bilbao - Los accesos de la tribuna principal todavía necesitan algunos remates, tampoco está terminada la fachada de la tribuna norte, seguramente faltará por alicatar alguna estancia y probablemente será necesario darle un poco de lustre al remodelado Anoeta. O mejor dicho, al Reale Seguros Stadium, pues así se llama el nuevo estadio de la Real Sociedad, recinto que será inaugurado el próximo sábado en el partido liguero que enfrentará al equipo txuri-urdin con el Atlético de Madrid.

El club donostiarra culmina así su largo anhelo por acabar con ese estadio de atletismo que alejaba el aliento de la afición de los jugadores, singularidad que provocaba la añoranza hacia el viejo Atocha y que no pocas veces ha servido de pretexto para explicar un buen puñado de derrotas. Porque Anoeta fue inaugurado el 29 de julio de 1993 para acoger la celebración de los Campeonatos Europeos Junior de Atletismo. Financiado con dinero público, Anoeta estaba destinado a ser el campo de la Real, pero también algo así como el estadio olímpico de Euskadi, y de este modo se justificó la inversión de las instituciones.

En realidad el nuevo recinto, ya sin pistas de atletismo, se estrenó hace un año, con un partido ante el Barcelona. Pero se dejó pendiente, sobre todo, la construcción del fondo norte, obra que ya está prácticamente culminada.

El coste de la remodelación ha subido hasta los 50 millones. El Gobierno vasco aportó diez, la Diputación Foral de Gipuzkoa cuatro y el resto ha corrido a cargo del club blanquiazul. A principios de agosto la Real alcanzaba un acuerdo con Reale Seguros para que, a cambio diez millones de euros, el estadio pueda llevar su nombre en las próximas seis temporadas.

Con esta operación comercial, la entidad donostiarra amortiza parte de la obra. Y esa ha sido la justificación dada por su presidente, Jokin Aperribay, para vender el nombre del estadio, algo habitual en los clubes de la Premier inglesa, pero de poca costumbre en los de LaLiga Santander (apenas el Wanda Metropolitano o en su día el Power8 Stadium del Espanyol, ahora RCDE). Otra cosa será la respuesta del hincha, que probablemente seguirá llamando al estadio de la Real como siempre: Anoeta.

Tampoco fue novedosa esta idea. La empresa china Qbao, antiguo patrocinador del club, también había acordado financiar las obras a cambio de dar su nombre al recinto deportivo, hasta que se descubrió que estaba involucrada en una estafa piramidal y se rompió el vínculo con el consiguiente quebranto en el proyecto de remodelación.

¿demasiadas localidades? En principio, el nuevo Anoeta estaba previsto que tuviera un aforo para 42.000 espectadores, que finalmente se queda en 39.500, 7.500 más que el antiguo campo. Una solución más racional y que hará posible una mayor comodidad en la distribución de los espacios y las localidades.

Hay que valorar, además, que la asistencia media al estadio en la pasada temporada fue de 22.030 espectadores, sobre un aforo de 28.689 a causa de las obras, y en la anterior aún fue menor.

De momento se han colocado 39.500 fundas de plástico para proteger los asientos y que los abonados de la Real tengan mayor sensación de inauguración. Son todos azules, aunque se ha colocado una fila de color blanco en la tribuna este para escribir el nombre, Real Sociedad, y el año de su fundación, 1909. También en la tribuna norte baja, resaltando el logotipo y la marca del patrocinador: Reale Seguros.

Atrás queda el regusto amargo de la derrota en el derbi de San Mamés y delante el Atlético de Madrid, que ha ganado a la Real siete de los diez últimos partidos disputados.