donostia - Y Jon Odriozola tiró de símil futbolero... “Es para que me entiendan hasta quienes no siguen el ciclismo”. El mánager deportivo del Euskadi Murias, preguntado por los objetivos de su equipo en la Vuelta a España que arranca el sábado en Torrevieja (Alicante), frenó cualquier opción de sueños desproporcionados expresándose en clave txuri-urdin. “Pedirnos más sería como exigir a la Real ganar la Champions después de ganar una liga”. Y es que cualquier perspectiva de cara a la ronda estatal, probablemente una visión equivocada de la realidad en el ciclismo actual, tiene como punto de partida La Camperona. En la cima leonesa levantó los brazos Óscar Rodríguez hace poco menos de un año. “Sabemos que va a ser difícil repetir. Pero lo vamos a intentar”.

Humildad y ambición. Se trata de las máximas con las que el conjunto verde afronta su segunda participación en la Vuelta. El Euskadi Murias presentó a su alineación durante la mañana de ayer en el Aquarium donostiarra, un ocho configurado tras un minucioso análisis del recorrido y del elenco de participantes. “Va a haber muy pocas opciones al sprint”, expresó Odriozola ante un escarpado recorrido y la presencia en el pelotón de velocistas como Fernando Gaviria (UAE) o Sam Bennett (Bora). El resultado de todos los estudios realizados es un equipo completo, pero pensado en gran medida para rendir cuando la carretera se empine. De ahí las ausencias de Enrique Sanz y Mikel Aristi.

El citado Óscar Rodríguez (Burlada, 1995) encabezará la formación, con metas encaminadas a victorias parciales por encima de una buena general. Él mismo lo reconoció ayer. “Ya se ha visto en la Vuelta a Burgos (que terminó segundo). Hacer la general implica superar muchos momentos de tensión. En esta Vuelta a España prefiero poder desconectar algunos días y centrarme en intentar aprovechar las oportunidades que se presenten”. Esta declaración de intenciones implica, en cierto modo, elevadas dosis de libertad para todos sus compañeros, entre quienes destacan las virtudes escaladoras de Mikel Bizkarra (Mañaria, 1989), Mikel Iturria (Urnieta, 1992) y Sergio Samitier (Barbastro, 1995). El también aragonés Fernando Barceló (Huesca, 1996) demostró en la pasada Clásica San Sebastián ser un corredor muy consistente en fuga, como hizo Héctor Sáez (Albacete, 1993) en la Volta a Portugal. Y completarán la escuadra Aritz Bagües (Errenteria, 1989) y Cyril Barthe (Sauveterre de Béarn, 1996). El de Iparralde tiene su punta de velocidad e intentará dejarse ver en las llegadas masivas no destinadas a sprinters puros.

Jon Odriozola utilizó la palabra “ilusión” en repetidas ocasiones a la hora de definir el espíritu con el que el Euskadi Murias acude a la Vuelta. Pero también avisó de que la dificultad de brillar se va a ver multiplicada respecto a 2018. “Ahora somos un equipo respetado en el pelotón. Esto es bueno. Pero también se te puede volver en contra. En carrera nadie nos va a regalar nada. La gente ya conoce nuestro potencial y nos va a tener muy en cuenta”.