L baloncesto es una parte fundamental en la vida de las hermanas Usua y Ana Iruskieta. Son muchos los entrenamientos y los partidos compartidos. Vivencias en la cancha y a su alrededor. Esos recuerdos solo tenían el color del granate del Gernika hasta este año, el equipo de su pueblo y donde pasaron toda su formación como jugadoras. Pero ahora, las dos hermanas se han vuelto a juntar en el GDKO Ibaizabal. Este es el tercer año de Ana en el club galdakoztarra y Usua vive su primera aventura en Liga Femenina-2. Son un ejemplo de un equipo formado con gente de casa, con un núcleo importante de jugadoras vizcainas y compuesto no solo por compañeras de equipo, también por amigas y, en este caso, incluso por familiares.

El GDKO Ibaizabal apostó por dar más protagonismo a la gente vizcaina y los problemas con los fichajes hicieron que esa responsabilidad aumentara aún más. La temporada comenzó torcida y actualmente las dirigidas por Julen Berrocal ocupan el penúltimo puesto de la clasificación con solo dos victorias. Sin embargo, este bagaje de resultados no hace que las jugadoras tiren la toalla. “La competición no refleja lo que trabajamos y lo que competimos. No ha sido el mejor comienzo, pero nosotras no sentimos que lo estamos haciendo mal. Hemos competido la mayoría de los partidos”, apunta Ana. Las dos hermanas consideran que “lo vamos a sacar adelante” y para ello el partido de hoy, partir de las 19.30 horas en la cancha del Melilla Sport La Salle, será una buena piedra de toque.

Son objetivos diferentes a los de hace no mucho para el club vizcaino, que era un asiduo de la pelea por los puestos de honor. Ahora, el proyecto es otro y Ana ha sido protagonista de esta transformación. “El primer año estaba supernerviosa. Veía al equipo, a Peyton, Alicia, Virgina, Laura Arroyo... eran superbuenas. Pero terminé disfrutando y lo malo, que llegó el covid. La siguiente temporada empecé a jugar muchos más minutos de los que esperaba y esta ya nos dijeron que el equipo iba a ser con gente de aquí y que nos tocaba dar un paso adelante”, cuenta la alero gernikarra, que reconoce que ahora se ve mucho más adaptada a la categoría: “Son tres años muy diferentes y sí que me veo con más confianza en la liga. Los años te hacen eso y la gente que tienes alrededor te da consejos y ayuda. Luego es intentar disfrutar que para eso jugamos”.

Por su parte, Usua vive su primera temporada en la Liga Femenina-2 y apenas ha necesitado tiempo de adaptación para ganarse un hueco importante en la rotación galdakoztarra. “Nos ha venido bien que se haya creado esta liga intermedia para que las que venimos de Primera Nacional tengamos más oportunidades de jugar. Esperaba jugar menos, pero por problemas extradeportivos me ha tocado. Pero siempre he tenido la confianza del equipo y del entrenador”, cuenta la mayor de las Iruskieta. Ese apoyo es una de las claves de este GDKO Ibaizabal. El grupo está unido y eso se refleja en la cancha. “La relación que tenemos entre nosotras se nota en la cancha. No es solo con Ana, también con Mirari o Ane, que también he jugado con ellas. Sé lo qué van a hacer en todo momento. Tenemos mucha relación fuera del campo y eso es lo bueno. Cuando me dieron esta oportunidad, viendo gente que había en el equipo, era algo perfecto”, añade la ala-pívot.

apoyo en todos los aspectos

Los primeros entrenamientos que compartieron las dos hermanas fueron cuando Ana comenzó a subir al equipo superior donde estaba Usua. Luego jugaron juntas en el Primera Nacional y, tras dos años separadas, volvieron a reencontrarse en el GDKO Ibaizabal. “El primer partido fue el amistoso en Ardoi y no sé si fue por ser todas de Bizkaia, pero no se me hizo tan raro volver a jugar con ella. Lo que sí que noto es un apoyo no solo en la cancha, si no también fuera de ella. Por ejemplo, antes los viajes los hacía sola y ahora volvemos desfogándonos, discutiendo o calladas”, reconoce Ana. Mientras, Usua afirma que el sentimiento que tiene es de “volver a los años anteriores”. Aunque hay una persona que seguro que está notando y agradeciendo el cambio vivido este curso: “La que más lo agradece es nuestra ama, que ya no tiene que dividirse para ir a ver nuestros partidos”.

“Cuando me dieron esta oportunidad, viendo la gente que había en el equipo, era perfecto”

Ala-pívot del GDKO Ibaizabal

“No sé si fue por ser todas de Bizkaia, pero no se me hizo tan raro volver a jugar con Usua”

Alero del GDKO Ibaizabal