Colista con cinco puntos en once partidos. Un triunfo, dos empates y ocho derrotas, con ocho goles a favor y 24 en contra. Esos eran los números del Barakaldo en el Grupo 2A de Segunda B hasta hace una semana. En busca de la reacción, los fabriles apostaron por Jabi Luaces, tercer entrenador que se sienta este curso en el banquillo de Lasesarre tras Aitor Larrazabal, que sigue como director deportivo, y Germán Beltrán. El de Busturia no podía haber arrancado mejor. En su estreno vencieron 3-0 al Real Unión y el miércoles 1-0 al Laredo. El domingo intentarán estirar la racha en Gobela ante el Arenas.

¿Qué tecla ha tocado?

—Llegas, ves e intentas poner tu sello y ayudar al equipo. Hace falta unión, trabajo y un poco de suerte. Se ha dado todo para que hayamos sacado estos dos partidos adelante, con mucho sacrificio y gracias a las ganas y calidad de los chavales. Estos seis puntos nos sirven para progresar en todos los sentidos.

En Alavés B, Portugalete o Unionistas ya ejerció de revulsivo. Es un experto en remontadas.

—Hay veces que toca llegar en una situación diferente. Al final, las experiencias acumuladas te sirven para ayudar más si cabe al equipo. Esas situaciones anteriores han ayudado para tener más claro cómo activar y ayudar al equipo a ganar.

¿Cómo se gestó su llegada al Barakaldo?

—Recibí la llamada del director deportivo, Aitor Larrazabal, y me preguntó si estaría interesado en coger al equipo. Es una gran oportunidad y la afronto con ganas de ayudar y de devolver con trabajo la confianza depositada en mí en una situación complicada.

Hace poco más de un año, Larrazabal y usted dirigían a los dos equipos punteros de Salamanca. Ahora se han unido en Barakaldo. Cómo es el fútbol.

—Pues sí. Me está ayudando mucho y estoy muy cómodo con él. Está siendo un apoyo importante dentro del grupo. No tengo ninguna duda de que si sumamos entre todos vamos a seguir ganando.

¿Qué le parece la plantilla?

—Es una buena plantilla, con jugadores comprometidos y muy unidos. Es un vestuario muy sano y sacrificado, con ganas de sacar esto adelante. Y lo más importante, es un equipo equilibrado y con calidad.

El vestuario estará ahora mucho más animado que hace una semana.

—Evidentemente. La situación era compleja y había salido gente muy unida al proyecto como Germán (Beltrán), Gorka (Iraizoz)€ Somos personas y han sido unos días duros para ellos. Por suerte, por el trabajo que ya existía y por el compromiso de todos se va revirtiendo la situación. Los triunfos son amores. Estas dos victorias liberan bastante la cabeza y el vestuario está mucho más alegre.

Dos partidos y ceros goles en contra. Es llamativo teniendo en cuenta que habían encajado 24 en los once anteriores.

—Se ha trabajado de forma intensa para ganar los partidos, pero también ha habido un cambio de tendencia. Hemos tenido ese pelín de suerte que nos ha hecho no encajar. El Real Unión dio tres palos y ante el Laredo Rabanillo hizo un paradón. Hemos revertido la dinámica y hemos tenido la pizca de suerte que hay que tener en todos los juegos. Aún hay margen de mejora y creo que el equipo seguirá creciendo.

El domingo visitan al Arenas, donde fue cesado hace dos cursos a siete jornadas del final. ¿Hay ganas de revancha?

—Agua pasada no mueve molinos. Fue una gran experiencia y estoy agradecido al Arenas por la apuesta que hizo por mí. Fue un año complicado, no salieron las cosas por diferentes parámetros, como el tema de las lesiones. No guardo rencor. Hay que ser respetuoso y agradecido. Mi paso por allí fue un elemento de crecimiento como entrenador muy potente. De todo se aprende, como del esfuerzo que tuvimos que hacer para sacar el barco adelante, porque el equipo no bajó del 13º puesto conmigo. Igual no estábamos llegando a lo que se podía esperar de la plantilla y cuerpo técnico, pero me fui satisfecho por la honestidad con la que se trabajó.

El Arenas cierra los puestos tranquilos con seis puntos de renta sobre ustedes. ¿Duelo clave?

—No hay nadie tranquilo en este grupo. Pierdes dos jornadas y estás en el pozo. El partido va a ser difícil para ambos, y más en un campo tan especial. Pero no he mirado la clasificación, no me interesa. Vamos a hacer los mismo que en los dos anteriores: trabajar.

Hace unos días, el Barakaldo era claro candidato a acabar la primera fase entre los cuatro últimos y a tener que luchar por salvarse a partir de abril. Ahora, ¿confían en que puede escapar de ahí en los siete partidos que quedan?

—Solo me centro en ganar cada domingo. En lo único que tenemos que pensar es en ganar el próximo partido. Lo más inmediato es mejorar en cada entrenamiento y competir a tope en el partido que nos toque. No lleva a ningún lado hacer cábalas. Dependemos de nosotros. Si ganamos nuestros partidos no tenemos que mirar nada. Solo tenemos que pensar en ganar, ganar y volver a ganar.

Al inicio, el objetivo del Barakaldo era el ascenso a la nueva Primera RFEF. ¿Aún se puede aspirar a ello?

—Arenas el domingo. No hay más. No vale para nada hablar de eso. Solo hay que entrenar bien y salir a tope el domingo a las seis a ganar al Arenas. Lo demás son cábalas y temas lejanos.

"Dependemos de nosotros, si ganamos nuestros partidos no tenemos que mirar nada"

"Los triunfos son amores, estos dos partidos ganados liberan la cabeza y el vestuario está mucho más alegre"