España vivió el estreno ideal y puso las bases para garantizarse su presencia en octavos con una holgada victoria sobre Croacia. Los lógicos temores que infundía la composición del grupo se diluyeron en un santiamén. El conjunto balcánico sufrió un severo correctivo, se llevó tres goles y quedó a merced de un combinado que, tras exhibir una pegada letal, gestionó con suficiencia el encuentro. Y no fue porque no hallara oposición, pues como siempre el carácter competitivo de Croacia salió a relucir hasta con el resultado muy adverso. Sin embargo, este sábado no sirvió para discutir la autoridad ejercida por los hombres de Luis de la Fuente, que lo único que puede lamentar son los problemas físicos sufridos por Morata y Rodri.

La historia del pulso se sintetiza aludiendo al impresionante índice de eficacia rematadora que desequilibró en favor de España. Una contundencia en los metros decisivos que destrozó lo que había sido un duelo parejo, incluso en situaciones de peligro en una y otra área. Hablar de superioridad en términos de control y posesión resultó casi imposible a la conclusión del primer tiempo. Se asistió a alternativas en el dominio, fases en que la pelota correspondió a los de De la Fuente y fases asimismo donde los que marcaron la pauta fueron los hombres de Dalic. En definitiva, fue patente que ambas selecciones poseen argumentos de fuste para asumir la iniciativa y así se fueron repartiendo los turnos sin que se adivinase por dónde se podía deshacer la igualdad. Incluso dio la impresión de que la propuesta de Croacia tuvo mayor continuidad.

Fabián, clave en la victoria de la selección española

Hasta que entró en liza Fabián, quien en dos acciones brillantes dejó con el molde a la zaga rival. Primero filtró un pase raso, perpendicular por la franja central, que pilló descolocados a los defensas, permitiendo a Morata plantarse en ventaja frente a Livakovic, a quien superó con temple. Solo tres minutos más tarde, Fabián recibió en la frontal del área de Pedri, encadenó dos recortes y chutó cruzado, imposible para el portero. De nuevo, flojearon los zagueros croatas, blandos para importunar la excelente maniobra del interior zurdo.

Prueba de que ese par de acciones no reflejaban la realidad de lo que había acontecido en la media hora previa de juego, las dos llegadas de Croacia justo después de cada gol. Kovacic puso a prueba a Simón con un tiro sin excesiva mordiente y luego le secundó Brozovic, este con más veneno, aunque de nuevo Simón acertó a repeler el envío hacia un costado, donde apareció Majer para dirigir su remate al lateral de la red.

No acabó ahí el capítulo de oportunidades de Croacia: un centro paralelo de Majer se paseó por el área y fue voleado por Gvardiol. El intento, que no llegó a despejar Simón, salió cerca de la madera. Quizá esta fuese la situación más nítida para que Croacia abriese su casillero, pero quien sí acertó fue Carvajal en el tiempo añadido. Pongracic, estático, se vio superado por un centro cerrado de Lamal y el lateral surgió entre una nube de rivales para poner el tercero sin oposición alguna.

Un segundo tiempo más cerrado

Como era de esperar, el segundo acto discurrió más anodino. El abismo que señalaba el marcador condicionó por completo su desarrollo, pesó claramente en las intenciones de los protagonistas. España, con buen criterio, mantuvo la seriedad y el sitio, no se dejó impresionar por las ansias de un oponente que buscó acortar distancias por la vía rápida y no tardó en comprender que su suerte estaba echada. Acaso hubiese alterado el panorama de haber aprovechado la doble oportunidad que generó en el minuto 55, desbaratada al límite por Cucurella y Simón.

Pero tampoco se puede omitir que previamente España tuvo un par de aproximaciones muy propicias para incrementar la goleada, con protagonismo de Yamal. La decisión de Dalic de retirar cumplida la hora a Modric y Kovacic, probablemente el mejor de los suyos, fue un mensaje de resignación: prefería no desgastar más a sus cerebros pensando en las citas venideras.

El fútbol se fue espesando, a la impotencia de Croacia se sumaba que España optó por contemporizar, no necesitaba correr riesgos, le bastaba con dejar que el cronómetro corriese. De la Fuente fue dando entrada a Olmo, Oyarzabal, Merino y a, última hora, a Ferran y Zubimendi. Se trataba de economizar fuerzas y facilitar que más jugadores se sintiesen partícipes del éxito. Los cambios en el otro bando fueron de evidente corte ofensivo, pero inútiles para descolocar una estructura que funcionó en todo momento. España plegó velas para buscar la contra y apenas sufrió en su área.

Unai Simón, de villano a héroe

Qué duda cabe que la desigualdad en el plano anímico fue clave. Mientras España se sentía poderosa, intratable, enfrente se notaban en exceso las prisas y la escasez de recursos una vez ausentes los encargados de dinamizar al conjunto. Así todo, aún se produjo un lance que podía haber modificado el marcador, no el signo del partido, pues apenas faltaban diez minutos para el final. Fue a raíz de un error grueso de Simón con los pies que provocó un penalti de Rodri sobre Petkovic, que ya se disponía a inaugurar la cuenta croata a servicio de Majer, el autor del robo al meta.

El propio Petkovic se encargó del lanzamiento y Simón logró resarcirse al adivinar la dirección. Su palmeo fue a parar a Perisic, que sirvió a Petkovic para que culminase a placer. Intervino entonces el VAR, que sancionó el hecho de que los atacantes penetrasen en el área demasiado pronto. El tanto quedó anulado y ya no hubo nada más que fuese reseñable. Ni siquiera el gol del honor pudo llevarse una Croacia que sucumbió sin remedio. España dejó sentado que se siente capaz de llegar lejos. El paso dado este sábado merece ser valorado por lo que significa entrar con buen pie en un torneo corto, donde las sensaciones adquieren muchísima importancia.

Esta victoria puede resultar clave para la configuración final del grupo en este tramo inicial de la Eurocopa 2024.

ESPAÑA: Unai Simón; Carvajal, Nacho, Le Normand, Cucurella; Rodri (Zubimendi, m.86), Fabián, Pedri (Dani Olmo, m.60); Lamine Yamal (Ferran Torres, m.87), Nico Williams (Mikel Merino, m.68) y Morata (Oyarzabal, m.67)

CROACIA: Livakovic; Stanisic, Sutalo, Pongracic, Gvardiol; Brozovic, Kovacic (Sucic, m.65), Modric (Pasalic, m.65); Majer, Kramaric (Petkovic, m.72) y Budimir (Perisic, m.56).

Goles: 1-0, m.29: Morata. 2-0, m.32: Fabián. 3-0, m.47+: Carvajal.

Árbitro: Michael Oliver (Inglaterra). Amonestó a Rodri (67) por España.

Incidencias: Encuentro de la primera jornada del Grupo B disputado en el Olímpico de Berlín ante 68.844 espectadores.