SEVILLA: Bono; Navas (Min. 46, Rakitic), Koundé, Diego Carlos, Acuña (Min. 42, Escudero); Jordán (Min. 88, Gudelj), Fernando, Óliver Torres; Ocampos, Carlos Fernández (Min. 68, De Jong) y En-Nesyri (Min. 88, Franco Vázquez).

OSASUNA: Sergio Herrera; Roncaglia, Unai García (Min. 67, Nacho Vidal), David García, Juan Cruz (Min. 82, Iñigo Pérez); Rubén García (Min. 67, Roberto Torres), Torró (Min. 16, Oier), Moncayola, Jony; Enric Gallego (Min. 82, Adrián) y Budimir

Gol: 1-0: Min. 59; Ocampos, de penalti.

Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó a los locales Rakitic y Fernando; y a los visitantes Unai García y Oier.

Incidencias: Partido de la novena jornada de LaLiga Santander, disputado en el Sánchez Pizjuán.

El Sevilla ganó por 1-0 a Osasuna y remonta el vuelo en liga tras tres derrotas seguidas en un partido feo y gris gracias a un gol del argentino Lucas Ocampos de penalti al principio del segundo tiempo, que echó por tierra el buen trabajo del conjunto navarro durante todo el encuentro, aunque sin éxito y con poca llegada. Tras un primer tiempo muy competido y con escasas ocasiones claras para ambos conjuntos, los sevillistas, a los que Osasuna les exigió mucho, aprovecharon una de sus pocas opciones para amarrar el triunfo en ese penalti, parado en primera instancia por Sergio Herrera, aunque se repitió por tener los dos pies fuera de la línea de gol y en un nuevo lanzamiento de Ocampos no pudo evitar el 1-0, a la postre definitivo.

El Sevilla repetía en su casa tras el subidón del triunfo con uno menos desde el descanso ante el Krasnodar en la Champions (3-2), pero con la necesidad de cortar su hemorragia en liga por sus tres derrotas seguidas y remontar el vuelo frente a un Osasuna siempre complicado, muy físico y ordenado, y con el aval de su buena imagen en las últimas jornadas.

El primer tiempo fue muy competido e igualado, intenso y con mucho juego físico, lo que hizo que apenas hubiera ocasiones reales de gol para ambos conjuntos, más centrados en ganar balones, en la lucha cuerpo a cuerpo para hacerse con las pelotas divididas, que en generar fútbol de verdad y acciones ofensivas claras.

Las lesiones de Escudero y Jesús Navas en los minutos finales del primer acto animar a Julen Lopetegui pusiera una zaga de tres desde la reanudación, con Ocampos en el carril derecho y Rakitic en la medular, lo que le dio estabilidad a un Sevilla que en su primera llegada con peligro se encontró con un penalti a favor por una patada de Jon Moncayola sobre el argentino.

El propio Ocampos asumió la responsabilidad de lanzarlo y, aunque en primera instancia lo paró Sergio Herrera, el árbitro ordenó repetirlo por haberse movido y tener los dos pies fuera de la línea de gol, y ya en el segundo intento el argentino no perdonó y lo batió con un potente disparo por el centro a los 57 minutos.

El 1-0 fue como sacar oro de la mina para un Sevilla poco brillante, superado a veces por la presión del atosigante Osasuna, y un verdadero mazazo para los rojillos, que, a partir de ahí y después de que Arrasate moviera el banquillo para conseguir más verticalidad, buscó de forma baldía poner el empate en el marcador, a pesar de que nunca se rindió.