bilbao - "Para el Madrid es un partido vital, mucho más que para nosotros". El técnico del Barcelona, Quique Setién, volcó ayer la necesidad sobre el Real Madrid, que hoy recibe al Barcelona en el Santiago Bernabéu con el liderato de LaLiga en juego y la inyección anímica que siempre reporta un Clásico. Con ello, buscó liberar de presión a sus pupilos, a quienes cierto es que les sirve el empate para aferrarse a lo más alto de la clasificación, dado que el conjunto blaugrana atesora dos puntos más que los blancos. Por contra, el entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, envía balones fuera: "Ninguno se juega más porque después del partido quedan doce. Pase lo que pase, vamos a seguir peleando". Guerra psicológica como preludio de un duelo que, se adopte la trascendencia o no, siempre trasciende de los puntos en juego.

En cualquier caso, el Clásico más igualado de cuantos se celebran en el Planeta Fútbol -243 partidos: 96 victorias del Barça por 95 del Madrid- llega en un momento de dudas para ambos conjuntos. Incertidumbre que han generado los respectivos enfrentamientos de Champions League, donde ninguno de los dos contendientes convencieron. El Barça empató a un gol en su visita al Nápoles y el Madrid encajó un 1-2 contra el City que para muchos es la antesala de la eliminación de la competición para la tropa de Zidane, quien atisba "una gran oportunidad de cambiar la dinámica", concretamente una racha de cuatro partidos sin conocer el triunfo, tres de ellos en Chamartín.

De tal calado fue el varapalo contra el combinado de Pep Guardiola que ayer abarcó gran parte de la rueda de prensa. Que si la decisión de la ausencia de Kroos en el once, que si la baja de Hazard en este crucial tramo de la temporada, que si la carencia de goles? Setién, más vivo en la Champions, pudo focalizar su discurso en el Clásico. Y para ello apeló a su pasado de éxito en el Bernabéu, donde obtuvo réditos con equipos más modestos y una filosofía de corte ofensivo. "Como con el Betis y con Las Palmas, seremos un equipo atrevido. Trataremos de tener el balón y atacar, y de presionar y defender cuando lo tengan ellos. No renunciaremos, en ningún caso, a ir a por el partido, como hacemos siempre", prometió.

guardiola señala el camino Setién posee una referencia que contempló de primera mano, el miércoles, sentado en el Bernabéu en la victoria del City, tras la cual se aseguró que visitó a Guardiola en su hotel para compartir impresiones y recibir consejos. "No fui a ver a Pep, fui a ver al Madrid... vimos el plan que diseñó para ganar", explicó el preparador culé. El cántabro admitió que el plan de ejecución se puede replicar "hasta cierto punto", dado que existen aspectos que no podrán emular sus pupilos dadas las características de una y otra plantilla. Si bien arrojó posibilidades a la opción de alinear a cuatro centrocampistas para pujar la posesión del balón.

Zidane, con una situación más comprometida al estar a la zaga en la tabla y con los deberes de una remontada en la Champions, también profesa optimismo. "No empiezo a pensar qué va a pasar si perdemos. Soy positivo y quiero que todos mis jugadores quieran y busquen la victoria", concretó, asumiendo la ineludible afirmación de que se trata de "un momento delicado". El pasado reciente no deja buenos augurios: el Madrid no gana en su feudo al eterno rival desde 2014.

La grata noticia de las horas previas es para el Barcelona, que, ante la acumulación de bajas en la enfermería, capta para su convocatoria a dos jugadores de peso, Piqué -"se ha recuperado bien, sin ningún problema", dijo Setién- y Alba -"está bastante bien, las sensaciones son positivas y lo único que hay que decidir es si saldrá de inicio"-. Que jueguen o no es otra historia. Por de pronto, están en la expedición de un Clásico que servirá la ocasión de adoptar la confianza y de hacerlo a costa de hundir el ánimo del adversario por antonomasia.