La plantilla del Lointek Gernika Bizkaia terminó el pasado domingo su trabajo en una temporada que ha vuelto a ser histórica. Ahora le toca al club recuperarse de los efectos de este curso pandémico y empezar a preparar el próximo en el que, además, el Gernika KESB celebra su 25 aniversario "y esperamos poder celebrarlo de verdad y como merece, si es que podemos volver al fin a la normalidad, en comunión con toda Bizkaia", comenta Gerardo Candina. El presidente de la entidad foral admite que el curso recién concluido para el primer equipo le ha dejado un sabor agridulce fácilmente entendible. Por un lado, está el reconocimiento a la gran labor de las jugadoras y el cuerpo técnico "que nos ha dejado muy buenas sensaciones porque hemos hecho un buen baloncesto y hemos logrado todo lo que nos habíamos propuesto dentro de un club con un presupuesto contenido como es el nuestro". "Hemos superado todas las expectativas, estamos ahí de nuevo en el límite de nuestras posibilidades y es difícil hacer mucho más con lo que tenemos", añade Candina.

Y por el otro lado, la parte amarga ha sido la ausencia de público: "Me ha fastidiado mucho no poder tener a nuestra gente en Maloste y eso resalta aún más el mérito que han tenido las jugadoras. No tiene nada que ver el deporte visto por la televisión que al calor de un pabellón y estoy seguro de que con público habríamos conseguido más cosas, no mucho más quizás, pero sí algo más". Además, Gerardo Candina apunta otro detalle importante y es que después de tantos meses sin acudir al pabellón "es posible que la masa social se desmovilice y pierda el interés. Hacemos lo posible para que no sea así, pero nunca sabes".

sobrecostes por la pandemia

Luego, quedan las consecuencias económicas que ha traído una campaña en la que el covid ha hecho estragos en todos los clubes. "Estamos en una situación económica crítica. Nos faltan recursos, tenemos que aplazar algunos pagos porque ha habido un importante desfase entre gastos e ingresos, pero esperamos solventarlo de la mejor manera", explica el presidente gernikarra, que cifra en unos "60.000 o 70.000 euros" el sobrecoste económico de esta campaña pandémica por "todas las pruebas médicas que hemos tenido que hacer y el mayor gasto en desplazamientos por la ausencia de alternativas".

"Cuando elaboramos el presupuesto el pasado verano, previmos todos los escenarios y el peor era mejor que lo que ha acabado siendo la realidad. Nadie esperaba que casi nueve meses después íbamos a estar como estamos", lamenta. La falta de ingresos por atípicos y la pérdida de algunos patrocinios locales "que lógicamente no han podido continuar", además de la nula recaudación por la explotación de bar del pabellón, las rifas o las entradas "ha hecho que se nos hayan ido muchos pequeños ingresos que juntos sumaban mucho. Esperemos que la próxima temporada sea normal, aunque haya que apretarse el cinturón otra vez y llegar donde podamos. Y también espero que la administración sea sensible y nos ayude a sobrellevar esta situación, dentro de lo que puedan, porque ya hemos demostrado que hacemos las cosas bien".

En medio de esta soledad indeseada que ha vivido el Lointek Gernika y de las duras gestiones del día a día, el momento más delicado llegó cuando después de varios meses sin ninguna incidencia un brote de coronavirus afectó a más de media plantilla y obligó al equipo a confinarse durante dos semanas en febrero, poco antes de que empezara la parte decisiva de la temporada. El presidente admite que "lo pasamos mal, fue duro, porque existía la incertidumbre de no saber cómo iba a acabar todo. La moral de todos bajó muchísimo, para las jugadoras fue un palo muy gordo, pero ver que después el equipo con mucho esfuerzo logró sacar adelante los compromisos más importantes nos devolvió la confianza. Fue un punto de inflexión complicado, pero que acabó siendo positivo por la capacidad de reacción y de adaptación que demostraron las jugadoras y los técnicos".

Con todas estas adversidades, el equipo logró tirar hacia adelante y ahora toca empezar a trabajar para preparar la próxima temporada en una Liga Femenina cada vez más exigente porque la clase media se ha ampliado. Gerardo Candina confía en poder mantener a un buen número de jugadoras "porque saben que somos un club asentado en la competición, serio, cumplidor y que las trata muy bien. Además, jugar la Eurocup siempre es un aliciente para poder atraer jugadoras. Algunas se irán porque tendrán ofertas mejores, pero eso también destaca el trabajo que hacemos con ellas. Otras tienen ilusión por seguir y, sobre todo, por volver a ver Maloste a tope. Pero sabemos cuál es nuestro sitio y la idea es seguir dando importancia a nuestros equipos de formación y es posible que alguna jugadora más se incorpore a la dinámica del primer equipo".

"En verano previmos los escenarios económicos y el peor de todos era mejor que lo que ha acabado siendo la realidad"

"Espero que algunas jugadoras importantes sigan porque saben que somos un club cumplidor"

Presidente del Gernika KESB