasta el Movistar, y el Sky, donde el francés comenzó su andadura como director de la formación británica. El deceso de Portal encogió el corazón del ciclismo, empequeñecido, noqueado, estupefacto aún por el impacto de la noticia, directa al alma de una especialidad sacudida en las últimas semanas por noticias que entroncan con problemas cardiacos de varios corredores, aunque afortunadamente menos trágicas que la del exciclista y director galo. Al pelotón le duele el corazón.

La última dolencia cardiaca afectó a Jimmy Turgis, del B&B Vital Concept, que con solo 28 años tuvo que dejar de pedalear por recomendación médica. Los galenos le habían detectado problemas coronarios. Su corazón no podía ir al límite. El corredor francés tuvo que quitarse el dorsal el pasado 10 de febrero aquejado por problemas de índole cardiaca. Poco antes, a finales de enero, se retiró Vasil Kiryienka, ciclista del Ineos. A los 38 años, el bielorruso, uno de los grandes gregarios del pelotón y campeón del Mundo de contrarreloj en 2015, tuvo que frenar en seco. Un año antes le fue detectada una anomalía, que parecía subsanada, pero finalmente el corazón le pidió un descanso. En la familia Turgis, Jimmy fue el segundo de lo hermanos en verse obligado a una prematura retirada. Tanguy Turgis (Vital Concept) de tan solo 20 años y apenas uno en el profesionalismo, tuvo que dejar el ciclismo en 2018 por una dolencia de corazón.

Las afecciones coronarias han sacudido con saña al ciclismo en la última década y por ese motivo, la UCI (Unión Ciclista Internacional) estableció en su reglamento rigurosos y obligatorios controles anuales para los ciclistas por parte de sus equipos. La prevención y las exhaustivas revisiones son el arma para combatir las dolencias cardíacas en un deporte en el que la exigencia física de largo recorrido es altísima. A pesar de esas precauciones, en la última década tuvieron que abandonar el ciclismo: Michael Rogers, Gianni Meersman, Johan Vansummeren, Kozhatayev, Ondrej Cink (operado recientemente del corazón) y Bevin, que pudo retornar a la competición tras la detección de anomalías cardiacas. Haimar Zubeldia, Mario Cipollini y Kim Kirchen fueron tratados durante sus respectivas carreras por dificultades cardiacas. El velocista italiano fue operado del corazón en octubre pasado por las secuelas de su longeva carrera. Kirchen asustó a muchos. Padeció una crisis cardíaca durante la Vuelta a Suiza en 2010 y tuvo que ser inducido a coma. El luxemburgués salvó la vida pero el ciclismo terminó para él. El final de Michael Golaerts fue mucho más trágico. Sufrió una parada cardiorrespiratoria en la París-Roubaix de 2018 que acabó con su vida.

nuevas afecciones en italia

Fútbol sin público y ¿sin clásicas?

Drásticas medidas. El coronavirus sigue al galope. El Gobierno italiano aprobó ayer un decreto en el que, por lo referido al deporte, se ordena que todas las competiciones deberán disputarse a puerta cerrada hasta el 3 de abril. Dicha medida permitirá seguir con la celebración de la Serie A de fútbol, aunque sin posibilidad de congregar espectadores en los estadios. En cuanto al ciclismo, la Strade Bianche, la Tirreno-Adriático y la Milán-San Remo podrían ser canceladas. La decisión final sobre la celebración o no de las citadas carreras se tomarán en las próximas horas, si bien varios equipos se han negado a disputarlas. Entre ellos, el Ineos.