ASTON VILLA: Nyland; Guilbert, Engels, Mings, Targett; Nakamba, Luiz, Grealish; Elmohamady (Min. 70, Elmohamady), Samata (Min. 80, Davis) y El Ghazi (Min. 70, Hourihane).

MANCHESTER CITY: Bravo; Walker, Stones, Fernandinho, Zinchenko; Rodrigo, Gündogan (Min. 57, De Bruyne), D.Silva (Min. 77, Bernardo Silva); Foden, Sterling y Agüero (Min. 83, Jesús).

Goles: 0-1: Min. 20; Agüero. 0-2: Min. 31; Rodri. 1-2: Samatta, m.41

Árbitro: Lee Mason. Amonestó a Elmohamady, Nakamba y Mings, del Aston Villa y a Sterling y Rodri, del Manchester City.

Incidencias: Wembley, 82.149 espectadores.

londres - No hubo lugar a las sorpresas en Wembley, el todopoderoso Manchester City pasó por encima del Aston Villa y se llevó su séptima Copa de la Liga, la tercera consecutiva, con goles de Sergio Agüero y Rodri. Mientras el Aston Villa hablaba en las gradas, cantándole al City que nunca podrá decir que es campeón de Europa (algo que el Villa consiguió en 1982), los celestes sentenciaron sobre el verde.

En una fría y soleada tarde en Londres, la menor de las copas domésticas en Inglaterra fue a parar a las vitrinas del City y de un Pep Guardiola que ya posee ocho títulos con los ingleses y 29 en total.

El City era favorito y lo demostró, pese a venir de una semana caldeada con el enfrentamiento ante el Real Madrid. La victoria en el Santiago Bernabéu condicionó el once y Guardiola metió ocho cambios respecto a lo vivido en la capital española, dejando a Kevin De Bruyne, Bernardo Silva y Riyad Mahrez fuera. No supuso esto ningún problema para el fondo de armario del City.

A los 20 minutos, llegó el primero, transformado por Agüero, con un remate que tocó en Tyrone Mings y se metió en la portería.

El City ya tenía lo que quería y se dedicó a acumular jugadores en campo del Villa y a buscar el segundo, una cuestión de tiempo.

Con controversia nació el segundo tanto. El árbitro señaló un córner que no era a favor del City y Rodri remató picado de cabeza.

Daba la sensación de estar muerta ya la final cuando un resbalón de John Stones propició una transición ofensiva rápida y Mbwana Samatta conectó un cabezazo inapelable a las redes de Claudio Bravo. Con esa diana se llegaba al descanso cpon cierta incertidumbre.

Pero los segundos 45 minutos, en vez de emoción, destilaron aburrimiento. El City, que ya suma siete Copas de la Liga en su palmarés, en los últimos años se ha convertido en el rey de esta competición, a solo un entorchado de los ocho que tiene el Liverpool.