FRANCIA: Lloris; Pavard, Varane, Kimpembe, Hernández; Kante, Rabiot (Min. 94, Dembele), Pogba; Griezmann, Mbappe y Benzema (Min. 89, Tolisso).

ALEMANIA: Neuer; Ginter (Min. 87, Can), Hummels, Rudiger; Kimmich, Gundogan, Kroos, Gosens (Min. 88, Volland); Havertz (Min. 74, Sané), Müller y Gnabry (Min. 74, Werner).

Gol: 1-0: Min. 20; Hummels, en propia puerta.

Árbitro: Carlos del Cerro Grande. Amonestó a Kimmich.

Incidencias: Partido del grupo F de la Eurocopa disputado en el Allianz Arena de Múnich ante unos 15.000 espectadores.

- A sus 32 años, Mats Hummels, defensa central del Borussia Dortmund y antes del Bayern, y una larga trayectoria en la selección alemana, tiene tablas y sobrada experiencia, pero anoche tuvo un momento de debilidad que le costó la derrota a la selección germana. La jugada no tenía mucha miga en apariencia: un mal centro de Lucas Hernández entrando por el costado izquierdo resulta que Hummels entra en pánico ante la presencia de Mbappé, se aturulla y se precipita mientras mira de reojo la fantasmal sombra del portento galo y acaba metiendo el balón en su propia portería. Así ganó Francia, la campeona del mundo. Así perdió Alemania, que sacó su estirpe irreductible para merecer mejor suerte que esa, la de caer por un gol tonto, en un segundo de debilidad del conspicuo Hummels.

El Francia-Alemania bien pudo ser un ensayo general sobre una hipotética final, pues ambas selecciones mostraron argumentos de sobra para intuir que llegarán lejos. Se sabía del equipo que dirige Didier Deschamps, aceptado por casi todos como el máximo favorito para ganar la Eurocopa, pero había dudas sobre Alemania, que viene de caer en primera ronda del Mundial de Rusia 2018, un desdoro casi sin precedentes, y de recibir un 6-0 de España, algo impensable si entonces hubiera mostrado la mitad del ímpetu ofrecido ayer en Munich.

La diferencia es que Francia tiene una colección de talentos descomunal y a Deschamps no se le caen los anillos si su eminente equipo se dedica sin recato a defender como gato panza arriba cuando Alemania se entregó en la segunda parte a la táctica del martillo pilón, acogotando a su rival en busca del gol, más por insistencia que por ideas. En esa faceta brilló especialmente Antoinne Griezmann, que se sacrificó como nadie en bien del colectivo. Otro tanto hizo Karim Benzema, a quien le anularon un gol por fuera de juego tras un vertiginoso contragolpe de Kyliam Mbappé y además sufrió el marcaje en corto del rudo Rudiger.

Porque Alemania, en su búsqueda del empate, puso el partido en donde quería Deschamps. Recuperación del balón y búsqueda de Mbappé mediante una rápida transición.

En estas circunstancias absolutamente adversa tuvo Hummels la oportunidad de redimirse, al menos en parte, del error que a la postre le costó la derrota a Alemania. Fue una contra fulgurante, una carrera desigual. Mbappé sobrepasó como un bólido al central del Dortmund, quien en ese trance aún pudo hacer un esfuerzo extremo, estirándose lo que le dio el cuerpo y tocar con la punta de la bota el balón con el delantero francés ya metido en el área germana y relamiéndose ante la inminencia del 2-0. La acción fue tan impetuosa que lo que parecía un penalti terminó en frustración del fenómeno del PSG y munición extra para los alemanes, que redoblaron sus esfuerzos en la búsqueda del empate.

Joachim Löw, en su último torneo como seleccionador alemán, se despide apelando a las señas de identidad de siempre, dejando a un lado veleidades que tuvo hacia el tiki-taka de aquella fascinante selección española a la que trató de imitar.

Aunque Rabiot pudo agrandar la victoria gala en un balón que estrelló contra el palo, Alemania tuvo el empate en un remate viciado de Gnabry con todo a su favor. Löw redobló el ataque, recurrió a Sané y Werner y Alemania lo intentó hasta el minuto 97, dejando constancia de que, desde luego, hay con contar con ellos.

Deschamps lo compara con una final. El seleccionador alemán, Joachim Löw, dijo que su equipo lo dio todo y que no puede hacerle reproche alguno, pese a la derrota por 1-0 ante Francia en el debut de ambos conjuntos en la Eurocopa. "Creo que fue un partido brutalmente intensivo. Lo pusimos todo sobre la balanza. Lo dimos todo. Luchamos hasta el final, no puedo hacerle reproche alguno al equipo", dijo Löw al final del partido. "Los que nos faltó fue poder imponernos en el último tercio", añadió Löw. Por su parte, el seleccionador de Francia, Didier Deschamps, dijo que su equipo había hecho "un gran partido frente a un gran rival" y añadió que "fue un partido que hubiera podido ser una semifinal o una final".