madrid - Luis Enrique Martínez deja el cargo de seleccionador español tras once meses a causa de un grave problema familiar que le ha llevado a presentar su renuncia a la Federación Española, que apuesta por quien era su segundo, Robert Moreno, de 41 años, que ha desarrollado toda su carrera como ayudante del técnico asturiano y nunca ha dirigido a un equipo profesional.

El presidente de la RFEF, Luis Rubiales, y el director deportivo José Francisco Molina, comunicaron la renuncia de Luis Enrique por la grave situación que provocó que se marchase de Malta el día de un partido de clasificación a la Eurocopa 2020, y que Robert Moreno ya dirigiese los dos últimos ante Islas Feroe y Suecia.

Luis Enrique llegó al cargo de seleccionador el 9 de julio de 2018, ocupando el hueco dejado por Fernando Hierro, apuesta provisional en el Mundial de Rusia tras el despido de Julen Lopetegui a dos días de debutar. Se marcha habiendo dirigido siete partidos, cinco oficiales y dos amistosos, con cinco triunfos y dos derrotas, y ya a la distancia por el grave problema familiar que sufre desde finales de marzo los tres últimos.

La intención de la RFEF presidida por Luis Rubiales fue en todo momento aguantar al regreso de Luis Enrique, una vez se solventase el tema personal. En los últimos días y tras los dos partidos dirigidos con victoria por Robert Moreno, ante Islas Feroe y Suecia, la opinión de Luis Enrique ha cambiado y comunicó su renuncia.

“Luis Enrique no va a seguir como seleccionador y le tengo que dar las gracias. Es un tío que se ha portado de 10 con la Federación. No tenemos ningún reproche. Le he transmitido que siempre tendrá las puertas de la selección abiertas”, dijo Rubiales.

de El corte inglés a la selección Robert Moreno se estrenará en el cargo como seleccionador a todos los efectos el próximo mes de septiembre en Bucarest, ante Rumanía. El 8 del mismo mes se medirá en Gijón, en un duelo que era especial para Luis Enrique, a las Islas Feroe.

Diplomado en Comercio y Relaciones Internacionales por la Universidad de Barcelona, que llegó a trabajar de dependiente en El Corte Inglés de Cornellá, se formó como técnico en conjuntos como el Hospitalet, el Castelldefels y el Damm, entre otros, para llegar a la cantera del club azulgrana. Pasó a formar parte del Barcelona B junto a Luis Enrique, del que ya no se separó. Así, estuvo al lado del técnico asturiano en sus etapas al frente del Roma, el Celta, el propio primer equipo del Barça y la selección española. Vestuarios con estrellas donde de la mano de Luis añadió el conocimiento que le faltaba en el trato con el jugador de élite después de dirigir solo a un nivel menor.

Su especialidad era el estudio de los equipos rivales, análisis de partidos e incluso las acciones de estrategia. Su labor, imprescindible para Luis Enrique. Su unión, más que estrecha. Tan solo cuando Luis Enrique se tomó un año sabático tras dirigir al Barça, Moreno aprovechó para trabajar con Juan Carlos Unzué, en el Celta.

“Doy las gracias a la Federación por su confianza. Siempre pensé llegar a ser primer entrenador algún día, pero no de esta manera”, confesó Robert, quien mostró su grado de ambición: “Llevo muchos años en el fútbol, siempre pensé desde los 14 que iba a ser entrenador en el máximo nivel. Para aceptarlo, me ha animado que Luis Enrique estaba de acuerdo. Nos ha dicho que adelante”.

Sobre su falta de experiencia, Robert recordó su largo camino en el mundo del fútbol. “Tengo experiencia. Nueve años con Luis entrenando a los mejores del mundo, viendo sus decisiones. Antes ya le había dedicado muchas horas, pero me faltaba conocimiento de los jugadores y Luis me lo inculcó”. - DEIA / Efe