- La realización de la fotografía oficial del Real Madrid con la visita del presidente Florentino Pérez a la ciudad deportiva madridista dejó imágenes de complicidad con el capitán Sergio Ramos intercambiando sonrisas con la renovación en el aire de trasfondo, y la seriedad de Zinedine Zidane, afectado por el mal momento que vive su equipo y las muchas voces que cuestionan ahora su idoneidad para dirigir la nave blanca.

Florentino Pérez dio ánimos a sus jugadores y a Zidane antes de encarar una semana clave en la temporada con el decisivo duelo de Liga de Campeones ante el Borussia Mönchengladbach y frente a Sevilla y Atlético de Madrid de LaLiga Santander.

El presidente saludó a todos los jugadores y se preocupó por el estado de los lesionados, especialmente atento a la evolución de Eden Hazard, con el que tuvo, según informan a Efe fuentes del club, un gesto de cariño.

No hubo tiempo para una reunión formal, pero sí para una leve charla de Florentino Pérez con un Zidane afectado, con rostro serio en el saludo por la mala racha de resultados y centrado en una reacción inmediata. Así se lo transmitió al presidente en su breve encuentro, mostrando total confianza en su plantilla.

Zidane ya resucitó en más de una ocasión al Real Madrid pero alejado del desgaste que sufre en el presente su figura. Inmerso en su peor racha de las dos etapas en el banquillo, el segundo técnico más laureado de la historia del club blanco no encuentra soluciones futbolísticas.

El eterno agradecimiento a la figura de Zidane es inalterable. Para la historia el técnico de las tres Champions consecutivas. Un hito complicado de igualar. Desde el club aseguran que la confianza se mantiene aunque no se compartan algunas de sus decisiones. Como la suplencia del brasileño Casemiro en Kiev, en un partido que debía dar el pase a octavos de final y evitar otro capítulo de sufrimiento.

Las bajas por lesión de titulares del peso de Sergio Ramos, Dani Carvajal, Fede Valverde o Eden Hazard ya eran suficiente condicionante como para prescindir del equilibrio que aporta Casemiro ante un Shakhtar que apuesta por el contragolpe. Por el momento, dentro del club se debaten de asuntos futbolísticos en plena crisis de resultados y no se han planteado el nombre de ningún sustituto.

Zidane, por su parte, no tiene en mente dimitir. De esta manera se presenta una semana decisiva para el futuro del técnico y del Real Madrid. Tres duelos de altos vuelos que pueden provocar un giro en la opinión de los altos cargos del club si se ven alejados de la pelea por el título liguero y fuera de competición europea.

Obligado a reaccionar en un estadio históricamente complejo para el equipo madridista como el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla, antes de jugarse todo a una carta frente al Borussia Mönchengladbach en el estadio Alfredo Di Stéfano y, sin tiempo para asumir el éxito o el fracaso, el derbi madrileño frente al Atlético de Madrid.