bilbao - A Xabier Artetxe se le nota la dicha, aunque prefiere que esta sea contenida, al igual que su discurso. No le gustan al preparador de Larrabetzu las frases grandilocuentes ni el exceso de pirotecnia. Artetxe, enrolado en el Ineos, el mejor equipo del mundo, en el que se siente valorado, otorga todo el mérito al talento de Egan Bernal. “Me siento agradecido de poder estar cerca de él y trabajar con un chico al que le gusta mucho aprender. Lo absorbe todo”, subraya el técnico sobre el colombiano, un corredor en disposición de alumbrar el ciclismo que viene. “El tiempo dirá”, dice Artetxe.

¿Cómo recuerda su primer contacto con Egan Bernal?

-La primera vez que tuve un contacto con él fue por teléfono. Eso sí, de primeras me sorprendió que era un chaval muy maduro. Tenía las cosas muy claras. En ese aspecto te sorprende un poco porque tenía 20 años.

Usted ha trabajado mucho con corredores jóvenes. ¿Pensó que Bernal era más maduro de lo normal?

-Sí. Está claro. Es algo que te llama la atención. Tiene una madurez fuera de lo común y da la impresión de ser más mayor. Lo percibes en su modo de ver la vida, en lo claras que tiene las cosas. Sabía que tenía que sacrificarse mucho para conseguir las cosas. Quería ser ciclista y tenía ganas de hacerlo. A veces, a esas edades, los chavales ven las cosas más a largo plazo, se lo toman con mucha más tranquilidad, pero Egan es una persona ambiciosa y un punto ansiosa en ese aspecto. Quiere hacer las cosas rápido, pero con mucha madurez.

¿Detectó esa mentalidad ganadora de los grandes campeones?

-Sí. Tiene una mentalidad y un carácter especial. Siempre quiere mejorar y siempre quiere ganar. Es ambicioso. Tiene carácter de campeón y también de líder.

¿Qué le hace especial?

-Es un corredor que se marca metas importantes. No tiene miedo a la responsabilidad y tampoco a la presión de conseguir algo muy grande. Todo eso hace que también sea capaz de conseguir lo que puede, de rendir al máximo. Se marca retos grandes pero eso no le genera estrés. Le motiva.

¿De qué tipo de ciclista hablamos en lo físico?

-Es un colombiano atípico, pero es un escalador. Es un corredor que roza los 60 kilos. No puede ser un especialista en contrarreloj. Nunca podrá competir contra corredores de 70 kilos. Es un escalador puro y esa es su principal arma, la más valiosa. Pero es un corredor que quiere mejorar en todo. Ha mejorado mucho en la crono, aunque en la del Tour no le fue muy bien. En el llano se defiende muy bien. También en los abanicos. Es valiente y tiene mucha habilidad. Además es un chico al que le gusta aprender, que confía en la experiencia de otros. Le gusta escuchar. Es humilde.

A pesar de ser un peso ligero, se maneja de maravilla en el llano, incluso en los abanicos.

-Eso se debe a la técnica, la valentía y las ganas de estar ahí, de luchar. También a estar rodeado de un equipo que se maneja muy bien en esas situaciones.

Por lo que sugiere es un ciclista con ganas enormes de aprender.

-Es una esponja. Quiere ser mejor y quiere aprender. Escucha y pide consejos, se deja aconsejar y confía en la gente de alrededor. Eso hace que sea mejor. No es el típico chaval que se cree que lo sabe todo y sigue su camino. Trata de absorber lo máximo para después desarrollarlo en la carretera.

Después de la caída que le dejó sin Giro, Egan le planteó participar en el Tour en el mismo hospital. ¿Le sorprendió la propuesta?

-Sí, sobre todo cuando estaba en el hospital a la espera de una operación. Es un chaval que no mira hacia atrás, solo para delante. Lo único que quería era llegar al Tour y estar en forma para ser seleccionado por el equipo. Hizo todo lo posible para estar y el resultado está ahí.

Bernal ha conquistado el Tour en su segunda participación. ¿Esperaban una eclosión de este calibre?

-Bueno, es sorprendente sí y no. Es sorprendente porque ganar el Tour no es nada fácil, pero un corredor que ha ganado las carreras del nivel WorldTour que ha ganado, es que está capacitado para poder ganar el Tour. Al final, es de manera natural. Es el paso que le quedaba. Sorprende porque tiene 22 años y ha conseguido los objetivos tal vez más rápido de lo que esperábamos, pero por otro lado no es ninguna sorpresa. Si me dices que su única victoria anterior es una carrera sin nivel, te puede llamar la atención, pero con el palmarés que tiene en el año y medio que lleva en el WorldTour, lograr la victoria en el Tour era una de las opciones. Era el siguiente salto. Podía ser el Giro, podía ser la Vuelta o podía ser el Tour, pero ganar unas grande era el siguiente paso que se le podía exigir a un corredor de este nivel.

Bernal reventó el Tour en el Iseran. ¿Cómo se planificó ese ataque?

