La ambigüedad de la normativa a seguir, con la que el club quiere ser extraordinariamente escrupuloso, y la búsqueda de la infraestructura más adecuada hacen que el Bilbao Basket todavía no tenga cerrada la fecha en la cual sus jugadores, aunque sea de manera individual primero, en grupos reducidos después y finalmente en condiciones más o menos normales, puedan volver a trabajar rodeados por balones de baloncesto y canastas, elementos indispensables dentro de su profesión y de los que llevan alejados por fuerza mayor casi dos meses. Los hombres de negro no han dejado de trabajar desde que a mediados de marzo quedaron confinados cada uno en su domicilio al igual que el resto de ciudadanos. Roberto Molina, preparador físico del equipo, diseñó un plan de trabajo que cada jugador ha seguido desde su casa de manera escrupulosa y a ello se le ha unido desde el pasado sábado la posibilidad de ejercitarse al aire libre -según el caso, algunos jugadores tienen pautado correr, otros paseo, otros ejercicios de escaleras...-. Pero queda un paso fundamental, el regreso a los pabellones para realizar sesiones de tiro, trabajar la parcela táctica, jugar cinco contra cinco... Básicamente, preparar de manera escalonada y siguiendo los protocolos establecidos todo lo necesario para afrontar con las mayores garantías posibles el posible regreso a la acción de la Liga Endesa en su nuevo formato de doce equipos divididos en dos grupos y con dos fechas marcadas en el horizonte: el 31 de mayo como día tope para saber si se podrá disputar o no esta fase final y el 10 de julio como límite para la resolución del ejercicio.

El Bilbao Basket ya apuntó el pasado lunes que se encontraba "en un proceso de adaptabilidad a la norma para el regreso a los entrenamientos", añadiendo que "como siempre, tenemos que ser muy escrupulosos para proteger la salud de los integrantes del club". Desde la entidad de Miribilla aseguraban ayer que ese protocolo básico de actuación para la vuelta a los entrenamientos y el reinicio de las competiciones federadas y profesionales remitido por el Consejo Superior de Deportes es "demasiado genérico y ambiguo, en varios puntos da lugar a muchas interpretaciones distintas". La excepcionalidad en la que vive inmerso el deporte profesional en estos últimos dos meses y lo novedoso y amplio de la normativa provocan la existencia de numerosos interrogantes en su aplicación, algo que destacó también hace escasos días la Asociación de Baloncestistas Profesionales. Esas dudas, que se quieren aclarar con la ACB, aparecen en la forma en la que deben desarrollarse los entrenamientos en cada fase de desescalada, el tipo de controles sanitarios a realizar durante las próximas semanas (el Bilbao Basket considera que los reconocimientos médicos antes de regresar a los entrenamientos deberían ser más "extensos y profundos" que los de pretemporada por la larga inactividad de los jugadores, pero tampoco está del todo claro si en caso de tener que realizar test para la detección del covid-19 estos serían suministrados por la ACB o si cada club tendría que hacerse con ellos por su cuenta) y en otros puntos más protocolarios, que tendrían que ver incluso con las instalaciones.

Ese último es otro punto que mantiene en espera al Bilbao Basket, que el lunes reconocía que "está por cerrar el mejor lugar para llevar los entrenamientos a la práctica cumpliendo las medidas, para lo que mantenemos contacto con el Ayuntamiento, al que agradecemos su disposición a ayudarnos". Y es que desde mediados de marzo tanto las instalaciones deportivas de Miribilla como las de La Casilla, Rekalde, Deusto y Txurdinaga, algunas de ellas usadas también por los hombres de negro de forma esporádica, han sido utilizadas para el confinamiento de las personas más desfavorecidas. De todas formas, desde el Consistorio bilbaino apuntaban ayer que se está trabajando sobre otro espacio para entrenar cuando el club decida comenzar con sus sesiones.

Activos

Hay varios clubes de la ACB que ya trabajan en sus pabellones, aunque de manera individual. Abrió fuego el Morabanc Andorra el pasado lunes y le ha seguido el Valencia Basket después de que sus jugadores fueran sometidos a los test serológicos, algo que también ha ocurrido en Unicaja, que pretende reactivarse a finales de esta semana. Real Madrid y Barcelona lo harán el lunes, el Iberostar Tenerife está a la espera de adecuar su pabellón a la normativa y Burgos trabaja por ahora al aire libre.