Un triple empate fatídico
España resistió ante el nivel de juego canadiense durante todo el primer cuarto, pero la acumulación de fallos en el lanzamiento de larga distancia y la activación de Gilgeous-Alexander en el bando contrario fueron ampliando la brecha hasta el 49-38 en el ecuador de la contienda. En la reanudación, los triples por fin empezaron a entrar, sobre todo de la mano de Álex Abrines, pero Canadá resistió para llegar a los diez minutos finales con un 64-56. En ese momento entró en acción Brizuela en modo superhéroe y su dinamita ofensiva hizo temblar a los de Jordi Fernández, enviando el choque a una resolución de infarto en la que no hubo voltereta final.
CANADÁ: Gilgeous-Alexander (20), Dort (0) Brooks (13), Barrett (16), Powell (9) –quinteto inicial– Alexander-Walker (1), Ejim (0), Murray (4), Lyles (3), Olynyk (2), Nembhard (18), Birch (2).
ESPAÑA: Brown (4), Abrines (12), López-Aróstegui (2), Aldama (7), Willy Hernangómez (10) –quinteto inicial– Garuba (2), Rudy Fernández (0), Pradilla (10) Juancho Hernangómez (8), Díaz (0), Llull (13) y Brizuela (17).
Parciales: 19-19, 49-38 (descanso), 64-56, 88-85.
Árbitros: Zurapovic (Bosnia), Anaya (Panamá) y Salins (Letonia). Sin eliminados.
Incidencias: Pabellón Pierre Mauroy de Villeneuve-d’Ascq, en Lille, ante 26.133 espectadores.