-Era el plan del equipo. No es algo que saliera porque sí. Se tomó en cuenta cómo fue la etapa, cómo fueron las etapas anteriores y el trabajo que hicieron los compañeros. Tanto el ataque de Geraint Thomas como el de Egan Bernal era algo que los directores del equipo habían planificado. Ha salido bien. Esa fácil decirlo y es bonito contarlo cuando sabes que ha salido bien. Cuando haces un plan y sale, parece que eres un gran estratega, pero dependes de las piernas de las corredores. Salió bien para ambos. Son el primero y el segundo. Un doblete para el Ineos.

Usted conoce bien al colombiano. Después de haber ganado el Tour le cambiará la vida. ¿Cree que será capaz de gestionar todo lo que se le viene encima?

-No lo sé. Esperemos que siga siendo el mismo. Su vida va a cambiar, es evidente, pero dentro del posible cambio esperemos que siga siendo el mismo chaval al que le gusta montar en bicicleta y que se siga sacrificando de la misma manera como hasta ahora. Pienso que será así. La forma de ser de cada uno va en la educación y en el ADN. Esperemos que el chico siga siendo como hasta ahora.

Bernal ha ganado el Tour con apenas 22 años. ¿Considera que será un campeón que marcará una era?

-No me gusta hablar de eso. Las cosas vendrán como tengan que venir. Es mejor no especular. En eso soy bastante conservador. Me gusta ir día a día. Ya se verá

Supongo que para usted, en lo personal, será un satisfacción entrenar al campeón del Tour.

-Cuando trabajas con grupos de chavales y ves que uno de ellos ha ganado la mayor carrera del mundo, es una satisfacción. Son ellos los que tienen el mérito y el talento. Simplemente con estar cerca de ellos sientes un poco esa sensación que de alguna manera has ayudado. Como preparador no sé si puede haber algo más grande que esto.

¿Pensó alguna vez, cuando comenzó en el ciclismo, que llegaría un día como este?

-No, porque nunca sabes qué va a pasar mañana. Trabajando con un equipo tan grande como el Ineos, teniendo el talento que tienen los chavales, es más fácil poder preparar a un campeón del Tour. Esto no te da más mérito, el mérito es de los chavales. Cuando empecé en el ciclismo estaba contento con lo que hacía. En aquella época, con los chavales que tenía, como Intxausti, Castroviejo, los hermanos Izagirre?, que están todos en profesionales, tengo unos recuerdos impresionantes. Fue mi universidad y mi aprendizaje. Todo lo que sé ahora es gracias a aquella época. Esto es la mejor carrera del mundo y lo que nos ha pasado es muy bonito, pero aquello también tiene un valor incalculable para mí.

Este ha sido un Tour extraño. El Ineos se vio obligado a remontar por vez primera y ganó la carrera en la última semana. ¿Estaba previsto ese escenario en la preparación?

-Está claro que una vuelta de tres semanas, la última es siempre de mucha dureza. Tienes que llegar muy fuerte a la tercera semana, pero esta vez había que llegar muy fuerte también a la primera semana por la crono por equipos y por la etapa con final en La Planche des Belles Filles. Sí que estaba previsto que nuestros corredores llegaran fuertes a la tercera semana, pero lo que quizá no preveíamos era encontrarnos con un Alaphilippe tan fuerte en la última semana y con tanta ventaja. Otros años la estrategia era mantener y este año ha tocado recortar diferencias. Tengo la impresión de que se ha criticado mucho al equipo de manera injusta. Si este año no nos encontramos con un Alaphilippe a este altísimo nivel, quizá después de la contrarreloj Geraint Thomas estaría de líder, el equipo tiraría al frente del pelotón y nadie estaría hablando de que el Ineos no es el antiguo Sky. Estaríamos hablando de que se repite la misma historia. En la última semana se ha visto que nuestros corredores estaban a un nivel altísimo. Nos ha tocado remontar, ir al ataque y nos ha salido muy bien. No es solo que hayamos ganado con Bernal, es que hemos hecho primero y segundo con Thomas.

El rendimiento de Alaphilippe sorprendió a todos.

-Sí. Ganó su etapa y en La Planche des Belles Filles hizo una gran actuación. Una subida de 20 minutos impresionante. Igual la mejor que ha hecho hasta ahora. Luego llega la crono y la gana. Sabíamos que podía hacer una buena crono, pero es que arrasa. Luego llega el Tourmalet, una subida larga y todavía mete tiempo a los de la general. Se generó una bola. Eso obligó a correr a la contra, con una táctica más ofensiva. El francés fue el corredor que cambió el sentido del Tour. Nosotros tuvimos que correr para sacarlo del primer puesto y otros, como el Jumbo, corrieron para sacarle del podio. Eso convirtió las etapas de los Alpes en muy duras. Se corrió a muchísimo ritmo.

Tanto Bernal como Thomas tenían opciones de ser campeones.

-Se ha hablado mucho de quién es el líder, de la relación que pueda haber entre los dos, pero se ha visto que hay un grandísimo respeto entre ambos y, sobre todo que las cosas estaban muy claras dentro del equipo. Es un grupo que sale con una idea clara y que todo el mundo rema en la misma dirección. Creo que Egan ha tenido el respeto hacia el anterior campeón del Tour y así han corrido. Se ha corrido en equipo. El objetivo común en el Ineos era ganar el Tour, no el resultado de uno o del otro.