LA irrupción de destacadas figuras del boxeo como Kerman Lejarraga, Andoni Gago o Jon Fernández, entre otros, en los últimos años ha sacado lustre al boxeo vizcaino. El deporte de las 16 cuerdas, que vivió su época dorada décadas atrás con el esplendor de figuras como Agustín Senín o Andoni Amaña, atraviesa actualmente un momento dulce que se constata con un destacado incremento del número de veladas anuales y de licencias federativas. Pero, más allá de lo datos cuantitativos, ha logrado sacudirse su mayor losa, el estigma social. El noble arte ha cargado sobre sus hombros con un pesado lastre durante estos años de oscuridad: deporte peligroso, agresivo, cuna de delincuentes..., son algunos de los estereotipos más evidentes. “Hace años era impensable ver a un padre llevando a su hijo o hija al gimnasio a boxear. Ahora la mentalidad está cambiando”, confirma José Ramón Txerra Dehesa, vicepresidente de la Federación Vizcaina de Boxeo y entrenador de la escuela de boxeo MT Boxing de Sestao. Idéntica opinión comparte el presidente de la Federación, Juan Luis González, quien cree que ese cambio de imagen se debe “al trabajo conjunto” de todos los estamentos del boxeo.

Una exitosa labor que se mide en esfuerzo humano y económico. “Hay personas y empresas que están arriesgando muchísimo trabajo y dinero para que el deporte de las 16 cuerdas esté reviviendo en Bizkaia”, destaca González, que ha notado claramente la influencia del tirón de estos púgiles. “Hace no muchos años se celebraban en Bizkaia tres o cuatro veladas al año como mucho, incluidas las del campeonato de Bizkaia”. Sin embargo, el año pasado se organizaron “casi 30”, desvela. Ahora la afición vizcaina responde y llena los pabellones bajo el reclamo de ver a sus ídolos peleando por cetros continentales. “Tener ahora mismo, en categoría profesional, campeones nacionales, de la Unión Europea, de Europa e incluso del mundo junior es algo inimaginable hace apenas cinco años”, apunta González. Asimismo, el dirigente no pone el foco únicamente en el más alto nivel. “No solo en categoría profesional, sino que en amateur tenemos la mejor generación de deportistas de nuestra historia, con campeones y campeonas nacionales e internacionales e incluso representantes en el equipo estatal”, subraya.

Unos éxitos destacados que se han fabricado desde el anonimato, a base de sudor y sangre en el gimnasio, potenciando una apuesta firme de trabajo conjunto. “Durante estos años ha habido muchos clubes y escuelas trabajando en la misma dirección y ahora estamos recogiendo los frutos”, sostiene Txerra al tiempo que matiza. “Boxeadores como Kerman no surgen de la nada, son fruto del trabajo de muchos años”, agrega. En la misma línea se muestra González. “Este gran trabajo está siendo valorado cada vez más por la sociedad, los medios de comunicación y las instituciones”.

Licencias Por otro lado, más allá de los focos del boxeo de elite, el auge de del número de aficionados a este deporte deseosos de subirse al ring también es reseñable. “Hay personas que apuestan por el boxeo como ejercicio cardiovascular óptimo. Hay familias enteras que se apuntan a boxear”, señala Txerra. Precisamente, en su gimnasio de Sestao cuenta con una claro ejemplo de ello. La familia formada por Carlos del Barrio y Uxue Yuste, que regentan un negocio de hostelería muy conocido en la localidad, se ponen cada semana los guantes junto a sus hijos Paula y Markel para entrenar en el polideportivo La Benedicta. “El boxeo está adquiriendo la imagen de nobleza que tienen otros deportes como, por ejemplo, el kárate”, prosigue ‘Txerra’.

Una percepción social que se traduce en cifras. “Ahora mismo tenemos récord de clubes afiliados a la Federación Vizcaina, con un total de 20, y de licencias -casi 200-, además del proyecto de deporte escolar Txikibox que cuenta con otras 200 licencias, de las cuales más de la mitad son niñas”, destaca González. Txikibox es un programa educativo para escolares impulsado por la Diputación Foral de Bizkaia que gestiona una docena de escuelas por todo Bizkaia: Urduliz, Getxo, Barakaldo, etc., y que está permitiendo sentar las bases de una sólida cantera en Bizkaia. “No hay contacto, ni combate. Se enseña a los alumnos técnicas dentro de una formación física”, expone ‘Txerra’.

Además, la incorporación de la mujer al boxeo también ha experimentado un boom. “Se ha incrementado el número de mujeres que boxean”, confirma José Baena, entrenador del club Bilboboxing, que cuenta entre sus púgiles con Naiara Olmedo, que en abril dará el salto a profesional. “Las mujeres han perdido el miedo a este deporte y a su mala fama. La que quiere entrena el contacto y la que no, por su trabajo o lo que sea, lo hace como ejercicio saludable”, explica. Así, entre sus alumnas cuenta con abogadas, enfermeras, etc. “Se acercan a entrenar mujeres de todos los ámbitos”, señala. El boxeo está de moda y la sociedad ya no le da la espalda, sino que llena las veladas.