LA primera vez que David Doblas (Santander, 6-8-1981) y Fede Van Lacke (Santa Fe, 26-6-1980) disputaron un partido en la Liga ACB el Bilbao Basket aún no había llegado a la máxima categoría. Ahora estos dos veteranos jugadores están integrados en la pretemporada del equipo vizcaino para ayudar a que el trabajo diseñado por Álex Mumbrú tenga la mayor calidad posible. El pívot cántabro llegó para suplir la ausencia del mundialista Ondrej Balvin y el escolta argentino lo hizo para ocupar el sitio del lesionado Tomeu Rigo. La estancia de ambos tiene fecha de caducidad y lo tienen perfectamente asumido. La temporalidad, en este caso, debe suponer un beneficio mutuo “y un buen escaparate”.

“Yo sé que ya no estoy para jugar en la ACB, pero estar aquí me permite ponerme en forma por si llega algo”, reconoce Doblas, que en los últimos años ha jugado en Grecia, Argentina y Japón y tiene claro que su futuro va a seguir por explorar otros destinos. “Solo por estar con el Bilbao Basket ya me han llamado algunos clubes de la LEB, que han visto que estoy ahí. Pero mi idea no es esa. Si no me sale algo de nuevo en Japón, me gustaría intentar algo en Sudamérica, en Brasil o Uruguay”, añade. A Van Lacke la llamada del Bilbao Basket le pilló en Donostia con su familia y se incorporó inmediatamente. “Agradecí mucho a Álex la confianza y la oportunidad de estar aquí y seguir aprendiendo y disfrutando de este alto ritmo a los 39 años”, comenta. El escolta santefecino cerró una etapa de dos temporadas en el Gipuzkoa Basket y ahora espera ofertas “con mucha paciencia y tranquilidad” porque su intención es seguir jugando “uno o dos años más”.

Evidentemente, a estas alturas ni Doblas ni Van Lacke tienen “nada que demostrar”, pero en este periodo y en sus circunstancias hay que hacer un ajuste mental, que no suele ser sencillo, para encajar en el papel requerido. En los entrenamientos su experiencia será muy valiosa y en los minutos de que dispongan en los entrenamientos hay que lograr que todo fluya. “Yo estoy tranquilo, solo quiero encontrar un lugar donde mi familia y yo estemos a gusto, el entrenador me quiera... Quiero disfrutar aportar y sentirme importante. En este tiempo, solo quiero mostrarme a mí mismo que aún puedo aportar cosas a un equipo, sea en la ACB o en la LEB, y que mi cabeza aún está para competir”, confiesa el escolta argentino.

El pívot cántabro también lo tiene claro ya que “ni yo quiero fichar por el Bilbao Basket ni ellos cuentan conmigo para más adelante”. “Yo estoy para ayudar a Ben y a Iván en lo que pueda, en darles un poso y una idea de lo que puede ser la liga, sobre todo a Ben, dándole algún golpecito y explicándole lo que se va encontrar. Si consigo hacerlo, me voy a ir muy satisfecho”.

Además, en el caso de Doblas concurre el hecho de que “tuve opción de venir a Bilbao hace unos años y de esta forma, me saco la espina. Ya puedo presumir, aunque aquí no sea oficial, de que he jugado en los tres clubes vascos de la ACB”. Sorprende al afirmar que le hace “ilusión porque al Bilbao Basket siempre le he tenido cariño. En la cancha era una relación de amor-odio, pero con el paso de los años aprendimos a apreciarnos y me alegro mucho de que haya vuelto a la ACB. Ojalá hubiese venido antes, aunque ya no tiene vuelta”. También Van Lacke tuvo posibilidades de fichar por el Bilbao Basket “cuando estaba Txus Vidorreta de entrenador. Quizás entonces no era el momento y pasó de largo. Siempre hemos tenido contactos, pero nunca se dio y ha llegado ahora a los 39 años. Para mí es un privilegio y un honor”.

Los dos veteranos saben de sobra de qué va el baloncesto, han tenido muchísimos entrenadores y eso les hace valorar la labor de Álex Mumbrú, que apenas cumple su segundo curso con la pizarra. “Me ha sorprendido Álex. Después de estar a sus órdenes, ojo con él, con cómo lleva al equipo. Me gusta, me recuerda mucho a Pablo Laso. Tiene ese carácter de entender al jugador, de saber hasta dónde puede llegar, y tiene aspectos tácticos modernos de otros entrenadores. Me está gustando mucho”. “También me ha sorprendido Álex. Es muy nuevo en esto, pero tiene conceptos muy claros y mucha seguridad, firmeza y seriedad para transmitir sus mensajes. Con Lolo y Javi hacen un trío muy complementario”.

Precisamente, reencontrarse con el de Santutxu ha sido un aliciente para ambos. “Javi fue sido mi rival desde los tiempos de Maristas, cuando nos enfrentábamos en categorías inferiores y siempre me ganaba. En Donostia fue mi base y mi capitán y me ayudó a ganar unas cuantas veces”, recuerda Doblas. Para Van Lacke ha sido incluso más raro ya que hace apenas cuatro años compartían equipo en el Estudiantes: “Me cuesta ver a Javi al otro lado, es un gran amigo y mi base, pero con una palabra o un gesto ya se hace entender por todo el mundo. Yo sigo aprendiendo de gente como él que siempre aporta”.

La ronda de amistosos del Bilbao Basket comienza hoy ante el Gipuzkoa Basket en un partido que para David Doblas y Fede Van Lacke será especial ya que es su último equipo, “aunque ya decidimos tomar caminos distintos y no nos va la vida”. “Los dos conseguimos hacernos querer en Donostia porque no solo somos jugadores. Tenemos otros aspectos que son positivos para un equipo y que el Bilbao Basket ha sabido captar ahora”, afirma Doblas.

un equipo luchador Aún es pronto para emitir juicios, pero desde dentro la impresión es positiva. El cántabro entiende que “en todos los equipos hay dudas al inicio de la temporada”, pero él confía en lo que está viendo. “A mí me ilusionaría el quinteto que puede tener el Bilbao Basket y me generarían dudas la inexperiencia y la juventud”, apunta. Eso sí, señala que está la otra visión: “Si esa juventud quiere luchar, jugar duro, aceptar roles a veces no agradables, prepararse para sangrar por el equipo, irán para arriba y al revés”. A priori, el Bilbao Basket va a ser un equipo “de mucho tiro exterior, muy móvil y muy rápido”. Por eso, David Doblas pide al aficionado “paciencia y tiempo porque el equipo va a funcionar. Y ellos deben hacer su trabajo, que es presionar en los partidos de casa, porque así se van a ganar muchos partidos”.

Fede Van Lacke remacha esta opinión y asegura que el Bilbao Basket “va a luchar a morir porque Álex va a hacer salir esa garra desde el primer día. Luego, tendrán que adaptarse los nuevos, dar el paso adelante los que tengan que darlo, pero el aficionado debe estar tranquilo porque el equipo tiene mucha hambre y se va a dejar todo en la cancha”.