Si hablamos de taekwondo a nivel estatal y mundial, el nombre de Juan Solís aparece en cualquier conversación. Este basauritarra es una de las figuras más reconocidas en este deporte, no en vano fue seleccionador estatal entre 1993 y 2004 y, además, ha sido reconocido como el segundo mejor entrenador de la historia de taekwondo. Actualmente dirige el club The Masters en Basauri que cuenta con una larga lista de medallistas en todas las categorías. Sin embargo, dentro de su extenso palmarés, Solís habla con cariño de la medalla de plata conseguida en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, una experiencia que le enseñó mucho, pero que también le dejó un regusto un tanto amargo por algo que afectó a su hermana.

Para empezar, partimos de la base de que Juan Solís viene de una familia ligada al taekwondo empezando por su hermano Guillermo, quien fue el que le introdujo en la modalidad, y su hermana Rosario, dueña de un extenso palmarés. Los Juegos Olímpicos de Barcelona estuvieron a punto de ser testigos de la lucha de Juan y Rosario por una medalla pero un cambio en el reglamento en el último momento dejó fuera a Rosario, algo que a Juan le dolió especialmente. "Se clasificaban ocho chicas y ocho chicos por país pero en el último momento el COI dijo que había exceso de deportistas y mandó la orden de reducir la participación a cuatro chicas y cuatro chicos sin tener en cuenta los méritos anteriores. Quitaron varios pesos al azar y le tocó a mi hermana. Ella era la campeona europea y del mundo y se quedó fuera. Fue injusto porque partía como favorita para hacerse con el oro", explica Solís.

A pesar de este contratiempo, Juan Solís llegó a Barcelona con el objetivo cumplido de acudir a unas Olimpiadas pues no es un sueño al alcance de todos los deportistas. "Lo malo de los Juegos es que como se celebran cada cuatro años si no te clasificas o justo te lesionas quizá ya no tengas más oportunidades", afirma. Con 26 años, Solís sabía que se iba a enfrentar a los mejores del mundo y dio la talla en los tres combates que disputó. Recuerda especialmente el último cuando luchaba por el oro. "Recuerdo que fue un combate muy duro, reñido y estratégico. Perdí por 3-2 pero lo justo habría sido quedar 3-3 y haber ganado por ventajas. Aún así, me sentí orgulloso de mi actuación. Muchos dicen que la medalla de plata es agridulce pero para mí no lo fue", asegura.

El haber conseguido una medalla fue solo una parte de los Juegos para Juan Solís porque tuvo la oportunidad de disfrutar del ambiente que se creó alrededor de las competiciones. Los deportistas recibieron el apoyo de Barcelona y era frecuente que les animaran en cualquier lugar. "El haber estado en Barcelona fue impresionante. Se vivió mucho y la gente colaboró. Cada vez que salías de la Villa Olímpica en el autobús te quedabas en silencio sorprendido por el recibimiento de la gente. En los combates, cada vez que salíamos nos aplaudían. Fue muy emocionante, sobre todo en la final", afirma Solís.

Después de la cita de Barcelona ya no hubo más opciones de participar en unos Juegos para el basauritarra porque en Atlanta 96 el taekwondo ya no fue deporte de exhibición y hubo que esperar hasta Sidney 2000 para que entrara oficialmente a formar parte de los deportes olímpicos. Después de lograr la medalla, Solís se retiró y hoy en día sigue ligado al taekwondo. "Empecé con 17 años en este deporte, un poco tarde. Venía del fútbol y entrené muy duro para llegar hasta donde llegué. El taekwondo me ha aportado mucho. He podido ver los continentes y he conocido a mucha gente a lo largo de estos años. Además, me ha dado más confianza como persona", apunta.

De cara a los Juegos Olímpicos de Tokio, Corea del Sur parte como máximo favorito y va a ser complicado hacerles frente ya que cuenta con una representación de récord. "Corea siempre es el país favorito por historia pero es que este año han clasificado a cinco competidores de ocho posibles y eso es todo un logro. Se han amoldado bastante bien al nuevo sistema que se instauró hace unos años donde la clasificación se consigue por medio de puntos que se suman entre los distintos campeonatos del mundo y continentales. Turquía y Rusia les siguen de cerca y España ha conseguido clasificar a tres competidores de momento así que creo que las medallas van a estar muy disputadas. Todos ellos participarán en la modalidad de combate porque los pumses no forman parte del programa olímpico", augura Solís.