bilbao - El polvo del camino, el que enmascara el rostro de ciclismo en las veredas y sendas de la Toscana, la bodega de los afamados vinos de Italia, sacude el WorldTour con la Strade-Bianche, la carrera de los caminos de tierra blanca que se remata en la medieval Siena, donde se discute a caballo entre jinetes de barrio en el Palio. En la clásica italiana, cada vez más afamada a pesar de su juventud, por lo de los tramos de tierra que convierten a los corredores en piezas de cerámica, se concentrarán Tiesj Benoot, vencedor de la pasada edición, Geraint Thomas, campeón del Tour, Vincenzo Nibali, Zdenek Stybar, Julian Alaphilippe y Greg Van Avermaet. Ellos son las principales estrellas de la clásica dispuestas a masticar la tierra de los 184 kilómetros de recorrido.

Casi un tercio del trazado por las carreteras de la Toscana, 63 kilómetros, se encajonan en 11 de los tramos de tierra del ondulado y sinuoso perfil de la clásica. La hormigonera de la clásica. Monteroni d’Arbia y Monte Sante Marie deberían filtrar una carrera que se decidirá en Vico d’Arbia, Colle Pinzuto y Le Tolfe, antes de encarar la empalizada final, entre las piedras del medievo de Via Santa Caterina, el trampolín definitivo para inmortalizar el nombre en el frontispicio de Siena.

El otro gran cartel se deslizará entre París y Niza, una de las grandes vueltas del calendario, que se disputará entre mañana y el próximo domingo, día 17, cuando quede finiquitada en la Costa Azul. Marc Soler (Movistar) partirá con la idea de defender el título de la prestigiosa prueba francesa, una cita ineludible a modo de test de comienzo de campaña. Entre los dorsales a seguir, destacan los hermanos Izagirre. Ion y Gorka, que comparten casaca azul celeste en el Astana, donde han tenido un inicio fantástico campeón Ion en Valencia y vencedor Gorka en la Provence. Ambos tendrán a Miguel Ángel López como líder de la formación. Aunque supeditados al colombiano, los de Ormaiztegi funcionan de fábula en la ronda francesa. Gorka fue tercero en la pasada edición y su hermano Ion, cuarto.

En la presente edición, la París-Niza tiene en la séptima etapa, con seis puertos puntuables, cuatro de segunda y dos de primera, y final en la azotea del col del Turini, una de las subidas míticas del rally de Montecarlo, el escenario ideal para resolver la carrera antes de la jornada definitiva que desemboca en las calles de Niza. El foco también señala la crono de 25,5 kilómetros del quinto día de competición entre Barbentane-Barbentane. Será otro punto cardinal de la cita francesa por la que pugnarán ciclistas de la calidad de Romain Bardet, Nairo Quintana, Simon Yates, Wilco Kelderman o Fabio Aru.