El París Saint-Germain y el Manchester City, o dicho en puridad, el PSG Doha y el Abu Dabi City escenificarán hoy martes en el Parque de los Príncipes el pulso que mantienen sus propietarios, los jeques de Catar y de los Emiratos Árabes Unidos por conquistar la Copa de Europa, un capricho que no terminan por colmar pese a los ingentes dinerales que ambos emiratos han invertido en transformar a dos equipos anodinos, sobre todo el inglés, en monarcas del fútbol mundial. Reyes sin corona de momento. El PSG alcanzó por primera vez la final en agosto de 2020, en Lisboa, y fue derrotado por el Bayern. El City lo hizo el pasado mes de mayo, pero no pudo con el Chelsea, otro club de dueño ajeno, aunque potentado, el oligarca ruso Román Abramóvich

A propósito del asunto le preguntaron ayer lunes a Ander Herrera, que habló en la previa del opulento partido, y reflexionó: "A ningún otro equipo de Europa se le exige ganar la Liga de Campeones. En nuestro caso es una presión injusta", dijo. Quizá el ex del Athletic pasó por alto que su equipo conviven Neymar, Leo Messi y Mbappé, triunvirato inigualable de portentos futbolístico, arropado por una plantilla larga y de buenos jugadores para cada demarcación. Desde luego no opina igual su jefe, Tamim bin Hamad Al Zani, emir de Catar, o de Nasser Al-Khelaïfi, su fiel subalterno y presidente del PSG.

Soplan aires de revancha, porque el PSG y el Manchester City se cruzaron en las semifinales de la pasada edición de la Champions, en donde el sentido estratégico de Pep Guardiola se impuso a los geniales solistas del equipo parisino, y por eso ganó los dos encuentros (1-2 y 2-0).

Ahora hay otro solista majestuoso en las filas del equipo francés, Lionel Messi, que tendrá la oportunidad de reencontrarse con el técnico catalán, con quien disfrutó de la época dorada del club barcelonés, entre 2008 y 2012. No volvieron a coincidir, eso sí, en equipos diferentes, desde que el Barça se topó con el Bayern en semifinales de 2015. Entonces se impuso con claridad el equipo azulgrana, entrenado por Luis Enrique y liderado por el astro argentino. Aquel año Messi logró su última Champions. Y el Barça, también.

Entre las razones que adujo Messi para enrolarse en el PSG (además del sueldazo) estaba volver a ganar "esa copa tan linda". El conjunto galo le ofrece la cobertura perfecta. Sin embargo la participación del goleador rosarino en el partido de hoy martes y la posibilidad de conformar junto a Neymar y Mbappé un tridente fastuoso está en el aire por las molestias que lleva arrastrando en una rodilla. "Messi está igual que Marco (Verratti), avanza bien, evoluciona, creo que estará en el equipo, pero no sé todavía los que van a comenzar", dijo ayer Mauricio Pochettino, en técnico del PSG. De sus palabras se deduce que, si no es desde el inicio, Messi tendrá su momento a lo largo del encuentro.

Eso mismo desea Pep Guardiola. "Lo que ha hecho en su carrera es más que excepcional. Ojalá pueda jugar por el bien del fútbol", dijo el técnico catalán sobre Messi, a quien estuvo a punto de captar para el City en 2020, cuando pidió por burofax salir del Barça.

Pochettino, que calificó a Guardiola como "el mejor entrenador del mundo", afirma que el duelo de esta noche "es de los futbolistas" y que "las propuestas tácticas quedarán por detrás". No opina lo mismo el técnico del City: "Ellos tienen talento y nosotros tenemos que hacerlo como equipo, ya que no podemos presionar a solo un jugador", contextualiza.

Aunque no deja de ser un partido de la fase de grupos, ojo. En la primera jornada el City apabulló (6-3) al Leipzig, un rival muy a tener en cuenta, y el PSG perdió dos puntos con el Brujas, la cenicienta del grupo A.