El Lointek Gernika vuelve a su casa este domingo. Después de muchos meses, Maloste volverá a abrir sus puertas para acoger un partido de su primer equipo. Las gernikarras se enfrentarán al Embutidos Pajariel Bembribre, a partir de las 12.10 horas en busca de recuperar las buenas sensaciones tras la derrota en la primera jornada de la Liga Femenina ante el Valencia. Esa vuelta a la acción fue presentada ayer en la otra casa del conjunto vizcaino, en la sede de Lointek, su patrocinador principal. Fue la puesta en escena oficial de un equipo que a pesar de poner el año pasado el listón muy alto y comenzar este curso con la victoria en la Euskal Kopa y el subcampeonato de la Supercopa, quiere seguir con la tónica y volver a superar todas las expectativas tanto en las competiciones domésticas como en las europeas. "Nuestro objetivo será competir siempre y contra cualquiera", afirmó Naiara Díez durante la presentación.

La plantilla gernikarra vuelve a vivir una reinvención. Las señas de identidad del equipo se mantienen pero los perfiles de las jugadoras cambian. "Físicamente en línea exterior tenemos menos jugadoras de carácter defensivo, con algo menos de velocidad de contraataque pero por el contrario tenemos más envergadura, más intimidación dentro, algo más de rebote y, sobre todo, más tiro exterior", declaró Mario López, que reconoció que, pese haber comenzado ya la competición, el grupo todavía necesita un periodo de adaptación para ensamblar mejor sus piezas: "Estamos echando en falta jugadoras capaces de generar con balón y puedan liberar tiros a las demás de las jugadoras. Pero es lo que estamos trabajando mediante otras situaciones de bloqueos".

Toda la situación generada por el covid exige que la plantilla sea larga y esté preparada para cambios de partidos y adaptaciones a nuevos escenarios en muy poco tiempo. "Todos los equipos estamos en lo mismo y a cualquier equipo le puede pasar. Esperemos que esta situación nos deje entrenar con la normalidad posible en esta situación", apuntó el técnico gernikarra. Jugar sin ningún riesgo de contagio no es una posibilidad y las jugadoras deben convivir con ello tanto dentro como fuera de la cancha. "La pandemia dichosa no es solo a nivel deportivo, si no también social y mundial. En nuestras casas lo estamos viviendo y lo único que podemos hacer nosotras es saber que nos tenemos que cuidar, que tenemos que asumir que en los campos habrá menos gente, que los viajes serán diferentes y las medidas que tenemos que seguir desde el día uno son muy estrictas. No es fácil acostumbrarse pero creo que es un problema global que tenemos que asumir", comentó la capitana del Lointek Gernika.

Esta situación hará que varias jugadoras no puedan conocer lo que es jugar con un Maloste volcado a su favor. Dentro del equipo hay varias incorporaciones que saben lo que es jugar en el recinto gernikarra aunque será este domingo cuando se estrenen como locales. "Estoy muy emocionada por jugar en Maloste. Jugué el año pasado y los aficionados eran increíbles. Será un poco diferente este año, no habrá tantas personas, pero aun así estoy con muchas ganas de jugar delante de nuestra gente y esperando que llegue el partido", reconoció Laura Cornelius, una de las nuevas incorporaciones del Lointek Gernika.

"Tenemos más envergadura, algo más de rebote y, sobre todo, más tiro exterior"

Entrenador del Lointek Gernika