El último recuerdo de Ion Izagirre (Ormaiztegi, 1989) es el del champán de la alegría desparramado por Eibar, la txapela a modo de corona y el maillot de líder de la carrera. Eso fue en 2019. Sin posibilidad de revalidar su conquista en 2020, Izagirre regresa con la idea de subrayar el número uno que lucirá en su espalda como vigente campeón.

El tercer puesto de la París-Niza habla de un gran comienzo.

—Sí. En la primeras carreras de Francia no me fue tan bien, pero luego fui cogiendo la forma. Los objetivos eran París-Niza y la Itzulia. Haber acabado en el podio de la París-Niza ayuda mucho moralmente de cara al gran objetivo para mí, que es la Itzulia. El comienzo de año fue un poco raro porque se suspendieron varias carreras y cuando empezó la temporada se veía que la gente iba muy fuerte. A mí me costó más en esas carreras, pero yo miraba más de cara a estar bien en marzo y abril, con otro golpe de pedal. La idea es seguir esta racha.

¿Cómo afronta la Itzulia?

—Moralmente llego con muchas ganas. Sabemos que tenemos grandes rivales delante pero físicamente vamos por el buen camino, no hemos tenido ningún contratiempo. Por esa parte todo ha ido bien, habrá que ver dónde nos pone la carrera a cada uno.

Defiende el dorsal número uno. ¿Eso genera una presión extra o es una mayor motivación?

—Tampoco es una presión. Sabemos que la última vez la gané yo y ya está. Es una carrera que siempre me ha gustado. Tengo varios podios en la Itzulia. Es una carrera especial para mí y que me motiva. Por eso lo preparo con mucho mimo y espero que este año también pueda salir bien.

Lo cierto es que será complicado revalidar la victoria con los rivales a los que se medirá.

—Sí, la participación es muy buena. Están Roglic, Pogacar, Landa, el Ineos que viene con un gran equipo, también está Chaves, que viene de hacer una buena Volta a Catalunya. Es una carrera WorldTour y el nivel es máximo. No será fácil. Ya sabemos que Pogacar y Roglic tienen varios puntos más, pero intentaremos hacerlo lo mejor posible.

Los eslovenos generan respeto. ¿Son batibles?

—Sí, sí. ¿Por qué no? Son humanos. En ciclismo no siempre gana el más fuerte. Las estrategias están ahí y también cuentan. Habrá que ver qué pasa.

En ese sentido, Astana cuenta con un bloque muy sólido en la Itzulia. En la pasada edición de la carrera, su equipo fue capaz de derrotar al entonces líder en la última etapa.

—Sí, por eso lo decía. Puede haber corredores fuertes, pero el bloque en sí, siempre tiene mucha importancia. Existen varios factores, el recorrido, la estrategia, el tiempo… Mira lo que le ocurrió a Roglic en la París-Niza. Era el más fuerte y el último día, por esa doble caída, por esa mala suerte, lo perdió todo.

¿Qué le parece el recorrido de la Itzulia?

—Duro. Ya sabemos cómo suele ser el recorrido de la Itzulia, un continuo sube y baja. No tenemos puertos largos aquí, pero son muy ratoneros. Será muy exigente.

La carrera comenzará con una contrarreloj.

—Sí. Es una crono con dos partes diferenciadas. La primera, con la subida a Santo Domingo, y luego ya la segunda parte, que es más favorable, cuesta abajo, quitando la llegada al Parque de Etxebarria que es un repecho. Servirá para marcar las primeras diferencias de la carrera.

¿Prefiere que la crono esté situada al principio?

—Lo bueno es que sabes cómo estás desde el comienzo. A partir de ahí tienes cinco días de carrera para poder rebajar la desventaja o para mantenerla.

Aparte de la contrarreloj, ¿cuáles son las etapas que pueden marcar la pauta de la Itzulia?

—Cada día es un recorrido muy exigente, quitando quizás el de Ondarroa. Ya desde la etapa en línea de Sestao, nos encontraremos con esa subida a la Asturiana y con una bajada revirada. El día siguiente, la llegada a Laudio, es una ascensión corta pero que se puede hacer larga. La etapa con llegada a Hondarribia, con Jaizkibel y Erlaitz, tiene lo suyo y, cómo no, la última etapa es la guinda. Es una etapa corta, pero durísima que decidirá el ganador de la Itzulia. Creo que hasta ese día no se decidirá la carrera.

La última etapa recuerda a la jornada final de la Itzulia de 2019, cuando su equipo puso patas arriba la carrera y volteó la general.

—Si un equipo ese día puede dinamitar la carrera hay terreno para hacer mucho daño y que sea un sálvese quién pueda. Probablemente se vaya a mil. Aunque sea corta, la etapa será muy dura. Son las más bonitas para ver porque son muy difíciles de controlar. Las fuerzas estarán mermadas.

Asistimos a un ciclismo más agresivo. Los líderes van a por todas. No existen carreras de transición.

—La verdad es que desde el primer día se ve que en las carreras se va a tope. Aunque la carrera sea de categoría baja, todos, líderes o no, van a cuchillo. Se ve que la gente joven, de apenas 20 años, viene muy fuerte, ganando y disputando. Luego hay ciclistas como Van der Poel que no tiene miedo a los equipos grandes, tiene piernas para reventar las carreras y los equipos. Eso le da otra dimensión a la competición.

¿Le agrada esta forma de correr?

—Para verla como espectador está claro que este ciclismo es más bonito. Hay menos control, las carreras son más locas y hay más sorpresas. Llevamos muchos años sin ver este espectáculo, con ataques a 50, 60 y 70 kilómetros de meta. Si lo vives por dentro tal vez no te guste tanto porque se sufre bastante más, pero para verlo es más bonito.

La Itzulia no podrá contar con el calor de la afición.

—Es una pena que no pueda haber público en la Itzulia, pero ya sabemos en qué situación estamos y hay que cuidarse. Es una pandemia que se ha llevado muchas vidas por delante y no podemos jugárnosla por ver cuatro carreras.

El Tour de 2023 saldrá desde Bilbao. Una gran noticia.

—Estaba con Omar (Fraile) en el Teide y fue él el que me lo contó. Me parece una gran noticia. Ya sabemos la repercusión que tiene el Tour y la cultura ciclista que tenemos en Euskal Herria, lo que nos gusta. Que una carrera como el Tour salga desde Bilbao y que pase tres días por Euskal Herria será un espectáculo digno de recordar, que valdrá para hacer afición, y para que los equipos de casa sigan apostando por este deporte que nos gusta y para mí, particularmente es una noticia buenísima.

“Es una pena que no haya público en la Itzulia, pero ya sabemos en qué situación estamos y hay que cuidarse, no podemos jugárnosla”

“Que el Tour salga de Bilbao y pase tres días en Euskal Herria será un espectáculo digno de recordar, para mí es una noticia buenísima”